Más justicia social

Paulino Rivero (*)

Un año que traiga más justicia social. Ése es o debe ser el principal deseo de todos y, sin duda, de las fuerzas políticas e instituciones para el año que echó a andar hace apenas 48 horas.

En estos días que ya quedan atrás y que nos han transportado de 2015 a 2016 –mientras la música, el jolgorio y la alegría de los agraciados por la lotería lo ha inundado todo–, siguen siendo muchas las personas, muchas las familias que lo están pasando muy mal.

Mientras en la cabeza de unos se sueña con proyectos vitales para mejorar sus condiciones y oportunidades en lo laboral, económico o social, sigue habiendo miles de familias que piensan cómo poder subsistir.

Mientras unos piensan en este comienzo de año cómo programarse para ir al gimnasio, o simplemente hacen planes para las vacaciones de carnaval, semana santa o verano, hay muchas familias que solo tienen en la cabeza cómo poder salir de la difícil situación que atraviesan.

En estos días de cambio de año parece que todas las noticias giran en torno a las fiestas, a las toneladas de basura que se recogen, a recordarnos quienes han sido los personajes del año y, por supuesto, a la política.

La agitada escena política acapara casi toda la información en periódicos, radios o televisiones. La prioridad informativa está centrada en si Cataluña tendrá un gobierno independentista o habrá nuevas elecciones. La urgencia parece estar centrada en los análisis y en las crónicas sobre el Gobierno que se puede configurar, o no, en España después del 20-D. La política parece inundarlo todo dando una y mil vueltas a si las diferencias para configurar un Gobierno estable hay que resolverlas, otra vez, en las urnas.

Sin embargo, el país no acaba en esa actualidad. Para millones de personas su única actualidad es tener un trabajo, sacar a sus hijos adelante, tener una vivienda digna, preparar a los suyos para que puedan tener oportunidades. Para muchos la actualidad, la de la opinión no publicada, es poder hacer frente a enfermedades graves en el entorno familiar cercano o atender con dignidad a las personas mayores próximas.

Ha echado a rodar el 2016. Todos hacemos proyectos para este nuevo tiempo. La situación y los problemas de cada uno son diferentes, por lo tanto los retos que nos marcamos también son diferentes. Poco nos equivocaremos si apostamos por un denominador común que nos aproxime a todos: el deseo de que este 2016 nos traiga más justicia social.

Más cohesión social. Más solidaridad. Más igualdad. En definitiva, que nos traiga una sociedad más justa.

(*) Expresidente del gobierno de Canarias