Los fondos buitre lanzan sus garras sobre las renovables (la culpa es de JM Soria)

“La ruptura de la seguridad jurídica y los recortes en la retribución del kilovatio hora llevados a cabo por el ministro José Manuel Soria han provocado que muchos inversores estén en una situación económica muy delicada”, explica una portavoz de la UNEF. Uno de los últimos estudios de esta asociación, formada por unas 300 empresas y entidades que suponen más del 85% de la actividad del sector en España, señala que los ingresos se han visto reducidos en algunos casos casi hasta la mitad con respecto a la previsión hecha en el momento de realizar la inversión. Este recorte “arbitrario y heterogéneo” ha afectado, según datos de UNEF, a 62.000 familias y empresas en España. Muchos de ellos entraron en el negocio de las renovables en el año 2007 y 2008, cuando el Estado incentivaba su instalación y prometía unas condiciones en el BOE, que más tarde no se cumplieron. Más tarde, con el inicio de la crisis económica, el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero comenzó a recortar las retribuciones y a partir de 2011, con Mariano Rajoy en la Moncloa, la reducción de las primas se generalizó. Las entidades bancarias que confiaban, al igual que sus clientes, en lo que decía el BOE sobre las renovables, han visto cómo en los últimos tiempos la rentabilidad de estos productores ha pasado del 12% al 2% y cómo muchos de ellos han entrado en concurso de acreedores, según datos de una entidad financiera a los que ha tenido acceso este diario. Por tanto, no es de extrañar que muchas entidades estén dispuestas a saldar sus deudas a través de estos fondos buitre. Así, descubrimos que la realidad de las renovables está muy lejos de la que planteó Mariano Rajoy el pasado 26 de octubre durante su entrevista en TVE: "las energías renovables tenían una rentabilidad garantizada por el Estado de entre 20 y el 25%”. Ni el plazo de amortización inicial de casi 20 años ni la rentabilidad del 12% que se prometió a aquellos inversores y empresas llegó a ser real.