Senadores españoles se reúnen con guerrilleros de las FARC

El tinerfeño mantuvo un encuentro de varias horas, con el expresidente Álvaro Uribe

EDDC.NET / Bogotá

Los componentes de la misión diplomática española, formado por los senadores Antonio Alarcó, Dionisio García Carnero y Jokin Bildarratz, prosiguen su viaje por Colombia, donde se encuentran en calidad de observadores del proceso de paz entre gobierno y las FARC.

En las últimas horas han mantenido diversos encuentros con distintas facciones del grupo armado colombiano, en la bautizada como zona de transición, en el Consejo Interno de San José.

“Ha sido una experiencia que en parte nos ha agradado y por otra nos ha desgarrado, como conocer en primera persona, casos muy duros de familias separadas por una lucha que comienza a ver su fin”, señala Alarcó, que habla del caso de una guerrillera miembro de las FARC llamada Amelia, con tres hijos que ha dejado con su madre y que pertenece al grupo armado desde los doce años.

En el campamento, cercano a la frontera con Panamá y conocido como Apartadó, conviven miembros de las FARC, las Naciones Unidas y el propio ejército de Colombia, en “un ambiente de tranquilidad y entendimiento”, señala el senador tinerfeño.

“Nuestra misión-señala Alarcó- es la de supervisar el proceso de paz abierto entre el gobierno de Colombia y las FARC, en un momento muy delicado en el que cualquier factor puede resultar determinante para que el proceso abierto alcance buen puerto”.

Antonio Alarcó, Dionisio García Carnero y Jokin Bildarratz, del Intergrupo de los Derechos Humanos del Senado de España, mantuvieron una reunión con el expresidente colombiano, Álvaro Uribe, con quien tuvieron la oportunidad de ahondar en la historia del conflicto y las medidas puestas en marcha durante su gobierno, entre 2002 y 2010.

El mandato presidencial de Uribe se caracterizó por la lucha contra los grupos terroristas y el narcotráfico bajo un programa de gobierno denominado política de seguridad democrática, logrando reducir de 2.282 a 213 casos por año y los homicidios disminuyeron de 29.000 a 16.000.

Al mismo tiempo, el gobierno de Uribe adelantó acercamientos de paz con distintas facciones del conflicto armado en Colombia como el ELN, las FARC y las AUC, tras los procesos anteriores a su gobierno por parte de la Iglesia Católica y otros sectores de la sociedad. De estos acercamientos se generó la desmovilización de grupos paramilitares que incluyó la Ley de Justicia y Paz.