Pandemia: Que nos deja como resultado (IV)

Horacio Serfilippo (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.) (*) 

Así como en los artículos anteriores hablé del poder ejecutivo, es decir el gobierno, hoy vamos a dedicar el espacio a los otros dos poderes, el legislativo y el judicial.

La pregunta aquí es, a quien responden primero los legisladores? Al pueblo o a la política partidaria? Es válido seguir utilizando la palabra tan malsonante de Jugar a la política?.

Tal vez en la otra realidad fuera tolerada, como muchas otras cosas, pero en la actualidad, ya no. La política no es un juego, hay vidas, futuros, esperanzas e ilusiones involucrados.

Aun así, pareciera que muchos no se han dado cuenta, pues siguen enviando el doble discurso, tan típico de los políticos, de condolerse por la situación y hacer todo lo necesario para prevenir los contagios, pero por el otro lado siguen con sus intrigas partidarias buscando sacar rédito de la crisis sanitaria. La oposición hace la contra al gobierno, y este le devuelve las gentilezas. Y se van turnando para ver quien ataca primero. En mi país, el gobernador de Buenos Aires le echa la culpa al jefe de gobierno de Caba (lo que antes era la Capital Federal) de llevarle los contagios a su sector, mientras que en medio de todo este problema el presidente de la nación aprovecha y le recorta presupuesto a Caba diciendo que hay que repartir mejor, y así......

Esto que relato, si bien no es en el ámbito legislativo, demuestra como se manejan y aquello a lo que no están dispuestos a renunciar. Aunque eso tenga como precio vidas humanas.

No digo que todos los legisladores sean así, pero aquellos que tienen peso si lo son. 

La gente se pregunta cual es entonces la solución? 

Primero, para saber la solución hay que entender la realidad y el tránsito que lleva al nuevo paradigma. Por lo cual, en estos momentos la posición de los legisladores no debe ser partidista, sino del lado del pueblo y pensado para él. Y si ven que una ley o decreto presidencial no representa la necesidad del pueblo, objetarlo.

Es el momento de renunciar a lo viejo, ser generosos, demostrar que estamos a la altura de las circunstancias y que podemos unirnos por el bien común. Y si la clase política no siente lo mismo, debería renunciar y dejar espacio a quienes piensan distinto.

Como verán en cada remodelación que se debe hacer de nuestra actualidad, la responsabilidad de cambiar recae sobre los políticos, y en aquellos que están en el gobierno y en la legislatura.

Hablemos entonces un poco sobre el poder judicial, y específicamente los jueces. 

El cambio de realidad también llega hasta los jueces, pues ya sus veredictos deben ser de acuerdo a la nueva realidad. Me refiero más puntualmente a que se ha puesto de moda la judicialización de los conflictos entre gobierno central y otras áreas de gobierno, entiéndase como gobernadores provinciales, intendentes, etc. Pareciera que no entienden que ya no hay tiempo para perder, y que se necesitan resoluciones rápidas.  

Hoy, cada conflicto entre ellos termina en el escritorio de algún juez, con el considerable tiempo que requiere resolverlo, y este ultimo, siguiendo las viejas artimañas, busca sacar partido de alguno de los dos lados. Y en este sentido que es lo que uno esperaría de los jueces en una situación como la que estamos viviendo de crisis sanitaria? es, a mi entender, qué se espera que sus fallos sean a favor del pueblo, pensando en la gente. O en lo que respecta a las demandas, cuando hay controversias entre diferentes sectores políticos, directamente rechazarlos y declararse incompetentes para poder resolverlos. 

Para ser claros lo que yo estoy planteando es que hoy la prioridad, en la situación de riesgo sanitario que estamos viviendo a nivel mundial, es la gente y sus problemas. Y entonces si logramos entender esto que yo estoy planteando, deberíamos visualizar que actualmente nuestra columna vertebral es el covid-19 y la pandemia contaminando todo lo que esta a su alcance, y en las uniones de las vértebras y las costillas, como si de un esqueleto se tratara, se articulan los diferentes espacios de realidad que es donde se generan las situaciones de la vida diaria. Para ser más explícito lo que estoy diciendo es que todas nuestras decisiones están determinadas y condicionadas por el problema sanitario es decir por la pandemia y por cómo nos afecta a todos el virus COVID-19.

Y entonces por qué hablo de los jueces, los políticos, los gobernadores, los intendentes, los ministros, los legisladores, el presidente?, porque se es parte del problema o parte de la solución. No hay mediatintas, cualquier cosa que se quiera hacer, por muy positiva que sea, si esta teñida de intención de rédito político ya no va a rendir al 100%. Una solución sería formar un gobierno de coalición en donde todos los partidos políticos se vean representados, y que cada uno pueda aportar algo positivo. Es decir en estos momentos no se puede pensar de manera individual hoy hay que pensar de manera grupal. Por lo general las personas en muchos casos, no digo que sean todos, piensan de manera individual, piensan por sí mismos porque la misma sociedad nos lleva a volvernos egoístas.

Hoy la lección que nos está dando el problema sanitario es todo lo contrario, debo pensar por mí pero también voy a pensar por nosotros. Una vez una persona que conocí dijo algo muy cierto, respecto a mi persona, que yo debía pensar por tres y no por mi mismo. Mis decisiones involucraban a dos personas más de mi familia. Si todos los países hubieran pensado así probablemente esta pandemia ya se hubiese solucionado. Porque lo lógico, cuando se despertó el problema en China, es que se hubiesen cerrado las fronteras de todos los países de manera inmediata, hasta saber la naturaleza del problema, y aislando totalmente a la gente se hubiera evitado todo el problema. O al menos se hubiese minimizado su repercusión disminuyendo las áreas de contagio. 

Hablemos un poco también de ciertos ministerios que son los que fundamentalmente tienen que funcionar bien para que un país pueda marchar de forma normal. 

Por ejemplo el ministerio de salud es importantísimo. La obligación del gobierno es proveer el presupuesto que corresponde para que la  provisión de los servicios de salud funcione bien, y la función de las municipalidades, su obligación, es dar un presupuesto alto para que la salud sea de excelencia. Bueno, en muchos municipios no sucede y por más que digamos que en muchos hay bajos ingresos, esto también sucede en municipios de altos ingresos, y entonces uno se pregunta a dónde va destinado el dinero de los impuestos. 

Actualmente, a partir del problema sanitario, todas estas deficiencias que uno encuentra en los municipios apunta la responsabilidad hacia los gobiernos municipales. Se ha hecho totalmente visible porque se necesitan pulmotores, falta medicación, las enfermeras no son de excelencia, no están capacitadas como corresponde, los médicos no reciben todo el material para poder aislarse en un caso como el que estamos tratando ahora, tenemos empleados dentro del ámbito hospitalario que no son idóneos para el puesto al que han accedido, como el ejemplo que les presente del chofer de ambulancia. Entonces uno empieza a revisar puntualmente cada puesto, y quien lo ocupa y se van a dar cuenta la incapacidad que nos rodea, y lo malo es que ahora ya no hay tiempo para ponerse a analizar quien sirve y quien no, pues nuestra urgencia es otra, perder la menor cantidad de gente.

Por ejemplo, la otra vez me estaban comentando que en el hospital han desaparecido hisopados que le habían hecho a las personas de las cuales se sospechaba que tenía el Covid-19 y realmente ese tipo de negligencias es un lujo que uno no se puede dar en estos momentos, porque no estamos hablando de un simple resfriado ni una gripe estamos hablando de una enfermedad que donde una persona no ha sido detectada adecuadamente de que tiene el virus puede empezar a contagiar a otras personas y entonces después empiezan a aparecer los muertos.

Les doy un ejemplo de como se maneja el dinero en donde estoy, hay una avenida importante que corta por la mitad el casco urbano, la cual aparece en la municipalidad, en catastro, como que está pavimentada tres veces y aun es de tierra. Siendo esta fundamental para poder darle valor a los terrenos que están en esa zona. Como decía una persona que yo conocí, toda norma puede ser muy buena pero si no hay quien controle que esas normas se cumplan son absolutamente inútiles. 

Tal vez así como lo estoy planteando llevaría a que cualquiera diga, “pero qué tiene que ver el dinero de la pavimentación de la calle?”. Bien, lo que estoy marcando es hablamos de un modus operandi que no se limita solo a ciertas áreas, sino que abarca todo. Ahora, piensen que en un municipio pobre esto se nota más que en otros de mayor poder adquisitivo... Una persona conocida me decía que el sector de infectología de Tandil tenía el tamaño del hospital de donde estoy yo.

Esto demuestra que cuando uno realmente tiene interés en la población, que le interesa el bienestar de la gente, va a destinar el dinero que corresponde, a donde corresponde, y va a hacer el esfuerzo que corresponde porque sabe que eso va a redundar en beneficio para la gente. Y mi pregunta es, que persona que vive en el municipio no va a estar dispuesta a pagar impuestos más altos si sabe que ese dinero va destinado a que el hospital esté cada vez mejor y más equipado. Pensemos entonces cuál es la solución para que esto mejore, sino traer representantes de la política, o no políticos, que sean honestos, y si no lo son, al menos que sean medianamente honestos pero que tengan un poco de sensibilidad hacia la gente. Porque en última instancia, ellos son parte de esa gente y tienen familias como todos. Seguimos con el tema en el próximo artículo.

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