En un sueño vi el futuro entre España peninsular, Canarias y Marruecos

Bruno Perera (*) 

Anoche tuve un sueño donde vi que Marruecos lleva varios años tratando de que España la apoye en sus reivindicaciones relacionadas con sus aguas de ZEE y también en su pretendida soberanía sobre los territorios y ZEE del Sahara=RAS. Y para conseguirlo se dedica a fomentar varias estrategias con pruebas encaminadas a conseguir su propósito. 

Según discurría el sueño, un amigo que vive en sitium, me informaba que Marruecos se está dedicando en varias ciudades del país a coger a gente subsahariana y a marroquíes jóvenes y los está enviando a las costas saharauis para que desde allí las mafias los envíen a Canarias por medio de pateras. (Esta es una estrategia marroquí de las más suaves que tienen en el plan total para conseguir sus objetivos).  

Y si lo dicho les falla, la próxima parte de la estrategia marroquí se basará en fomentar disturbios en nuestras islas que dañen la seguridad del turismo en toda Canarias. Y si con eso no obtienen sus objetivos, es posible que a través de sus espías que ya tiene infiltrados en nuestro archipiélago, mande a cometer un atentado en algún hotel que arruinaría nuestro negocio turístico por muchos años. 

Si ocurriera lo que digo, quizás España le devuelva el mismo golpe fomentando una guerra civil en Marruecos para derrocar a su gobierno con la ayuda de los saharauis a cambio de la promesa de que obtendrían la independencia.  

Aunque todo esto parezca que está muy lejos de que pueda suceder, yo no cerraría la puerta a la probabilidad de que pueda ocurrir, pues todo apunta a que sí sucederá si no ponemos remedio ya. Y el remedio está en que no admitamos más inmigrantes ilegales en hoteles y apartamentos y que deportemos a los que lleguen una vez que les hayamos dado los primeros auxilios. Y si hubiese necesidad de mantenerlos en tierra por unos días, debemos ponerlos en centros cerrados para que se pueda llevar a cabo la deportación. 

Tengan en cuenta que la mayoría de las familias magrebíes, subsaharianas y de otras nacionalidades radicadas legalmente en Canarias y en toda España peninsular, nos apoyan porque saben que no hay recursos económicos para compartir con otros, y además reconocen que, estando las fronteras europeas cerradas a la inmigración ilegal, todos los inmigrantes ilegales que recibamos se quedarán en territorio español que a corto plazo nos creará un grave problema social-económico y una confrontación racial que puede terminar en calamidad. 

Lo que nos urge hacer hoy no lo podemos dejar para mañana, salvo que para ustedes sea de verdad solo un sueño todo cuanto he dicho.  

(*) Articulista y experto en hidrocarburos