Reconocimiento facial en casinos físicos: ¿seguridad o invasión de privacidad?

¿Es el reconocimiento facial en casinos una mejora en seguridad o una amenaza a tu privacidad? Descubre cómo funciona y qué dice la ley en 2025

ELDIGITALDECANARIAS.NET/Madrid

El uso del reconocimiento facial en casinos físicos ha crecido en los últimos años. Y de forma exponencial. Esta tecnología identifica a personas en tiempo real mediante el análisis biométrico de su rostro. Su promesa es doble: ofrecer mayor seguridad y mejorar la experiencia del usuario. Sin embargo, tanto uso ha generado un intenso debate legal y ético. Obtén más detalles sobre cómo las promociones actuales implementan esta tecnología con transparencia.

¿Qué es el reconocimiento facial y cómo funciona en casinos?

El reconocimiento facial es una tecnología de inteligencia artificial. Su trabajo es identificar a personas a partir de patrones únicos del rostro. En los casinos se integran sistemas de cámaras HD, bases de datos biométricas, algoritmos… Todo para procesar la información.

Al cruzar los datos recogidos con listas internas o gubernamentales, el sistema puede:

  • Detectar personas autoexcluidas por adicción.

  • Identificar a individuos con antecedentes delictivos.

  • Reconocer a jugadores VIP para ofrecer servicios personalizados.

  • Prevenir fraudes y suplantación de identidad.

Este tipo de vigilancia automatizada funciona de forma constante. Y sin interacción humana.

¿Realmente es beneficiosa esta tecnología para la seguridad?

En principio, sí. Los casinos tradicionales suelen manejar grandes cantidades de dinero. También atraen a perfiles diversos. Por eso, la seguridad es una prioridad absoluta.

En este contexto, el reconocimiento facial ofrece ventajas clave: prevención de delitos, para detectar rápidamente a personas buscadas o problemáticas, mejor gestión de exclusiones, para evitar que jugadores autoexcluidos accedan a zonas de juego, menos errores humanos, para reducir la dependencia de la vigilancia visual manual, así como una experiencia fluida.

Esto es clave. Los jugadores frecuentes son reconocidos automáticamente con esta tecnología. Todo con la posibilidad de acceder sin tarjetas o documentos. En muchas casas de Las Vegas, Macao o Sídney, esta tecnología ya está presente. Es como se protegen los datos al máximo.

Eso no significa que no haya críticas y debates en todo el mundo

Hay un argumento principal en contra del reconocimiento facial. Y ese es su posible invasión a la privacidad individual, especialmente por el uso de cookies y su activación en las plataformas de casinos. Un ejemplo de ello es la UEE. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) clasifica los datos biométricos como información altamente sensible.

Falta de consentimiento claro, riesgo de mal uso, vigilancia masiva, discriminación algorítmica… Son varios los problemas que presenta el reconocimiento facial. Muchos usuarios no son informados de forma directa y los datos pueden ser compartidos sin permiso o vulnerados. Claro, así se crea un entorno de control constante que puede resultar intrusivo.

La línea entre seguridad y vigilancia excesiva puede ser muy difusa si no se regula bien.

El marco legal sobre el uso de esta herramienta en casinos

En España, el RGPD y la Ley Orgánica 3/2018 de protección de datos regula el uso de esta tecnología. Además, los casinos deben informar a los usuarios del tratamiento biométrico. También deben ofrecer consentimiento y que los datos no se conserven más de lo necesario.

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es la que más se alarma al respecto en el país. Ya ha advertido sobre el uso indiscriminado de esta tecnología, especialmente en espacios públicos. Su aplicación en casinos está permitida. Eso sí, bajo estrictas condiciones.

En otros países, como EE. UU., la cosa es diferente. El marco legal es menos uniforme. Cada estado puede regular de forma distinta. Eso genera inseguridad jurídica para los usuarios.

¿Qué dicen fuera de España y qué se espera este año?

En Australia la cosa va sobre la Comisión del Juego de Nueva Gales del Sur. Esta exige desde 2023 el uso obligatorio de reconocimiento facial. Así se evita el acceso de autoexcluidos. En Singapur, Marina Bay Sands usa IA. Con ella, se ofrecen servicios personalizados de lujo al estilo de la red social TikTok. Todo esto sin vulnerar la privacidad. El objetivo es crear entornos seguros sin sacrificar los derechos.

¿Y qué pasará en 2025? Pues la tendencia apunta a un equilibrio entre tecnología y transparencia. Se explora el uso de IA explicable (XAI). También se buscan registros auditables. Estos pretenden garantizar que las decisiones del sistema sean trazables.

El equilibrio entre la innovación y la ética, en tela de juicio

El reconocimiento facial en casinos físicos es una herramienta poderosa. No hay duda. Bien aplicada, aumenta la seguridad, optimiza el servicio y ayuda a prevenir problemas sociales como la ludopatía. Sin embargo, su uso plantea dudas razonables sobre privacidad y derechos.

El reto para 2025 y más allá es construir un marco legal y ético. Con este se podría aprovechar sus ventajas. Todo sin vulnerar la intimidad del jugador. La clave estará en la transparencia, el consentimiento informado y la supervisión independiente. Para los usuarios, conocer dónde y cómo se utilizan estos sistemas es esencial. Es la forma de decidir dónde jugar con confianza.