El informe de la Guardia Civil sobre las obras en la finca de Casimiro Curbelo apuntaba a que se habría producido un supuesto delito de malversación de fondos

El seguimiento de las obras se prolongó durante siete meses

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Todo tiene su explicación. En aquellos dichosos años en que todo lo que estaba oculto salía a la luz y descubría una isla, paraíso cerrado para pocos y miseria para muchos, el rey de La Gomera, como un Peraza soberbio, donde aquella galanura, donde aquella soberbia, donde aquella malandanza, estuvo muy acogotado, nervioso y no paro hasta que al final esta espada cayera por su propio peso, el de su justicia, y se archivara, como es procedente contar y apuntar.

Pero como el libro gordo de Petete, la historia es buena para que los niños y niñas de La Gomera, sepan donde está la sombra y donde está la luz, resulta un sano ejercicio detenernos en todos aquellos incidentes que hemos ido rescatando sobre la finca de Casimiro, las obras que se hicieron sobre la misma, después de saber que ahora mismo, hoy, esta misma mañana, trabajadores de Gesplan están trabajando en esos mismos parajes, esta vez, sin guardias civiles, aunque sean ahora otros los que hagan su mismo trabajo, pero con otro juzgado y otras causas, esas que se fabrican en el alma, esas que aluden a una rebeldía, que surge ante el reinado despótico de quien se cree torre, conde y hacienda.

En el caso que nos ocupa, retrocedemos a 2010. Año importante. Informe de la Guardia Civil, romance de la finca. “La fotografía anterior fue realizada el día 7 de octubre de 2010. Aunque la fotografía ha sido tomada desde un ángulo diferente de la anterior, pueden apreciarse diferencias, la más evidente es la desaparición de la rampa ascendente, que ahora ha sido sustituida por unas escaleras de color granate, señaladas también con flechas de color rojo. Existen otras diferencias en la finca, concretamente el abancalamiento con muros de piedra natural en la parte superior, señalados con flechas color verde. Esa obra ya existía en el mes de marzo de 2010, pero no en el mes de noviembre de 2009, época en la que la obra pública del camino aún no había comenzado. No obstante no existe un documento gráfico que date la fecha de construcción de esos bancales o muros, por lo que no se incidirá más en ello”.

La vigilancia de la finca de Casimiro de Tamargada daba fruto y vaya fruto, aunque luego no se pudo vender en  ningún sitio: “vista la comparativa de ambas fotografías, puede entenderse mejor la conversación telefónica entre Enrique y su hermano Moisés, especialmente cuando hablan de la escalera que aún no han cobrado. Se sospecha que las obras que Amaza Tenerife SL ha realizado en terreno, propiedad de la hija de Casimiro Curbelo pudieron ser abonadas como parte de las certificaciones de la obra pública, lo que sería constitutivo de un supuesto delito de malversación de caudales públicos, por ello debe mantenerse la vigilancia de la zona en cuestión para determinar si en la finca se continúan efectuando obras de forma paralela a la construcción del camino público”. Aquellos años, Hernán Peraza, que buenos años. Ahora siguen, pero maldados, malavenidos, porque sigues igual, sigues, sin que nadie te pare, por el momento.