Edgar Lungu tomó posesión y pide estabilidad en Zambia
Ha ordenado una investigación sobre la violencia posterior a las elecciones
EDDC.NET / Madrid
Zambia inició con la asunción presidencial de Edgar Lungu, una nueva etapa en su vida política que a su vez es continuidad de la herencia dejada por el fallecido mandatario Michael Sata.
Durante la ceremonia, celebrada en el estadio de Lusaka, Lungu hizo un llamado a la unidad nacional “cuando la temporada de elecciones terminó”.
Lugu, del partido Frente Patriótico (PF) ganó con el 50,35 por ciento de los votos escrutados en los comicios del pasado 11 de agosto, lo que la oposición trató de impugnar pese a que observadores internacionales calificaron la jornada de legítima y creíble.
En el acto oficial a estadio lleno, donde también tomó posesión de su cargo su compañera de fórmula para la vicepresidencia, Inonge Wina, el reelecto presidente afirmó que a lo largo de su gestión se desarrolló la infraestructura zambiana.
Todavía tenemos gran cantidad de asuntos pendientes, subrayó Lungu, quien dijo estar convencido de “vamos a empujar aún más vigorosamente para consolidar nuestra agenda de desarrollo transformador”.
También se refirió a una ‘revolución verde’ para lograr la seguridad alimentaria y además anunció que nombrará a una investigación para determinar la causa y los autores de la violencia posterior a las elecciones.
Unos 6,7 millones de zambianos fueron llamados a los comicios, muy reñidos, en los que Lungu volvió a derrotar a su principal rival Hakainde Hichilema, del Partido Unido para el Desarrollo Nacional (UPND).
Zambia, segundo productor de cobre de África, llegó a la jornada electoral de agosto en medio de una crisis económica por los bajos precios de las materias primas.
Una situación que provocó el cierre de minas y el aumento del desempleo; a lo que se sumaron la escasez de energía y el encarecimiento de los alimentos.
Y al igual que otras naciones del cono meridional del continente, Zambia se vio afectado por una sequía que la Organización de las Naciones Unidas describió como la peor en 35 años.
