El Cabildo de Tenerife contrató irregularmente varios ‘swaps’ por valor de 188 millones de euros

El quebranto a las arcas insulares ha sido de 13 millones de euros

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife

No se puede decir ni más claro ni más alto. Esta es la auténtica cara del Cabildo de Tenerife, esa que disfrazan gabinetes de prensa, sociedades insulares y demás mecanismos, algunos bastantes deleznables y cuyo reflejo suelen eludir los medios de comunicación.

Una cara que buscaba beneficios económicos, agarrarse a los mecanismos especulativos que ofrece una Banca alejada de los ciudadanos, de los que menos tienen, y entregada a sus balances, a sus cuentas, a sus tarjetas, a sus beneficios. Esa cara que no engaña a nadie cuando se le quita la mascara.

Primero la que forjó Ricardo Melchior, que es la que construye el lanzarse en manos de estos productos financieros, que tanto daño económico y social han hecho. Y la cantidad marea por sí misma, 188 millones de euros. Eran los tiempos en los que Ricardo o como lo llamaba un periodista sin principios, ‘Papa Noel’, aunque luego le pidió perdón, buscaba solventar su gestión irracional, plagada de irregularidades, lanzada a la mayor deuda pública que conoció el Cabildo en su historia.

Y ahí estaban los ‘swaps’. Tres bancos. Caja Canarias, BBVA y La Caixa. Amigos de esos caminos que siempre se transitan en la oscuridad. Los expedientes de los contratos llenos de omisiones y de olvidos interesados. Hay que firmarlos y punto. Siempre pagaremos. Y que se fastidien los tinerfeños.

Ese era Ricardo. Pero no estaba solo. Sin la ayuda del ya, por fin, aleluya, jubilado, José Antonio Duque, secretario general del pleno, servidor de galletitas al presidente, para que la vida siempre le sonría. Que no ejerce y si lo hace, es para que todo ruede sin problemas.

Pero lo mejor es que se contrataron en los malos tiempos de la crisis. 2010-2011. No cuando todo era un paraíso bursátil. Ambos Ricardo y su secretario galletero no miraron el euribor y sus fluctuaciones, siempre nos quedara algún oscuro catedrático que nos ampare y sino existe, lo inventamos.

Y los contratos financieros, ‘swaps’, condenados en todos los juzgados a donde los llevan y que incluso han llamado la atención  del Consejo Consultivo, salieron adelante, con Ricardo y luego con Carlos Alonso, que es quien se ha comido todos los problemas que le dejó su antecesor.

En 2015 comienza el follón y el esclavo económico de Alonso, Juan Carlos Pérez Frías, que ejerce de alabardero contable, va pidiendo informes a medida que los bancos aprietan, porque saben que les va a caer un maná. Y las cosas se complican.

Y lo hacen porque el interventor redacta un informe demoledor, espectacular, de esos que serán en breve historia, que deja claro lo que van a suponer estos contratos: un quebranto económico de 13 millones de euros, que van de las arcas de todos los tinerfeños a los saldos de los bancos. El interventor que no deja títere con cabeza, deja a Ricardo y a Carlos en la cuneta más absoluta. Y de paso al secretario galletero, que emite un informe, como no, suavemente, bésame, que voy a lavarles la carita a los dos. El interventor lo dice claro, respeto a Duque pero difiero de su interpretación jurídica.

¿Qué nos queda? Ir al Consultivo. Y si la cosa se pone fea, le queda a Carlitos el belga, levantar el reparo junto a todos los consejeros socialistas. Mal asunto. Porque si el Consultivo hace lo mismo que unos ‘swaps’ que contrató un Ayuntamiento grancanario, pues el caminito conducirá a Fiscalía, que es al parecer el último batallón que nos queda a los ciudadanos para defendernos de estos ‘jetas’.

Al fondo, muy al fondo, los que han cambiado para siempre el Cabildo. Los chicos de Podemos que poco a poco han ido marcando este territorio hostil a la ciudadanía. Dicen que hoy contaran un presunto desfalco en el Recinto Ferial. No nos extraña. El Cabildo ya no es la casa de todos los tinerfeños, sino la cueva de Alí Alonso y los 40…ustedes ya conocen su profesión. Solo les resta completar esos tres ‘swaps’, perdón, puntos.