Monólogos de tómbola

Salvador Barnés (*)

El tiempo y las excusas que se dan parece que son los mejores aliados de este gobierno. Al ciudadano hoy se le ha dado una ración considerable de soporíferos cuando quiere interpretar esos monólogos sin fondo y tediosos que airean los popes políticos, y que lo único que consiguen es que la audiencia se duerma como lirones.

Se está haciendo una severa y descarada limpieza en las elites de los despachos del poder, levantando alfombras y metiendo debajo de ellas todo lo que es inexplicable actual, lo ocurrido en el pasado inmediato y el resultado ya pensado que se tiene para el Día Después, porque toda la opinión publica apunta y se pregunta estas situaciones que van al mismo sitio.  ¿Que ha pasado con los tets sanitarios que se iban a traer?. O acaso no es de peso el que llevemos mas de 13 mil muertos y mas de 200 mil infectados para que se le tenga mas apremio y consideración a este contagio, para poder así  empeñarse en realizar las cosas en su perfecto orden sin falsas promesas, y no hacer tantas cosas en plan  parvulario sobre esta catástrofe Nacional.

A veces se puede pensar de que somos un país que nos patinan las meninges  (cosa que no creo) o tenemos unas tragaderas colectivas desaforadas, porque no se puede pensar otra cosa. Desde los hechos que han pasado, los otros y los de mas allá, hemos vivido en una soberana mentira, no se si pensar que ha sido piadosa, por eso de la España de ‘María Santísima’, o aceptar que ha sido una mentira colectiva que se da a todos aquellos ‘palizas’ de ciudadanos que siempre arremeten contra el gobierno, sea quien sea, pensando siempre que ellos lo harían mejor, y  en replica a contestar,  se suman al refrán español que dice “al que pregunta, mentiras con él”.

Lo confuso de la política del momento es que se esta pidiendo un gobierno de emergencia nacional. Pero para estar pidiendo esto como se pide en muchos núcleos políticos del país, hay que estar convencido de ello, no sirven las rabietas, no creo que lo quieran hacer como se presume que se hacen estas cosas, improvisando por la premura, entrando en esa chapuza que nos avala en tantas cosas.

No es tiempo del despiste, del engaño, del hoy no, mañana. Nunca vemos un proyecto grande como grande es nuestro País, les gusta estar en esa melé de tapujos, apaños, apósitos, tinglados, pero en efectivo no hacen nada, ni buscan  el sello de tener una continuidad que vaya creciendo. Eso es lo que esta pidiendo la parroquia, que haya efectividad política en España, a ver si de una vez por todas dejamos de tener políticos que estarían mejor en la repisa de una tómbola.