Paco Déniz se ‘desmelena’ e insulta a Cejas por la licencia para un hotel cerca de donde él tiene su apartamento de playa

Foro contra la Incineración

Lo mío puede que sea envidia, no les digo que no, porque en mi casa trabaja hasta el gato y con la edad que tengo no puedo ni plantearme tener un apartamento en la playa como Paco Déniz y otros muchos progres ‘ecosocialistas’ que en esta tierra son y han sido.

Los hay que hasta les gusta disfrutar de chalet franquista en las mismísimas Cañadas del Teide, por herencias familiares y demás me supongo yo. Me conformo con terminar de pagar ¡algún día! la que tengo en La Laguna y para de contar. Hasta el otro día me enteré de que un compañero de luchas al que siempre he respetado, entre otras cosas por su visión patriótica del terruño isleño, tenía algunos miles de acciones de la compañía Telefónica Nacional de España.

En fin, otra cosa que ni se me ha pasado por la cabeza tampoco, más que nada porque no entra dentro de mis posibilidades ni de mis intereses vitales, pero que respeto pese a mi ingenua sorpresa.

Y yo, francamente, no recuerdo haber visto a Paco Déniz indignado realmente por nada. Es más, sus artículos que se publican todos en el periódico que controla ahora Zerolo, donde mismo publican Andrés Chaves, Arcila y demás, suelen tener un tono como chistosillo, no sé si me entienden, como del que está por encima del bien y de mal y tampoco necesita ni mojarse mucho en nada. Una cosa como para estar pero sin estar.

Ni recuerdo yo ver a Déniz, el Maceta, preocupado jamás por la gestión de los residuos, pese a que técnicamente es casi vecino de Tajao aunque no tanto como Manolo Marrero que es del barrio, se puede decir, y que se paseaba por allí en bermudas cuando uno bajaba para abajo un fin de semana sí y otro también a la brega por la que él nunca se rozó.

Pero él sólo quiso ser diputado y se llevó un palo de muy padre y señor mío, el que lo consiguió ahora sin primarias ni cosa que se le parezca y sin necesidad de mover un dedo porque la foto de Iglesias hizo el trabajo por él, fiel empleado de Cepsa, siempre se despachó a gusto con los que una vez tras otra denunciábamos la contaminación de la refinería -a nosotros también nos tocó algo- y a los que la Justicia por el momento nos va dando la razón.

Pero Alberto siempre tuvo claro que primero estaban su puestito de trabajo y después, mucho más después, la salud de sus vecinos y el asuntillo del piche en todo la costa sureste de Tenerife, con lo que me dirán ustedes si en Cepsa estarán encantados con la elección que hemos hecho el pasado 20 de diciembre los chicharreros, entre otros.

Vamos, que ‘activista social’ y tal sí, pero para lo que les interesa no más y vaya si esa política les ha salido bien que casi todos tienen sus carguitos ya. Hasta el que se fajaba con los maderos cada vez que procesionaban el pendón de la conquista por La Laguna justificaba que su compañero de filas se uniera al desfile una vez que pilló una tetita, con lo que me dirán ustedes qué puede esperar uno de todo esto ya.

Por eso me hace gracia que el Maceta, siempre tan comedido y/o simpaticón, se le lance al cuello al Cejas de esta manera por dar licencia para un hotel en un solar que lleva toda la vida vallado de mala manera al final de la playa de La Tejita. No sé si será lo de la inmunidad como parlamentario lo que le habrá llevado a lanzarse a la brega de esta manera o, más bien, su mosqueo porque su lugar de playa de fin de semana y de fiestas de guardar se le pueda llenar de terroríficos guiris de esos que terminan por llenarlo todo de cemento frente a sus apartamentitos hechos de caña y paja, será.

¡Imagínense a toda la clase trabajadora, con la que éstos se identifican tanto, con su apartamentito en la playa lo que sería o quedaría de nuestras costas! Y no te lo pierdas porque éstos, que no se les ha visto nunca decir nada por toda esa ristra de hoteles que han ocupado la primera línea de playa, privatizándolas en algunos casos, en toda esa costa oeste de la Isla; en nada nos estarán llamando a la movilización en la calle para que vayamos a parar el hotel del defenestrado Cejas en La Tejita, en medio de un espacio ya urbanizado y donde buena parte de la progresía isleña y demás ya tienen su apartamentito desde hace años.

¿Que me parece a mi razonable que se haga un hotel, o una hilera de apartamentos cuidado con eso, en ese lugar? Pues no porque lo veo pegado a la playa y casi metido en el mar. Pero vamos, ni más ni menos que en Alcalá, en Abama, La Caleta de Adeje, Los Gigantes y un largo etcétera de situaciones igual de sangrantes que se vienen dando por ahí.

¿Por qué en La Tejita no y en el resto de Canarias sí? Francamente, que se movilicen el Maceta y los otros que están defendiendo sus propiedades de la invasión extranjera, no es mi caso, y que nos expliquen a todos de dónde van a sacar las perras para indemnizar al promotor que tiene sus derechos, que tampoco Antonio Cabrera hizo por quitárselos cuando estuvo en el gobierno local, y que seguramente estará encantado de que le paren y le indemnicen por un proyecto que yo, francamente, no veo nada claro en ese sitio ni en ninguno a poco que se pacifique un poco la cosa en el norte de África, que lo que nadie cuenta es que para lo intereses del negocio turístico canario -o foráneo afincado en Canarias- esto del ‘terrorismo yihadista’ nos ha venido de perlas, ya veremos qué pasa si lo atajan.

Aunque yo, que no invierto en bolsa, ni en apartamentos, ni en nada de eso de negocios no entiendo, pero sobre asuntos de listillos, trepas y aprovechados me estoy haciendo mi tesis también, como el Maceta que se autodenomina ‘activista’ y el hombre hizo su tesis sobre el ‘activismo’ o movimiento estudiantil canario.

Vamos, que de un solo cañonazo se cargó a dos pájaros y consiguió sentarse primero en la Universidad, a vivir a cuerpo de rey, y más tarde en el Parlamento de Canarias a viajar gratis para asuntos particulares a las costillas de todos nosotros y hasta pidiendo bonos hasta para el tranvía pese a sus dos sueldos. Chiquito fenómeno, y ahora quiere que vayamos a partirnos la cara a defender la idiosincrasia de su apartamentito en la playa y ya les digo yo que le van a salir voluntarios por miles. No es mi caso, a eso pónganle el cuño también.