El Cabildo atiende a 130 menores en los tres meses de arranque del servicio (GC)

El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha un Servicio Insular de Atención Psicoeducativa Infantil por Violencia de Género que en sus tres primeros meses ha atendido a 92 madres y 130 menores de 3 a 18 años cuyas principales secuelas son las pesadillas, depresión y, sobre todo, la normalización de la violencia en todos los ámbitos. Se trata de un recurso que gestiona la Cruz Roja con un equipo de 4 psicólogos y 2 educadores sociales con una financiación de 600.000 euros hasta 2022 con cargo al convenio entre la Institución insular y el Instituto Canario de Igualdad. Las dinámicas se llevan a cabo en las sedes de la Cruz Roja en La Aldea, Guía, Teror, Telde, Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana y, en el caso de Las Palmas de Gran Canaria, en el Centro Insular de Juventud de San Antonio del Cabildo, además de coordinar la cesión de dependencias municipales en donde la Cruz Roja no posee instalaciones propias, explicó la consejera de Igualdad del Cabildo, Sara Ramírez.  Las atenciones presenciales comenzaron el 1 de julio y desde entonces sus profesionales han prestado 129 atenciones psicológicas y educativas a menores, así como 257 dirigidas a madres u otras personas allegadas, es decir, un total de 386 sesiones.  Los especialistas aplican enfoque de género y trabajan en dos líneas principales, la primera centrada en la intervención psicoeducativa sobre las secuelas de la violencia de género que presentan los menores y la segunda en el trabajo con las madres o figuras de referencia para facilitar pautas psicoeducativas y de apoyo en su rol de referente “para darles la oportunidad de tener una vida plena”, señaló la directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero.  Los expertos señalan que este enfoque global resulta básico porque, salvo en situaciones muy concretas, es importante vincular a las madres en la asistencia, ya que juegan un papel imprescindible en la recuperación de sus hijos, de ahí que reciban acompañamiento en su propio proceso y en la toma de consciencia de cómo la violencia de género ha podido afectar a los menores y reducir su grado de vulnerabilidad, precisó el presidente de la Cruz Roja en Canarias, Antonio Rico. La intervención psicológica con menores utiliza terapias de juego, herramienta poco intrusiva para abordar la sintomatología asociada a la violencia en el seno familiar, que se manifiesta también con traumas y ansiedad, resaltó la coordinadora del equipo técnico, la psicóloga Gloria Farías. Tanto Sara Ramírez como Kika Fumero subrayaron que Cabildo y gobierno de Canarias monitorizarán la carga de trabajo del Servicio ante el posible aumento de casos derivados de la crisis económica y el confinamiento, circunstancias que elevan el estrés familiar y propician el fatal caldo de cultivo para situaciones de violencia familiar. “Si tenemos que aumentar la dotación económica y de personal, ambas partes estaremos de acuerdo en hacerlo”, enfatizó Ramírez. Junto a las intervenciones individuales y conjuntas de madre e hijo, que acceden al servicio tras su derivación desde las oficinas de la Red  Insular de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, el programa contempla sesiones grupales previstas para cuando la situación se normalice.