Comprar un motor de segunda mano

Conseguir un motor de segunda mano tiene varias ventajas

EDDC.NET/Madrid

La rotura del motor de un coche es una situación que ninguno queremos vivir, pero que por desgracia puede suceder por muchas causas.

En esos casos lo mejor es acudir a un especialista en motores usados como https://www.motoresdyg.com/, en donde podrán ayudarnos a localizar uno en buen estado para que podamos seguir circulando con nuestro coche.

¿Qué ventajas tiene comprar un motor de segunda mano?

Conseguir un motor de segunda mano tiene varias ventajas y alguna de ellas va más allá del precio.

Precio

El argumento principal para comprar un motor usado es su precio. No hay precios fijos, pero hablamos de un coste de unos 1000 euros contra los 6000 que puede valer uno nuevo traído del concesionario.

Esos 5000 euros de diferencia, que en algunos casos pueden ser 4000 y en otros 7000, son los que hacen que estos motores tengan tanta demanda a pesar de que también tienen sus inconvenientes.

Poder dar una segunda vida al coche

Un coche, sobre todo si tiene pocos años, no solo es su motor. Lleva muchos elementos tanto mecánicos como electrónicos y si ninguno de ellos ha fallado lo mejor es darle una segunda vida a nuestro vehículo.

Eligiendo bien el motor de desguace vamos a poder conducir el coche durante muchos años más sin tener que comprar uno nuevo, cuyos precios han subido de manera espectacular en los dos últimos años, al parecer por las nuevas normas anticontaminación que deben cumplir.

A veces tenemos un coche al que profesamos mucho cariño. Puede parecer raro “querer” a una máquina, pero hay muchos motivos para tener aprecio a un coche, casi todos relacionados con la familia. El coche de nuestro padre, que ya está en las últimas, puede rejuvenecer muchos años con otro motor en mejor estado que el que tiene.  

Disminuir la huella ecológica

Vivimos en una sociedad muy consumista y fabricar coches nuevos produce una huella ecológica enorme.

Los motores usados provienen de coches que han tenido accidentes o averías que sus dueños no han querido arreglar, de manera que cuando compramos uno estamos “salvando” a un motor de terminar en el reciclaje, gastando cantidades ingentes de energía para poder reutilizar todos sus materiales.

Al adquirir un motor que ya ha sido usado en otro vehículo para el nuestro la huella ecológica es casi nula, pues solo hay que sacarlo del coche del desguace, llevarlo al taller y ponerlo en el vano motor, lo que apenas necesita energía.

Los desguaces revisan bien los motores

Comprar un motor usado no significa que paguemos por algo que está roto, ya que los desguaces los revisan e incluso los certifican.

Deben dar garantía de todos estos motores, de manera que antes de venderlos se aseguren de que funcionan a la perfección, evitando así las devoluciones que no son más que una molestia tanto para el cliente como para el desguace.

No es normal que el motor de un coche se rompa, pero a veces pasa. En ese momento no sabemos qué hacer, pero comprar un motor usado en un desguace puede ser la mejor solución si queremos seguir conduciendo nuestro coche durante unos cuantos años más.