El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Melchior, declara en la Fiscalía Anticorrupción

La causa que nace de una demanda laboral complica la situación del presidente

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

Ya es indefendible. La posición política de Ricardo Melchior al frente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife se tambalea al conocerse que ayer comparecía ante la Fiscalía Anticorrupción y ser sometido durante más de cuatro horas a un durísimo interrogatorio por parte de la fiscal María Farnés.

Melchior que se ha pavoneado por toda la AP afirmando que no lo iban a llamar, porque tenía a todos ‘cogidos por los…’, vio como se derrumbaba su soberbia y su chulería, inexplicables ante el temporal que le rodea ante su cese a cuenta de pactos entre Clavijo y Antona, al recibir la citación y verse en el juzgado declarando sobre una causa penal que surgió cuando un juez de lo social apreció indicios de delitos en una demanda laboral que lo enfrentaba a una trabajadora, que ha sido castigada de manera tiránica durante meses y que se ha pasado día tras días encerrada en un sótano y presionada por la guardia pretoriana de Melchior, formada por funcionarios y sindicalistas agradecidos, que ensucian la dignidad de su labor en esta empresa pública.

El presidente, con cara de acabado y bastante ‘tocado’, necesitó del auxilio de su jefa de gabinete, no la ‘amiga’, sino la formal y la jefa de los servicios jurídicos, porque teme que lo encuadren y lo dejen ‘muerto en la bañera’.

La causa se ha abierto, no se dejó en la papelera y el presidente de la Autoridad Portuaria ve como se esfuman sus pocas posibilidades, a pesar del silencio mediático y los apoyos de algunos periódicos, que deben callar sus ‘tropelías’ a cuenta de mantener a este faraón decrépito y colérico, convencido que Egipto sigue vivo y que todas las momias aún tienen  un hálito de vida, como las que moran en una emisora santacrucera, que mira con miedo la caída de su mecenas. Se va a acabar el parné, mano.