El Real Oviedo pone fin a la etapa de Luis Carrión en el banquillo

La destitución se ha hecho oficial con un comunicado breve pero protocolario

ELDIGITALDECANARIAS.NET/Madrid

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El fútbol no espera, y en Oviedo menos. La paciencia, ya lo sabemos todos, es uno de esos lujos que los banquillos de Primera casi nunca se pueden permitir. Así que, tras una nueva goleada encajada en el Pizjuán, el Real Oviedo ha decidido poner punto y fina a la etapa de Luis Carrión como entrenador del primer equipo. La noticia no sorprende del todo, aunque quizá sí el momento, porque en la previa se pensaba que aguantaría, al menos, hasta que se abriera el mercado de enero.

Un proyecto marcado desde el inicio

La llegada de Carrión al banquillo del Tartiere ya levantó revuelo desde el principio, porque no se puede olvidar que su anterior salida del club, en verano de 2024, dejó heridas abiertas entre una parte de la afición. En aquel momento, rechazó la renovación y se marchó rumbo a Las Palmas, algo que muchos no perdonaron. Su regreso, por tanto, no fue del todo bien recibido, y aunque hubo quien apostó por hacer borrón y cuenta nueva, lo cierto es que la pelota no ayudó a cerrar heridas.

Desde que volvió a sentarse en el banquillo azul, allá por octubre, las cosas no funcionaron. En ocho partidos ligueros no consiguió ni una sola victoria, acumulando cuatro empates y cuatro derrotas, y dejando al equipo penúltimo en la tabla con apenas 10 puntos, y con las apuestas La Liga señalándolo ya como uno de los principales candidatos al descenso. A ese panorama se sumó la eliminación copera frente al Ourense, un rival de Primera RFEF, un golpe que terminó de agrietar la confianza.

Sevilla como punto de ruptura

Aunque la dinámica ya venía siendo claramente negativa y, pese a que el Sevilla partía como favorito en las apuestas, fue el contundente 4-0 encajado precisamente ante el conjunto hispalense lo que terminó de activar todas las alarmas. La imagen ofrecida en el Sánchez-Pizjuán fue preocupante en todos los sentidos, tanto por el resultado como por la falta de respuesta del equipo en el campo. Carrión lo reconoció con cierta resignación en rueda de prensa, hablando de un partido “vergonzoso”, donde “todo salió mal” desde el primer minuto.

Y es que ya en la primera jugada se encajó un gol, luego vino un penalti, otro tanto más y, a partir de ahí, el equipo quedó sin respuesta. Las palabras del técnico fueron sinceras, pero también evidenciaban cierto agotamiento.

Cifras frías que pesan más que las intenciones

Los números no engañan, y en este caso no acompañan en absoluto. Bajo la dirección de Carrión, el Real Oviedo solo ha sumado cuatro puntos en Liga, marcando tres goles en total y quedándose sin ver puerta en casa desde finales de septiembre. Si a eso se le añade que su etapa anterior en Las Palmas ya había sido negativa, con nueve partidos sin ganar, la tendencia se convierte en un peso difícil de levantar.

El equipo, que venía de un ascenso reciente con Paunovic al mando, ha pasado a ser el peor ataque de la categoría, está a cinco puntos de la salvación y ahora tendrá que afrontar lo que queda de primera vuelta con su tercer entrenador de la temporada.

El futuro inmediato del Oviedo

La destitución se ha hecho oficial con un comunicado breve pero protocolario, en el que el club agradece la “profesionalidad y entrega” de Carrión y su cuerpo técnico. Pero más allá de las formas, el foco se traslada ahora a la directiva y, más concretamente, a Jesús Martínez, máximo responsable del Grupo Pachuca, quien tendrá que decidir pronto quién toma las riendas del equipo en este momento crítico.

Suena con fuerza el nombre de Guillermo Almada, y parece que ya hay movimientos para cerrar su incorporación, aunque no hay nada cerrado del todo. El próximo entrenador tendrá que reconstruir la confianza de un vestuario golpeado y reconectar con una afición cansada, impaciente y necesitada de volver a creer en algo que se parezca, al menos, a la esperanza.