Canarias, a una misma velocidad

Belén Allende (*) 

“Estos días la tarifa plana para el transporte entre islas centra el debate de la opinión pública en el archipiélago. Suena bien y hay quien opine que el debate en sí ya es positivo. Pero la experiencia, durante amargos años de condena al ostracismo cuando los números y las expectativas económicas no salen, provoca que desde las menores accionemos la alarma, porque no estamos dispuestas a dar un paso atrás y a perder derechos consolidados como es el caso de la bonificación que recibimos todos los canarios a través de las OSP, ya que depender de subvenciones es, sin duda, depender de intereses políticos coyunturales y, en eso, siempre salimos perdiendo las islas que no bordamos las cuentas de resultados de las grandes operadoras.

Nos afianzamos en un autogobierno por el que tanto hemos luchado y no podemos dejar de recordar la visión nunca cortoplacista de un referente como ha sido Adán Martín, en su defensa de  una red transcanaria de transportes que uniera a todas las islas, a todos los canarios.

Después de tantos años de autonomía, y a punto de conmemorar otro Día de Canarias, aquí estamos, luchando aún por hacer realidad esa telaraña de nodos, líneas y solidaridades que nos permitan reducir las tres velocidades de crecimiento, de desarrollo, que se dan en este Archipiélago que tiene lejos el superar el espíritu pleitista que algunos se empecinan en mantener para desviar la atención sobre la verdadera realidad que padecen los canarios, de los ochos territorios insulares, y que lastra nuestro presente y futuro.

Nuestro añorado compañero tenía claro cuáles debían ser las políticas estratégicas a aplicar en este nodo transoceánico lleno de inmensas posibilidades que es Canarias. Una tierra que se construye desde la isla y uniendo cada una de ellas y su gente con equilibrio y solidaridad, repartiendo la riqueza, haciendo que todos los canarios gocen de los mismos niveles de bienestar independientemente de donde vivan.

Los indicadores económicos, como ha puesto de relieve el caso de El Hierro, muestran que muchos errores hemos cometido en estas islas con hasta tres velocidades de crecimiento y en las que se dan graves circunstancias relacionadas con los datos demográficos - bajos índices de natalidad, envejecimiento de la población, éxodo de jóvenes cualificados, despoblamiento de los entornos rurales- que debemos luchar por revertir entre todos si queremos que los principios que sustentaron nuestro Estatuto se mantengan y afiancen en el tiempo.

En gran parte, las herramientas para cambiar el actual estado de la economía de los herreños y de todos los canarios pasa, sin duda, por dar un paso revulsivo que modifique de una vez por todas y reduzca los peajes que todos pagamos por unirnos a través de estas autopistas aéreas, marítimas y de carreteras que hemos diseñado entre todos para optimizar nuestras relaciones humanas y comerciales.

Adán trabajó durante décadas para defender los intereses canarios no sólo en Madrid sino en Europa, logrando nuestro reconocimiento como región ultraperiférica. Debemos continuar con la mirada en Bruselas, y en esas estoy segura está nuestro actual presidente, Fernando Clavijo, porque Canarias no sólo merece una consideración singular en materia de transportes sino que, a su vez, se apliquen políticas activas, directas, y marcadamente relacionadas con nuestra realidad insular, desde un desarrollo equilibrado y armónico, que nos permita mirar con optimismo el horizonte desde un territorio único y unido sobre un mismo mar Atlántico que tanto orgullo nos provoca y por el que tanto merece luchar y trabajar.

El transporte es un sector clave de actividad, vertebrador social, generador de empleo y prosperidad y, sin duda, conforma la herramienta más útil que tenemos los canarios para convertir este territorio fragmentado separado por el mar en una tierra única y singular. Y las políticas europeas son las que pueden contribuir a superar los principales retos a los que se enfrentan los sistemas de transporte: congestión de nuestras carreteras y tráfico aéreo, dependencia del petróleo, contaminación, seguridad y competencia de otros mercados en expansión.

Si Europa quiere un Cielo Único y una única red transeuropea de transporte marítimo, también debe entender que debe diferenciar y singularizar políticas en sus territorios ultraperiféricos y de ultramar. Porque nuestras realidades –y ahí entramos desde herreños a gracioseros- son diferentes y lastramos muchos años de retraso en materia de infraestructuras, políticas de monopolios y precios abusivos que merma nuestro desarrollo. Porque, señores si queremos conectar el Viejo Continente, les recuerdo que Europa comienza en el Faro de Orchilla, antiguo Meridiano Cero. Feliz Día de Canarias”.

(*) Presidenta del Cabildo de El Hierro