La moda de los productos evolutivos: la razón de su popularidad aquí

Son evolutivos aquellos artículos que se van adaptando al crecimiento del niño

EDDC.NET/Madrid

Tener hijos/as implica hacer gastos en productos que van a ir necesitando para cubrir sus necesidades básicas, o que facilitarán hábitos como la alimentación. Padres y madres son conscientes de ello, pero desean que ese artículo que adquieren sea lo más duradero posible. De ahí el boom de los productos evolutivos.

Son evolutivos aquellos artículos que se van adaptando al crecimiento del niño. Presentan los ajustes necesarios para poder ir activándolos a medida que cambia su morfología, de manera que pueden ser utilizados durante un tiempo prolongado.

Pero someterlos a un uso dilatado en el tiempo debe implicar que el producto sea de calidad. De poco serviría comprar una trona pensada para aguantar hasta prácticamente la adolescencia si no es lo bastante robusta o no tiene buenos acabados.

En caso de no contar con la calidad suficiente, el deseo inicial de ahorro que suele motivar la compra de este tipo de productos, no se verá satisfecho. Más bien al contrario, habrá que gastar más de lo esperado en otro producto que haga lo mismo.

Tronas de bebé

Las tronas evolutivas se pueden encontrar en sitios como tronabebe.online, donde explican que se caracterizan por tener diferentes funciones ajustables que se adaptan a la altura y el peso del niño. Están hechas en diferentes materiales según el modelo, aunque en los modelos evolutivos sobresale la madera.

Lo ideal de las tronas evolutivas es que tengan las funciones suficientes como para promover la autonomía del niño llegado el momento. Es decir, que se puede subir y bajar solo a la trona para comer sin que los padres tengan que intervenir en todo momento.

Modelos que lo permiten son Timba de Safety 1st, Beta Plus de Hauck y Tripp Trapp de Stokke, por ejemplo. Cuentan con reposapiés ajustable que servirá a modo de escalera. Además, la austeridad de su diseño huye de la estética propiamente infantil que puede cansar, luego son modelos pensados para formar parte del mobiliario del comedor durante años.

Sillas de coche

Las sillas para el coche están en los productos más caros que se pueden encontrar para un bebé, y dado que deben presentar todas las garantías de seguridad, difícilmente se pueden heredar. Los niños deben usar estos sistemas de retención infantil hasta que alcanzan los 135 cm, y siempre adaptados a su altura y su peso. Para no tener que comprar una silla nueva, muchos padres optan por modelos que abarquen varios grupos de edad.

Esto de los grupos de edad se sigue usando como referencia en el mercado, aunque solo la normativa ECE R44/04 clasifica las sillas por grupos: 0, 0+, 1, 2 y 3. Respectivamente, hablamos de sillas que aguantan hasta los 10 kilos, los 13, los 18, los 25 o los 36. Es decir, desde los 0 a los 12 años aproximadamente.

Pero la normativa ECE R44/04, aunque está abocada a desaparecer, convive en la actualidad con la R-129 o i-Size, que simplifica todo esto de los grupos y e introduce el parámetro de la altura del niño. Incorporan un único sistema de sujeción al coche válido, el isofix, e introduce la obligatoriedad de que los niños viajen a contramarcha hasta, al menos los 15 meses, aunque luego seguirá siendo recomendable.

El mercado vende indistintamente sillas adaptadas a ambas normativas, y de momento se pueden comprar con cualquiera de los dos sellos. La seguridad queda garantizada con la debida homologación y el buen uso, así que lo que más preocupa a los padres es que dure. La decisión se suele decantar a favor de sillas que abarcan los grupos 1, 2 y 3 o incluso 0, 1, 2 y 3, ya hablemos de homologación ECE R44/04 o i-Size.

Triciclos de paseo

Muchas sillas de paseo aguantan hasta los 15 kilos, un peso que los niños suelen alcanzar alrededor de los tres años. Otras aguantan más, hasta los 20, los 22, los 25 e incluso más, de manera que una silla de paseo tiene que ser evolutiva por definición. Más aún si está homologada para usarse desde que el niño es recién nacido, lo que incrementará el tiempo de uso.

Todas las sillas presentan ajustes para la adaptación, especialmente en lo que al arnés de seguridad se refiere. Sin embargo, hay algunas que llevan a otro nivel tal evolución, y se convierten en dos artículos en uno. Así sucede con los triciclos de paseo, concepto que venden modelos como Aveo de Kinderkraft.

Puede servir hasta los cinco años y tiene pedales incorporados. Mientras el niño aprende y no a usarlos, son los padres los que lo manejan haciendo uso del manillar, a modo de silla de paseo. Llegado el momento, la estructura se puede retirar para que dejar que el niño pedalee solo.

Los productos evolutivos no solo presentan la ventaja del ahorro. Los niños desarrollan apego por lo que consideran suyo, de forma que la trona o el carrito de paseo forman parte de su mundo y conforman los lugares donde se sienten cómodos. No tendrán que renunciar a ellos a cierta edad, aunque insistimos en que para ello hay que elegir bien.