Canarias por encima de la media de Absentismo Laboral en España

CEOE Tenerife

Tras los efectos causados, y aún sin corregir, por la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, la importante subida registrada de los precios, y la incertidumbre económica y social surgida tras la invasión a Ucrania, se nos presenta un escenario de estancamiento con alta probabilidad de recesión económica. Fruto de este incremento de los precios y, en consecuencia, de los costes de producción, se deja en evidencia el nivel de competitividad, acrecentando el problema del nivel de productividad de la economía, tanto a nivel nacional como regional.

La baja productividad empresarial, y la actual merma de los salarios, puede estar viéndose afectada, entre otros, por el nivel de absentismo laboral existente entre la población trabajadora.

Para el primer trimestre de 2022, la tasa de absentismo regional se sitúa en un 8,6%, 1,5 p.p. por encima del valor registrado para España (7,1%). En términos de evolución, desde el tercer trimestre de 2017 se observa una tendencia creciente del absentismo.

En cuanto al análisis sectorial, la comunidad autónoma de Canarias presenta su mayor absentismo laboral en el sector servicios. Para el primer trimestre de 2022, el nivel de absentismo ha supuesto una pérdida de un 8,8% de las horas pactadas para la región.

Claramente, estas cifras de absentismo, interpretadas en pérdida de horas pactadas supone la ausencia del puesto de trabajo, justificada o no, de población ocupada. En consecuencia, se provoca una serie de problemas, que van desde aspectos económicos, como son los costes vinculados por la prestación por incapacidad temporal, en este caso, a técnicos, tales como la organización del trabajo y posterior aumento de carga de trabajo sobre el resto del personal

Si tomamos como referencia el número de ocupados en las islas durante el primer trimestre de 2022 este asciende a 921,24 miles de personas. De acuerdo con esta cifra, y la vinculada con el absentismo en Canarias para el mismo período (8,6%), cada día faltaron a su puesto de trabajo una media de más de 79,24 miles de ocupados/as.

Estas cifras de absentismo generan inquietud pese a la actual incertidumbre que se cierne sobre la economía. A esta situación se añade, probablemente, el fenómeno “The great resignation”, el cual se vincula con una tendencia global, caracterizada por un aumento desmesurado de personas que han abandonado su trabajo

Este fenómeno, el cual se contextualiza, especialmente, a partir de la pandemia, denota la posible insatisfacción y/o desmotivación laboral por parte de la población trabajadora.

En lo que a nuestro país respecta, los datos de la Seguridad Social hablan de 70.817 bajas por dimisión entre enero y julio de 2022. Esta cifra supone un 12,9% del total de bajas en la afiliación a la Seguridad Social.

Si desgranamos los datos por tipo de contrato, se aprecia un mayor incremento de las bajas por dimisión por parte de las personas trabajadoras indefinidas. Este récord de dimisiones deja vislumbrar un cambio de tendencia en la percepción que tienen los/las trabajadores/as sobre el mercado laboral.

En España, según los datos de este informe, un 54% de las personas empleadas se sienten desmotivados en su trabajo actual.

En cuanto a la valoración de determinados aspectos por parte de los profesionales, se considera, según importancia, la conciliación, la estabilidad laboral, el desarrollo de carrera, el buen ambiente y la flexibilidad horaria.

Ante esta circunstancia, la amenaza del presentismo laboral, o también denominado, síndrome de la silla caliente, podría estar igual de latente que el propio absentismo laboral, provocando una reducción de la productividad de la empresa, y aumento de los costes para la misma

Es indispensable considerar la transformación que está sufriendo el mercado laboral. Las personas trabajadoras están renunciando a sus empleos, ya sea para abordar un cambio profesional, o por la falta de condiciones vinculadas al denominado “salario emocional”, provocando un cambio de era en términos de las relaciones laborales.

Ante esto, se hace indispensable abordar en profundidad el absentismo laboral desde todos los ámbitos posibles, como son: hacer una mejora del absentismo en términos de negociación colectiva, sensibilizar a las Administraciones Públicas y al conjunto de la población, debido a la merma que supone sobre los recursos públicos, y concienciar sobre elementos asociados al absentismo por Incapacidad Temporal, entre otros. Y, por otro lado, el tejido empresarial debe adaptarse a estas circunstancias, intentando retener talento y generar compromiso, con la finalidad de mejorar la productividad