Ediciones Idea publica la obra de Maximiano Trapero y Eladio Santana Martel, ‘Diccionario de Toponimia de Canarias’

Esta obra se presenta en tres volúmenes y consta de 2.500 páginas

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife 

La lengua que hablaron los primitivos habitantes de las Islas Canarias se perdió del todo, pero quedan en la toponimia actual de las Islas muchos nombres de aquellas lenguas (muchos más de los que pudiera suponerse) que siguen vivos y que representan la singularidad mayor del patrimonio lingüístico canario en el conjunto de España y del mundo hispánico.

Tres son los tipos de información que se contienen sistemáticamente en cada artículo lexicográfico de este Diccionario:

La geográfica, diciendo el tipo de accidente o accidentes que nombra cada término toponímico, así como la situación precisa que ocupa dentro de cada isla y su pertenencia al municipio correspondiente.

La histórica, en el caso de que el tal topónimo tenga antecedentes históricos, cual puede ser el de una acción durante la conquista o el de un acontecimiento relevante posterior; y la lingüística, pretendiendo en cada caso dar una interpretación filológica al nombre, cunado existen elementos que permiten esa interpretación.

No se hace aquí filología de gabinete, sino filología de campo, amorosamente apegada al terreno, y el resultado es la extraordinaria combinación de erudición libresca y curiosidad viajera que encontrará el lector en estas páginas, y que tanto recuerda a los mejores frutos entre nosotros de la escuela institucionista (o pidalina, si se prefiere).

Como obra monumental y novedosísima ha de calificarse este Diccionario de guanchismos de Maximiano Trapero y Eladio Santana Martel, y que confirma lo dicho por Alejandro Humboldt  a finales del siglo XVIII: que el único monumento vivo para esparcir un poco de luz sobre el origen de los guanches es su lengua.