Es de justicia: el término “miel de palma”, para La Gomera (parte II)

Víctor Chinea Mendoza (*)

El sector de la “miel de palma” no atraviesa su mejor momento. Tras la aplicación de la Directiva 2001/110/CE, los guaraperos están inmersos en una carrera de obstáculos para lograr que este producto emblemático de la gastronomía de La Gomera pueda seguir comercializándose con la denominación que, desde hace siglos, lo hace inconfundible.

En el afán de ayudar a los productores, Coalición Canaria de La Gomera y el gobierno de Canarias (presidido por los nacionalistas) han sido pioneros en la búsqueda de una solución legal al bloqueo que impone Europa. Por ello, el grupo nacionalista del Parlamento de Canarias presentó, en mayo de 2013, la primera iniciativa legislativa, que fue debatida y aprobada, por unanimidad, el 18 de diciembre de ese mismo año.

Desde su presentación, la consejería de Agricultura, Ganadería,  Pesca y Aguas del gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentario, se puso a trabajar. Lo hizo tanto ante la dirección general de Industria Alimentaria del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente como ante la dirección general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea.

El objetivo: que la UE contemplaran alguna excepcionalidad en la directiva comunitaria; la respuesta: el reglamento único para las OCM no contempla una disposición similar para el caso de la miel, por lo que el sirope obtenido de las palmeras no puede ser comercializado con ese término, dado que no estaría cumpliendo con la legislación de la UE.

Por aquel entonces, Jerzy Plewa, director general, planteó la posibilidad de que, aunque no se podía registrar con arreglo al Reglamento de  la UE nº, 1151/2012, sus servicios quedaban a disposición para estudiar esa posibilidad más a fondo. Una predisposición que quedo en el aire, ante la celebración de las elecciones europeas en mayo de 2014 y y la posterior constitución y conformación de la nueva Comisión. 

Tras esos primeros intentos por conseguir una solución para el sector de la “miel de palma”, estoy convencido de que ahora es el momento de alcanzar esa excepcionalidad para el término. Estoy convencido de que es posible, porque que esta batalla política será pronto un triunfo, siempre y cuando todas las instituciones trabajen de manera coordinada, sin que nadie quiere “apuntarse el tanto”.

Es cierto que hay que agradecer la presentación, hace unas semanas de nuevas iniciativas por varios grupos políticos en el Parlamento de Canarias, que tras varias enmiendas a las dos proposiciones no de ley, la negociación finalizó con un acuerdo basado en nueve puntos. No obstante, hay que recordar que todo ello, a colación de la propuesta  realizada por el grupo nacionalista canario. Y es aquí donde me gustaría recordar la importancia de que los responsables políticos tengamos un poco de memoria. No nos olvidemos que cuando se aprobó la directiva europea y, posteriormente, había representación gomera en el Congreso y en el Senado y en ese periodo no ha habido ninguna preocupación al respecto. La única ficha la movió el grupo nacionalista canario, por iniciativa de CC de La Gomera, en el año 2013, con una PNL.

Sin embargo, a partir de ese momento, el Cabildo de La Gomera toma “acuerdo plenario por unanimidad” y, desde ahí, se inicia toda una hoja de ruta. Una hoja que, en ningún momento, se envió al Parlamento de Canarias, sino que ocurrió todo lo contrario.

La máxima corporación insular anuncia la situación actual de indefensión de la “miel de palma” frente  a las instituciones de Bruselas, lo que incluyó una visita a dicha ciudad con el eurodiputado canario del PSOE y un viaje a Madrid con el senador del PSOE por la isla.

En todos estos actos, se prometía solucionar el problema, aunque aún los gomeros esperamos una respuesta que no pasaba por la inauguración de la Casa de la Miel de Palma.

En las últimas semanas, hemos asistido  a la presentación de dos PNL por dos grupos parlamentarios (Podemos y Mixto), donde hemos visto un despliegue y reuniones de los representantes políticos por La Gomera, como si ellos no hubiesen tenido nada que ver con las infructuosas negociaciones durante los últimos años.

Ahora, han defendido en el Pleno del Parlamento de Canarias la PNL del 17 de febrero del presente año, como si fueran caras nuevas, cuando eran quienes ostentaban la presidencia del Cabildo Insular y la consejería de Agricultura y Política Territorial del Cabildo Insular de La Gomera.

Es ahora cuando después de varias notas de prensa, la realización de preguntas orales y la publicación en los medios de comunicación vienen a prometer una solución. Menos soluciones y más trabajo coordinado. Ese será el éxito para nuestros guaraperos y para nuestra “miel de palma”.

(*) Director general de Emigración del gobierno de Canarias.