
Drago Canarias denuncia la censura de dos artículos de opinión en Gran Canaria
Se trata de los artículos de Héctor Morán, responsable de Organización y Confederalidad de Drago Canarias, para Canarias7; y de Luis de la Barrera, portavoz de Drago Gran Canaria, para Politican
EDDC.NET/Santa Cruz de Tenerife
Tanto Morán como De la Barrera llevaban varios meses publicando estos artículos con periodicidad, pluralidad y normalidad, pero sus respectivos periódicos decidieron dejar de hacerlo, “casualmente” a la vez, este pasado fin de semana
Para Drago Canarias resulta fundamental que en una democracia plena y en una sociedad sana exista prensa libre que no se deba exclusivamente a sus anunciantes
Queremos hacer extensible a toda la ciudadanía canaria que, aún con la voluntad de colaborar en medios de comunicación canarios a través de firmas de opinión, se están produciendo numerosas anomalías, particularmente en lo que respecta a los exponentes de nuestra organización en Gran Canaria; por lo que nos vemos obligados a realizar este comunicado con el objetivo de aclarar los motivos por los que se silencian nuestras voces.
Los artículos que se venían publicando con periodicidad y absoluta normalidad por parte del portavoz de Drago Gran Canaria, Luis de la Barrera, en el medio Politican y por parte del responsable de Organización y Confederalidad de Drago Canarias, Héctor Morán, en el medio Canarias7, no fueron publicados esta misma semana, a pesar de la secuencia normalizada con la que venían haciéndose y fueron presentados a estos medios de comunicación.
Nuestra obligación, como siempre hemos manifestado, es aportar pensamiento crítico y libre con planteamiento político, a una sociedad que presenta un 50 % de abstencionismo en las elecciones, y así lo seguiremos haciendo por las vías que tengamos disponibles. Desconocemos si ha existido presión de los dos partidos políticos que han hegemonizado los supuestos planteamientos progresistas en Gran Canaria, y que administran la mayoría de los recursos disponibles en publicidad para medios, pero consideramos poco casual que los tres bloqueos de artículos de opinión —previos a estos dos, el que sufrió también De la Barrera en su anterior columna en Tribuna de Canarias— que han existido en el último año hacia exponentes de Drago Canarias hayan sucedido sobre nuestros responsables de Gran Canaria.
Consideramos que si otros partidos que gobiernan las instituciones grancanarias quieren tener un discurso más creíble, es mejor opción dedicarse a construirla antes que a dilapidar, anular o señalar a la gente joven de esa isla que dedica sus esfuerzos a mejorarla de forma altruista.
Cuando en los medios de comunicación se hagan planteamientos relativos a la migración forzada de talento, cuando se planteen debates de calidad, participación o desapego de la juventud hacia la política, habrá que decir que es el pago a un sistema caciquil que parece haber vuelto con fuerza a Gran Canaria buscando que sigan operando los mismos que nos ha traído hasta aquí.
No es la juventud, ni la ciudadanía la responsable de la situación, por mucho que los de siempre se repartan los votos del otro 50 %. Si los aprendices de censores o la ética periodística de algunos medios no ha entendido que esa época está dejando paso a otro modelo de sociedad en Gran Canaria y en Canarias es que han aprendido poco todos estos años a la sombra del poder.
No debería ser nuestra tarea, pero no queda otra opción que recordar las obligaciones que tiene una prensa libre, con su código deontológico, en una democracia plena y para una sociedad sana, que no puede deberse exclusivamente a los anunciantes —máxime si el grueso de estos se sustancian en administraciones públicas con evidentes intereses partidistas en la asignación de recursos—, ni tampoco a sus patrocinadores empresariales, sino a la sociedad en la que está enclavada su actuación mediática.
En algún momento haremos públicos los datos de notas de prensa remitidas durante el último año a más de doscientos contactos de medios canarias, y su prácticamente nulo reflejo en cualquier tipo de reseña, por pequeña que fuera —con honrosas y escasas excepciones—. Es, a nuestro juicio, alarmante en cuanto a calidad democrática en Canarias.
También les informaremos sobre el uso que se ha venido haciendo, por parte de las administraciones públicas gobernadas por los partidos políticos de siempre, de la publicidad institucional, patrocinios, contratación exclusiva de eventos o la cobertura mediática de todo tipo de actos con evidentes fines partidistas, que tienen por objetivo interferir en la acción de los medios de comunicación.
Drago Canarias se reafirma en sus principios. Es una responsabilidad clara que mantiene firme nuestra organización: no limitar su opinión, ni modularla a zonas que sean acomodadas para aquellos que han llevado a nuestra tierra a una situación inviable social y medioambientalmente. En ningún caso vamos a adaptar nuestras opiniones y discursos hacia zonas de confort, como hicieron otras alternativas políticas en años precedentes con el fin de tener un mejor tratamiento del statu quo predominante en Canarias.
Consideramos que es la ciudadanía quien ha de tomar la decisión correcta si alguien pretende humillarla, robarle la información desde posiciones dominantes, o utilizar prácticas con reminiscencias de actitudes felizmente olvidadas. En las próximas elecciones podrá expresar en las urnas la opinión sobre cada uno, hablaremos claro, para la ciudadanía el máximo respeto.
Seguimos en la brega para que Gran Canaria y Canarias tengan una alternativa sin mordaza, ni periodística ni política.