“No existen logopedas en la educación pública canaria”

El Colegio Profesional de Logopedas de Canarias (COLC) aclara que, a pesar de utilizarse el término “logopedas”, “logopeda escolar” o “logopedia” en el ámbito educativo de las islas, la realidad es que no existe tal figura en los colegios públicos canarios. Lo que hay son maestras de Audición y Lenguaje, profesionales docentes, figura distinta de los logopedas, profesionales sanitarios. El problema de este mal uso de la terminología es que induce al error de la población, lo que puede acabar perjudicando al alumnado y sus familias, creyendo éstas que sus hijos están recibiendo esta intervención logopédica y, por tanto, no la demanden en el ámbito sanitario público y privado. Además, puede conllevar consecuencias perjudiciales para los menores, como el fracaso escolar, la intervención tardía, problemas emocionales asociados o posibles trastornos de conducta. Un ejemplo: si tenemos a un niño con una discapacidad motora que le impide escribir correctamente, en el colegio se le brindarán los apoyos para poder acceder a la educación/currículo; pero al salir del colegio irá al fisioterapeuta para trabajar la movilidad de su mano. Sin embargo, los niños que tienen dificultades logopédicas no están siendo derivados a esta rehabilitación sanitaria porque se está asumiendo que Educación dispone de recursos para cubrir este servicio, cuando en realidad no cuenta en su plantilla con estos profesionales sanitarios ni se van a incorporar al cuerpo docente. Si bien puede haber personas en el ámbito educativo que dispongan de las dos titulaciones, hay que subrayar que están contratadas como maestras de Audición y Lenguaje y no como logopedas. Luego no cuentan con el Seguro de Responsabilidad Civil Profesional (obligatorio, según la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias) y no deben desarrollar las funciones propias del logopeda, restringidas a centros con acreditación sanitaria; ni firmar informes como logopedas o utilizar el término para definirse ante el alumnado, sus familias o la sociedad en general. La presidenta del COLC, Susana Nieto, trasladó hace unos meses a la Consejería de Educación esta preocupación por la equiparación de ambas profesiones y el mal uso que se viene haciendo desde los entornos escolares de la terminología reservada a los logopedas. Cambio de rótulos, dípticos e informes En dicha reunión planteó al director general de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión  e Innovación no solo diferenciar los perfiles profesionales, sino también modificar los rótulos, carteles, indicadores de aulas, dípticos/trípticos, informes psicopedagógicos y cualquier otro documento en el que se utilicen las palabras: intervención, rehabilitación o terapia logopédica, logopedia, logopeda, aula de logopedia, servicio de logopedia, logopeda escolar o del colegio, etc. Sin haber dado respuesta aún a estas medidas, se acaba de publicar en prensa una información de la Consejería de Educación en la que habla de mejoras en infraestructuras de colegios, y cita unas supuestas “aulas de Logopedia”, que no existen. “O que nos digan dónde están y con qué logopedas”, cuestiona Susana Nieto. “Si nos diéramos cuenta del perjuicio ocasionado a los niños al privarles de servicios sanitarios básicos, como es la logopedia, no se utilizaría el término tan a la ligera”, insiste. Cataluña Precisamente, la semana pasada conocimos que los logopedas se incorporarán por primera vez al sistema educativo en Cataluña, con la convocatoria de las primeras 12 plazas para los Equipos de Evaluación y Orientación Psicopedagógica (EAP). Tal y como reclamamos desde el COLC, la incorporación de la figura del logopeda (como personal sanitario, no docente) en el sistema educativo mejorará la prevención, evaluación e intervención de los niños y niñas con dificultades de comunicación, lenguaje oral y escrito, habla y deglución.