La Concap reclama más apoyo institucional para las empresas canarias

Afirma que necesitan que se aligeren los procesos de adjudicación

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Dicen los analistas económicos que no sería raro que el 2019 traiga bajo el brazo una crisis, no de tanta entidad como la que hemos pasado pero sí una cierta desaceleración ligada al freno del turismo, el brexit, la inestabilidad gubernamental y todos miran hacia la construcción porque, de ser así, sólo este sector podría actuar como muro de contención en la pérdida de empleo y la caída del consumo.

“La tantas veces denostada construcción es la única vía con capacidad de arrastre económico de un país entero y aún más de una región como Canarias pero esa misma construcción se encuentra con problemas derivados de una sobreregulación y burocratización que ralentiza tanto los proyectos públicos como los privados” explica Juan Luis Lorenzo, presidente de la Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales (Concap), para quien “hay que tener en cuenta muchas cosas importantes si queremos que la construcción sea ese motor que necesita la economía canaria porque las máquinas no van a caminar si no hay proyectos o si las administraciones repiten errores del pasado”.

El presidente de la patronal canaria insiste en que “todos hemos vivido la crisis pero mientras para unos ha sido un revés duro, como es el caso de las empresas de Las Palmas, para otros la crisis ha sido una tragedia en términos de pérdida de empleo y de desaparición de empresas y esto último es lo que se ha vivido en Tenerife, una tragedia”. La razón, para la Concap, hay que buscarla en las propias administraciones “porque mientras en un lado se ha venido apoyando e incentivando la creación y fortalecimiento de empresas locales, en Tenerife se ha vivido durante más de treinta años de espaldas al empresariado local y no es por falta de confianza en el nivel de las empresas locales porque las administraciones saben que son las empresas canarias las que hacen las obras, las que cargan con el riesgo y ventura de los proyectos, las que tienen los puestos de trabajo y la maquinaria. El motivo hay que buscarlo en la falta de perspectiva y criterio de algunos”.

Durante años, la Concap sostuvo reuniones con los responsables de todas las instituciones: regionales, insulares y locales, insistiendo en que, desde el respeto más absoluto a la legalidad, se podía apoyar a las empresas locales y ahí están los resultados de ayuntamientos como Los Realejos, que ha otorgado el 100% de su presupuesto a las empresas locales, o los de Puerto de La Cruz, El Rosario y Santiago del Teide, que superan el 90% en adjudicaciones a las empresas canarias, como lo han hecho también los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y Adeje que rondan el 80% de adjudicaciones a  las empresas de su tierra. “Y el por qué hay que buscarlo en la voluntad política, en la responsabilidad de cada institución pública de apoyar un tejido empresarial que es el que puede tirar de la economía de una región o de una provincia sí, pero el tejido empresarial debe ser propio, fuerte, estable y bien dimensionado para prever expectativas de crecimiento, de innovación, de diversificación” sostiene Juan Luis Lorenzo que recuerda que, en caso de llegar esa ralentización económica, “las administraciones públicas  no van a estar tan fuertes como para hacer frente a las políticas sociales necesarias porque su nivel de endeudamiento es mucho mayor que en el 2008. Por lo tanto, si miramos hacia la construcción para frenar el problema, sepamos a dónde hay que mirar y evitemos caer en errores del pasado”.

La firma de  los diferentes convenios de obras públicas que ya ha comenzado, especialmente la ratificación del convenio de Carreteras, es  fundamental, a juicio del líder empresarial, porque, además de generar empleo en su construcción, van a permitir una mejor vertebración del territorio, especialmente el cierre del anillo insular,  sin olvidar las obras hidráulicas que van a evitar un desperdicio de agua insostenible como el que actualmente sufrimos. Pero en este sentido hay un matiz fundamental: antes de la crisis, una magnífica gestión llevada a cabo entre el gobierno del Estadio y la Consejería de Obras Públicas del gobierno de Canarias logró instar a las empresas nacionales a que se presentaran a las licitaciones en UTE con empresas locales, dejando atrás la habitual y empobrecedora fórmula de la subcontratación. Entonces se logró y esperamos ahora que la administración que deba licitar esas obras tenga, como mínimo, esa misma sensibilidad.

También es imprescindible buscar soluciones a los problemas de tráfico de ambas autopistas porque esos problemas no empezaron ayer: llevan años martirizando a trabajadores y empresas y la solución debe ser muy rápida, no se puede pretender que esperemos años a que salgan proyectos, exista financiación, tienen que poder hacerse obras que sirvan de puente a las grandes infraestructuras, que, sin duda, son necesarias pero ahora mismo se necesita un dinamismo público mucho mayor en ideas, en proyectos, en soluciones y en ejecución.

Aun así, no sólo necesitamos grandes obras. Se necesita reparar un patrimonio que es de todos y cuya reparación y conservación es urgente: las carreteras secundarias. Es cierto que son muchas las obras proyectadas en ese aspecto, “pero necesitamos que se aligeren los procesos de adjudicación y, sobre todo, que se tenga en cuenta quién va a llevar en verdad a cabo esas obras”.