El asesor fiscal Murli Kessomal al que la Fiscalía pide dos años de cárcel por evasión de impuestos, tiene un enorme prestigio social en Las Palmas

Profesor universitario, economista laureado, ex político y asesor de la UD

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

El golpe ha sido duro. Su currículum vitae es impresionante: “Murli Kessomal Kaknani (Tetuán, 1957) es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Laguna, Economista y Auditor Oficial de Cuentas. Es funcionario en excedencia del Cuerpo Especial de Gestión de la Hacienda Pública. Ha sido Profesor de la Universidad de La Laguna, desde 1981 hasta 1989, así como Profesor Tutor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), desde 1981 hasta 1989. Ha impartido docencia en la Escuela Superior de Comercio Internacional y Marketing de Las Palmas y en el Hotel Escuela de Santa Brígida de Las Palmas. En la actualidad es Profesor Titular de Escuela Universitaria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y Director del Máster de Tributación de Empresas de la Fundación Mapfre Guanarteme. Profesionalmente ejerce como asesor fiscal. Desde 1987 hasta 2011 ha sido socio-director de la firma Murli & Asociados y, a partir de 2011, Socio-Fiscal de Deloitte. Asimismo, es conferenciante habitual y autor de diversos artículos en revistas y coautor del libro ‘La actividad comercial’.

“Ha desempeñado el puesto de director general del Tesoro y Gestión Financiera del gobierno de Canarias y Asesor de la Caja Insular de Ahorros de Canarias.

Es miembro del Ilustre Colegio de Economistas de Las Palmas, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) y de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF). En ésta ha sido delegado autonómico de la zona de Canarias y vicepresidente Nacional. Es miembro del Consejo de Redacción de la Revista ‘Hacienda Canaria’”.

Por eso su implicación en esta denuncia por parte de Hacienda y su posible sentada en el banquillo ha dejado a muchos estupefactos, incluyendo la defensa en las redes de su inocencia de expertos en el sector. Por eso la expectación es grande ante una condena que sería como un jarro de agua fría para los que lo conocen y sobre todo por las implicaciones que tiene.

Ha sido además asesor financiero de la UD Las Palmas, con todo lo que eso significa en la sociedad grancanaria y por ello tuvo hasta su repercusión mediática. Incluso el periódico La Provincia le hizo un retrato biográfico entusiasta, de esos que dejan huella y donde lo llamaron ‘El isletero de los impuestos’.

En dicho artículo, publicado el 18 de diciembre de 2011 se decía lo siguiente: “el día que Murli Kessomal (Tetuán, 1957) pisó por vez primera Gran Canaria no pensaba que terminaría teniendo un despacho propio, se asociaría con la multinacional Deloitte y asesoraría en materia fiscal a los grandes empresarios de la Isla. Como ocurriría con cualquier niño de diez años, aquel 2 de octubre de 1967 el comienzo del curso escolar dos días más tarde, estrenando colegio, compañeros y lugar de residencia le mantenían en estado de shock.  Hasta ese momento había pasado prácticamente toda la vida en Ceuta. Su padre se dedicaba al comercio y se adelantó un año a la familia para ir abriendo brecha en el negocio y en el barrio.

Kessomal se hizo isletero en las calles cercanas a la de Los Claveles y entre los muros del colegio Tauro. De allí saltó a hacer el Bachillerato al instituto Tomás Morales y curso tras curso iba comprobando cómo los números se le ponían delante para que los pusiera en orden y resolviera cualquier problema que pretendieran presentarle. Así hasta la fecha. Sigue rodeado de cifras en un despacho de músculo, a la vieja usanza. Papeles ordenadamente amontonados que esconden los grandes secretos de los prohombres de la empresa grancanaria.

Está casado y tiene dos hijos que, en mayor o menor medida, se mueven cerca de las huellas que ha dejado a lo largo de su vida. Murli Kessomal estudió Empresariales. Su hijo (26 años) estudia una administración de empresa con especialización en hostelería en Lausana (Suiza). Su hija (24 años) terminó Administración y Dirección de Empresas en Madrid y este año está haciendo las prácticas necesarias para obtener el título.

El primer empleo lo vio vestirse de docente en la Universidad de La Laguna. Arrancar en el mundo laboral le llevó a posponer ‘sine die’ la conclusión de su tesis doctoral. Aprobó las oposiciones para el Cuerpo Especial de Gestión de Hacienda, de donde lo rescató el gobierno canario de Jerónimo Saavedra para convertirlo en director general del Tesoro y Gestión Financiera con 27 años. Poco después decidió abrir despacho y hasta la fecha. Terminó por abandonar la docencia y se metió de lleno en su negocio.

Así pasa la vida del niño Murli que llegó en el barco de Cádiz el 2 de octubre de 1967. “De aquí no me sacan si no es con las patas por delante”, dice riendo”. Nunca mejor dicho.