Derecho tributario internacional: Una clave en una economía globalizada

Cuando hablamos de derecho tributario internacional, hacemos referencia a la disciplina que busca garantizar una regulación de las relaciones fiscales entre los países

EDDC.NET/Madrid

En un contexto condicionado cada vez más por el proceso de globalización y en un mercado dominado por las empresas del segmento tecnológico con un crecimiento exponencial de las inversiones internacionales, el derecho tributario se ha convertido en un punto de debate en el ámbito económico y político. Las recientes políticas implementadas por la Organización para la Cooperación el Desarrollo Económicos (OCDE), entre ellas, la implementación del impuesto mínimo global del 15% para las grandes corporaciones, son una buena referencia del modo en que esta disciplina evoluciona hacia las dinámicas de una economía fuertemente globalizada. La estabilización del sistema fiscal, la prevención y erradicación de la elusión fiscal o acabar con los refugios fiscales en regiones que cuentan con ecosistemas impositivos más laxos son algunos de los principales objetivos de dichas medidas.

Cuando hablamos de derecho tributario internacional, hacemos referencia a la disciplina que busca garantizar una regulación de las relaciones fiscales entre los países, sobre todo en aquellos supuestos en los que las actividades económicas, las inversiones o los ingresos se producen de fe forma indiscriminada en más de una jurisdicción. Su objetivo más importante es evitar que se produzcan problemáticas como la doble imposición, o lo que es lo mismo, que un único ingreso o activo sea gravado de forma independiente por dos regiones o países diferentes. En definitiva, el derecho tributario se establece como un conjunto de mecanismos para posibilitar un marco que favorezca el comercio así como las inversiones a nivel internacional mediante normativas nacionales moduladas mediante tratados multilaterales o bilaterales.

Principios básicos del derecho tributario internacional

Para una correcta planificación e implementación de acciones en el contexto global, el derecho tributario internacional se apoya en conceptos clave como:

  • La residencia fiscal: Esta establece el lugar geográfico en el que una entidad o persona tiene obligaciones tributarias de acuerdo a su zona de residencia.

  • Fuente de ingresos: Especifica cuál es la región en donde se producen las ventas y, por tanto, facilita que algunos países graven a no residentes por el rendimiento generado a partir de ingresos dentro sus territorios.

  • Tratados fiscales: Determinan cláusulas específicas para evitar que se produzca una doble imposición a través de exenciones fiscales o bien con créditos tributarios para propiciar un contexto de cooperación entre las diferentes regiones.

Una disciplina en constante cambio

El derecho tributario internacional se encuentra en constante cambio y ello se debe, en parte, al proceso de digitalización que está viviendo la economía. Gigantes como Amazon o Google obtienen rendimientos en forma de ingresos masivos en diferentes países de forma simultánea sin necesidad de contar con una presencia física relevante y esto genera ciertas complejidades a la hora de aplicar los modelos fiscales convencionales. En este sentido, propuestas como el proyecto BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) a través de la OCDE, tratan de brindar cobertura ante estas limitaciones. Su finalidad es acabar con los espacios legales que posibilitan que grandes corporaciones puedan llevar sus beneficios a regiones en donde apenas existen impuestos o estos son reducidos.

Una de las modificaciones que ha sido apoyada por más de 130 países es el acuerdo para implementar un impuesto mínimo global del 15%. A través de esta medida se intenta garantizar que estas corporaciones asuman unas responsabilidades justas a través del pago de impuestos mínimo con independencia de cuál sea la región en la que se generen sus ingresos.

La importancia de los convenios

Los convenios se convierten en un instrumento fundamental a nivel jurídico para imposibilitar situaciones de doble imposición. Estos aglutinan un conjunto de normas de forma transparente que determinan qué país tiene prioridad a la hora de gravar ingresos distribuyendo la potestades tributarias entre los Estados firmantes. Al mismo tiempo, como instrumentos normativos, estos convenios impulsan la transparencia así como la cooperación internacional pues también contienen cláusulas específicas que versan sobre el intercambio de información fiscal. Estas disposiciones han ocupado una posición central en lo que respecta a la lucha contra la evasión fiscal, un fenómeno que tiene un gran impacto a nivel global con unas pérdidas anuales estimadas en cientos de miles de millones.

Desafíos en materia de regulación

Más allá de la evolución que se ha producido en la materia a lo largo de los últimos años, el derecho tributario internacional afronta importantes retos. Por una parte, aquellos que tienen que ver con la desigualdad. Por ejemplo, las regiones que se encuentran en vías de desarrollo tienden a presentar una desventaja significativa a la hora de negociar los tratados fiscales pues no cuentan con los mismos recursos materiales que las economías desarrolladas. Al mismo tiempo, la irrupción de las criptomonedas y la economía digital han agregado nuevas capas de complejidad al posibilitar transacciones prácticamente imposibles de rastrear a través de los sistemas fiscales convencionales.

En este sentido, la función que desempeñan los expertos en derecho tributario internacional es muy importante en tanto que intervienen para garantizar que los particulares y empresas cumplan sus obligaciones fiscales al tiempo que utilizan las oportunidades legales disponibles que brindan dichos tratados. Aunque cuentan con un trabajo de interpretación legal importante, sus funciones abarcan mucho más. Por ejemplo, deben ser capaces de prever modificaciones regulatorias que puedan condicionar la situación de sus clientes.