Unid@s se puede reclama en el Día mundial del agua pasos para recuperar un servicio de abasto 100% público

Pregunta por los problemas en el servicio de agua de abasto en Valle Tabares

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Rubens Ascanio, portavoz del grupo municipal de Unid@s se puede en el Ayuntamiento de La Laguna, considera que el municipio debe dar los pasos necesarios para “lograr que el servicio de agua de abasto sea 100% público que garantice que los beneficios de la explotación repercutan en la ciudadanía”.

Teidagua es una entidad económica mixta, con capital público y privado, que es utilizada por los ayuntamientos de La Laguna y Tacoronte para la gestión indirecta de servicios públicos locales de prestación obligatoria, en este caso el abasto de agua. Su capital social se distribuye entre el Ayuntamiento de La Laguna (49,70%), el de Tacoronte (10,04%) y la empresa privada Canaragua Concesiones, SA (filial de la multinacional Grupo Agbar, que controla mayoritariamente la francesa Suez). Por lo tanto, estamos ante una sociedad del sector público del Ayuntamiento de La Laguna, que es la entidad responsable de la misma.

Recuerdan desde la formación lagunera que recientemente se dieron a conocer los datos del último ejercicio de la empresa mixta, que hablan de unos 2,2 millones de euros de beneficio, mientras que el Ayuntamiento apenas obtiene 900.000 euros de una actividad que anualmente genera un movimiento económico de unos 25 millones de euros. “No podemos asegurar, por ejemplo, cómo se ha repercutido a las laguneras y laguneros el proyecto de pozo de Las Gavias, que según los actuales responsables del área, no tenía agua suficiente. ¿Cuánto nos ha costado la obra y cómo se ha reflejado en los presupuestos municipales?”.

El concejal de Unid@s se puede en el Ayuntamiento lagunero está convencido de que “con el modelo actual el Consejo de Administración sigue siendo un terreno vedado a la transparencia y la información, donde solo algunos grupos políticos tienen representación y además es la parte privada la que ejerce un control absoluto de la entidad, de la que cada año de obtienen unos 14 millones de euros en gastos de aprovisionamiento, de los que una parte sustancial son de empresas vinculadas con la parte privada, obteniendo por tanto un beneficio real muy superior al estimado en las cuentas oficiales”.

Considera que “la mejor forma de asegurar este elemento básico para la vida es mediante su control público, el agua no puede ser un negocio, no podemos tener una entidad con beneficios multimillonarios que se dedica a cortar el agua a las familias sin recursos económicos”.

El edil asegura que en los últimos casi dos años que llevan en el Consistorio la actuación de Teidagua “ha sido más que opaca, cuando hay una obligación rendiciones de cuentas no son solamente informativas y están reguladas como obligaciones impuestas por la Orden HAP/2015/2012, de 1 de octubre, por la que se desarrollan las obligaciones de suministro de información previstas en la Ley Orgánica 2/20012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera”.

Ya en el Pleno ordinario de febrero de 2016 se aprobó una moción que planteaba la posibilidad de realizar una auditoria profunda de la situación de la empresa, algo que tampoco se ha desarrollado. En esa sesión, Unid@s se puede intervino con un análisis que demostraba que, “en un contexto de crisis generalizada, en los últimos años Teidagua ha diseñado una política tarifaria de los servicios municipales esenciales que presta, muy por encima de su costo real, lo que ha generado un beneficio desmesurado y con recursos públicos a la parte privada y que se ha forjado en detrimento de las economías familiares de los laguneros y las laguneras”.

En Unid@s se puede hacen una clara apuesta el agua por recuperar una gestión pública 100% del agua, como bien de primera necesidad y escaso, “para no vernos sometidos al poder de los aguatenientes, que a través de los tiempos se les ha permitido explotar este recurso, por la dejación de la administración pública, así como de las multinacionales que hacen negocio con este bien elemental para la vida”. Rubens Ascanio cree que “tenemos condiciones para seguir el camino trazado ya por muchos otros ayuntamientos e instituciones públicas, que han optado por la remunicipalización de este servicio y su explotación como un bien colectivo que es, se ha hecho eso en 235 puntos del planeta en los últimos quince años, 72 de ellos en la Unión Europea, 12 en el Estado español.

Junto a la remunicipalización consideran que hay que apostar firmemente por usar los recursos públicos para mejorar las actuales desaladoras y, en caso necesario, acometer proyectos que ya están redactados. Critican en este sentido la “drástica reducción de ayudas para la desalación, puesta en marcha por el Gobierno del Partido Popular y a política seguida por el Cabildo, que se ha enfocado en mantener el beneficio de los aguatenientes a base de desalinizadoras pagadas con fondos públicos, que mantienen un agua cara, con claros intereses privados y de poca calidad”.

Ascanio asegura que existen soluciones que no requieren un alto coste, como el aumento de la producción de la desaladora ubicada en la Dársena de Santa Cruz, que podría generar una mejora significativa de los recursos disponibles en algunas de las zonas donde los niveles de flúor y sodio del agua de abasto siguen altos.

Preguntan por los problemas en el servicio de agua de abasto en Valle Tabares

Con respecto a la gestión realizada por Teidagua, anuncian también que preguntarán en el próximo Pleno municipal por la situación del mal servicio de agua de abasto que están recibiendo los vecinos y vecinas de la zona de Lomo Los Bancos, Montaña Guerra y La Laderita, en Valle Tabares. “Es un ejemplo que a pesar de los grandes beneficios de la empresa, se siguen dando problemas como este, donde durante meses hay baja potencia y obras que no permiten que la zona cuenten con un correcto servicio, que están pagando”, indica.

“No se entiende que en un municipio como el nuestro haya todavía miles de personas que sufren un mal servicio, con agua con altos índices de flúor, poca potencia o con pérdidas, que todavía no se han resuelto, a pesar del negocio que se está haciendo con este recurso”, finaliza.