Nueve de cada diez canarios demandan medidas para un mayor aprovechamiento del agua ante las alertas por sequía, una de las principales consecuencias de cambio climático

El 85% de los canarios considera que se está produciendo una crisis climática y más de ocho de cada diez considera que se ha agravado en los últimos años

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

El incremento de la temperatura superficial del mar, causado por la calima sahariana, ha propIciado condiciones de sequía en España que no se registraban desde el año 2020.

Esta es una de las múltiples consecuencias del cambio climático, el principal problema al que se enfrenta la humanidad según el 24% de los ciudadanos canarios, y cuya agravación se ha observado a lo largo de los años. Ante la escasez de este recurso natural, nueve de cada diez encuestados considera necesario aplicar medidas para un mayor aprovechamiento del agua, desde la captación de agua proveniente de la lluvia hasta el tratamiento de aguas residuales.

Así se desprende del primer estudio de la Fundación AXA de percepción ciudadana sobre el cambio climático en Canarias, elaborado en colaboración con Sigma Dos, que analiza el conocimiento, preocupación, riesgo percibido, responsabilidades, medidas y comportamiento de la sociedad canaria ante este fenómeno.

Los efectos negativos del cambio climático son, sin duda, alarmantes. Así, el 85% de los canarios considera que se está produciendo una crisis climática, y más de ocho de cada diez (84,1%) cree que se ha agravado en los últimos años, una preocupación más presente entre los encuestados mayores de 65 años. Sin embargo, tan solo el 56% de las personas considera tener un nivel de conocimiento medio sobre esta problemática y únicamente el 25% lo calificaría como alto, observándose una tendencia mayor a informarse sobre este tema entre las generaciones más jóvenes.

Los fenómenos metereólogicos extremos como huracanes, incendios y olas de calor son las principales consecuencias, seguidos del derretimiento de los polos, el peligro para la biodiversidad o la escasez de recursos básicos, como el agua o los alimentos provenientes del campo. Ante esta problemática, el 79,5% de la población canaria culpa a la acción humana, subrayando a la actividad industrial como la quema de combustibles fósiles y la generación de residuos como principales causas, seguidos de cerca por la deforestación y la contaminación derivada del transporte.

Enfermedades respiratorios y golpes de calor, las grandes preocupaciones

En las Islas Canarias, el grado de preocupación medio por el cambio climático se sitúa en 7,8 (en una escala del 0 al 10), ligeramente superior a la media nacional (7,6). Esta preocupación es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el 78,8% de los encuetados lo considera una amenaza para su salud, mientras que el 76,2% considera que esta problemática puede tener graves consecuencias en su alimentación, dos aspectos fundamentales para llevar una vida sana.

En concreto, el impacto del cambio climático en el agravamiento de las enfermedades respiratorias o el incremento de los problemas de salud derivados de las olas de calor son los aspectos que más preocupan a la población canaria. A estas patologías le sigue el temor por sufrir lesiones o incluso fallecer a causa de situaciones climatológicas extremas. Sin embargo, a pesar de este temor, el 32,7% de los canarios no tiene un seguro para proteger su hogar, principalmente por falta de recursos.

En palabras de Josep Alfonso, director general de Fundación AXA: “desde la Fundación trabajamos de manera trasversal parar educir el impacto que tiene el cambio climático en la sociedad. Este estudio nos permite situar un punto de partida sobre la percepción, el comportamiento, los própositos y los compromisos que tiene la población en relación con el medioambiente. A partir de estos conocimientos, todas nuestras acciones estarán orientadas a concienciar y sensibilizar a la sociedad en materia de cultura climática, liderando la responsabilidad colectiva en la lucha contra esta problemática y acompañando a los ciudadanos, de manera individual, para que sean impulsores y agentes activos en el cuidado del planeta”.

Conductas de consumo sostenible: los canarios aprueban, pero con baja nota

Ante este desafío ambiental, el 87,5% de los canarios considera urgente poner en marcha medidas para atajar las causas y paliar las consecuencias del cambio climático. Además del mayor aprovechamiento del agua, los encuestados abogan por promover la reforestación y el uso de biofertilizantes, apostar por la investigación y nuevas tecnologías, incrementar las zonas verdes e impulsar la economía circular y el consumo responsable. En este punto, la colaboración público-privada se sitúa como clave para promover un cambio en los hábitos de la sociedad.

Según las conclusiones de la encuesta, los organismos internacionales (81,8%), la Unión Europea (80,4%) y el Gobierno de España (78,6%) deben abanderar la lucha contra el cambio climático, tomando un papel más activo con programas e iniciativas que aborden de manera transversal esta problemática. Por el contrario, los canarios perciben una escasa implicación por parte del sector privado (72,1%), y en un porcentaje todavía menor (71,9%) en el caso de la responsabilidad de cada individuo. Así, en línea con la media nacional, los canarios califican con poco más de un aprobado (6,3) las acciones individuales que promueven para combatir el cambio climático. Entre las iniciativas más comunes, destacan medidas para reducir el desperdicio alimentario, reutiliza o reciclar productos, apostar por el transporte público o medios de transporte menos contaminantes o reducir el consumo de energía. No obstante, todavía queda camino por recorrer en materia de consumo sostenible.

El uso de energías renovables o la adquisición de productos locales o de temporada son asignaturas pendientes para la sociedad. Y es que, según los datos, los canarios tan solo califican con un 6,5 sobre 10 la importancia de los criterios ambientales a la hora de tomar decisiones de consumo. Para siete de cada diez encuestados (76,3%), el coste económico de este tipo de productos influye directamente en su voluntad de tomar conductas más sostenibles y respetuosas con el planeta.

La crisis climática requiere de un cambio de hábitos, pero no todas las personas están dispuestos a asumir ese compromiso. Así, el 60,8% de los canarios cree necesario reducir el nivel de confort de las personas en beneficio del medioambiente, un comportamiento más común entre los mayores de 65 años (70,7%) que entre los menores de 30 años (41,2%). Sin embargo, a la hora de actuar no se observa una gran disposición a cambiar de hábitos para reducir la huella ambiental: aunque el reciclaje o el consumo responsable de energía y moda son las prácticas más extendidas, los canarios son más reacios a tomar medidas en lo relacionado con la movilidad o el turismo.