Un bloqueo injustificable que perjudica a Canarias
Mohamed Jamil Derbah (*)
La reciente paralización en el Congreso de una enmienda que proponía utilizar los fondos de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) para la construcción de vivienda en las Islas es una decisión que, como empresario turístico y ciudadano canario, considero profundamente perjudicial para nuestra comunidad. La crisis de vivienda que atraviesa Canarias es una de las más graves que hemos enfrentado, y contar con una herramienta que podría haber sido clave para aliviar esta situación nos coloca frente a una oportunidad perdida.
Utilizar los fondos de la RIC, que están destinados a la inversión en Canarias, para impulsar la construcción de viviendas era una medida lógica y necesaria. No solo hubiera permitido abordar la creciente demanda de vivienda en las Islas, sino que también hubiera generado empleo en el sector de la construcción, un motor económico crucial para nuestra región. La falta de vivienda asequible, sobre todo en zonas turísticas como Tenerife, afecta directamente a la calidad de vida de los ciudadanos y, a su vez, impacta negativamente en la competitividad de nuestro sector.
Es importante entender que esta no es una cuestión aislada de uno u otro sector, sino un problema transversal que afecta a todos los ámbitos de nuestra sociedad. Como empresario del sector turístico, soy testigo del impacto que tiene la escasez de vivienda en la capacidad de los trabajadores para acceder a un hogar digno. Esto no solo complica la vida de los residentes, sino que también crea un entorno desfavorable para los negocios, que luchan por mantener una plantilla estable y bien cualificada en medio de una crisis de alojamiento.
En este contexto, el bloqueo de la enmienda impide avanzar en una de las soluciones más viables para aliviar la escasez de vivienda. Los fondos de la RIC, creados precisamente para fomentar el desarrollo económico de Canarias, podían haberse redirigido de forma eficaz para satisfacer una necesidad urgente: la construcción de viviendas que respondieran a las necesidades de la población local. Este tipo de medidas, que buscan resolver problemas reales, deberían ser una prioridad, más aún cuando la crisis habitacional es una de las principales preocupaciones de los canarios.
El debate sobre el procedimiento legislativo es comprensible desde un punto de vista técnico, pero la realidad es que, mientras se dilatan las decisiones, los problemas en las Islas se agravan. El bloqueo de esta medida no solo frena una solución, sino que además mantiene la incertidumbre sobre el futuro de las familias que luchan por encontrar un hogar. En este sentido, la política debe dejar de lado las disputas y centrarse en lo que realmente importa: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Es urgente que las decisiones políticas busquen soluciones concretas a problemas como el de la vivienda, que afectan a todos los sectores de la sociedad. Los canarios merecen un liderazgo que trabaje por el bienestar colectivo y que no se quede atrapado en cuestiones partidistas. Las decisiones que se toman hoy tienen un impacto directo en el futuro de las Islas, y la oportunidad de utilizar los fondos de la RIC para proyectos de vivienda era una oportunidad que no debería haberse dejado pasar.
En lugar de bloquear iniciativas que pueden mejorar la situación, debemos fomentar el diálogo y el acuerdo para encontrar soluciones que realmente beneficien a la población. El tiempo para tomar decisiones urgentes es ahora, y la crisis de vivienda no puede esperar más.
(*) Empresario turístico en Tenerife y presidente y gerente del Grupo de Comunicación Sol de Canarias