Con hambre, Venus tiene frío

Antonio Brito Pérez (*)

Atrás quedan los meses estivales y los baños termales en las aguas calientes de la costa mediterránea y nos adentramos de nuevo en este año para olvidar, trayendo a colación el refranero, que casi siempre optimista, nos recuerda que” más vale un día alegre con medio pan, que uno triste con un faisán”.

Viene siendo habitual mi modesta aportación como miembro de la sociedad civil manifestando mis convicciones libremente y sin cortapisas. Recuerdo algunas predicciones que se plasmaron en los artículos de opinión publicados en este medio los días 19 de abril “En tiempos de guerra, más certidumbre y menos ocurrencias”, o 17 de mayo “Buscar la luna a medio día es bobería”, o 24 de mayo “Al que yerra, perdónale una vez, más no después”.

Desgraciadamente todas se han cumplido “No hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que el hambre y la carestía”. Ya le decía Quijote a Sancho que “para ganar la voluntad del pueblo que gobiernas, entre otras, has de hacer dos cosas: la una, ser bien criado con todos, aunque esto ya otra vez te lo he dicho; y la otra , procurar la abundancia de los mantenimientos” porque hambre y carestía destruyen de tal modo la convivencia que sobran razones que suavicen tal cruel desesperanza. Bien pronto me di cuenta que en la actualidad no se cumple ni lo uno, ni lo otro. Si reflexionamos un poco podríamos decir que las notas dominantes son “la crispación, la demagogia, y la improvisación”.

Todavía queda en el aire el intento de expropiación de los remanentes de los entes locales, el cual afortunadamente fue corregido con la derogación del Real Decreto Ley 27/2020 sobre el gasto de los remanentes por los entes locales, debido a la presión de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados que dejaron en franca minoría a la coalición gobernante. Me viene como anillo al dedo la frase “con arte y engaño se vive medio año, y con engaño y arte la otra parte”.

En otro orden de cosas, y hablando de la imperiosa necesidad de que se aprueben unos nuevos presupuestos generales que aborden la nueva situación derivada de la crisis sanitaria y económica que azota nuestro país, no le falta razón a mi estimado profesor cuando afirma que con Sánchez se han alterado todas las costumbres parlamentarias ya que hasta se permite gobernar con unos presupuestos que no ha elaborado su gobierno, sino el anterior del PP con Rajoy de presidente.

En este sentido debería de aprender de su antecesor Felipe González cuando en su cuarto mandato, sin mayoría parlamentaria consiguió aprobar sus PGE con apoyo de otros grupos parlamentarios hasta que la falta de apoyo para aprobar los PGE para 1996 le obligó a disolver las Cortes Generales y convocar elecciones generales, negándose a prorrogar unos presupuestos, a pesar de que fueron elaborados por su gobierno; pero, claro, se está muy agradable en la moqueta de la Moncloa; y me viene a la memoria esta otra frase “bien se está San Pedro en Roma, aunque no coma”.

Y coincido con él porque en las circunstancias actuales va a ser necesario revisar el concepto de presupuestos “progresistas”. Yo también dudo que los partidos populistas, independistas y neocomunistas que llevaron a Sánchez al poder conecten con la idea de progreso que rige en la Unión Europea. Finalmente, enlazando con el título de este artículo si “quien ve sus venas ve sus penas”, por efecto de la desnutrición, “con hambre, Venus tiene frío”, porque hasta la sexualidad se ve afectada, enrarecida.

(*) Abogado y Doctor en Derecho