Pandemia: que nos deja como resultado (I)

Horser 1812 (*)

Cuando se produce una catástrofe a nivel local, un tsunami, un terremoto, o algún fenómeno climatológico, al terminar nos deja un terrible resultado, pero tiene dos variables muy importantes, el Tiempo y la Magnitud.

El tiempo implica que un fenómeno comienza y termina dentro de cierto lapso, dejando un periodo de tranquilidad.

La magnitud es cuanto espacio o territorio abarca dicho evento, pero aquí lo importante es que queda circunscripto a un área determinada.

Cuando surgió el término Globalización muchos pensaron que dicho concepto abarcaba solo ciertos aspectos, el económico por sobre todas las cosas, y sus efectos colaterales. Es muy conocido el concepto sobre el efecto mariposa, suerte de metáfora de la globalización. Pero en esta situación, tiempo y magnitud se mantienen presentes como constantes. Es decir, una crisis económica en un país puede arrastrar a otros países, pero hay un punto en donde se detiene y tiene una duración determinada.

Hay otras variables a tener en cuenta, ambas sacadas de los principios de la termodinámica, y de los cuales la psicología da buen uso para poder comprender los fenómenos humanos y de la psique. Entropía y Homeostasis.

La entropía, tomando una de sus interpretaciones, habla del estado de desorden o caos dentro de un sistema, entendiéndose este último como sociedad.

La homeostasis, nos plantea la tendencia que tiene un sistema a buscar un equilibrio, cuando algo genera su desestabilización.

Aquí lo que podemos ver es que también tiempo y magnitud son variables relevantes en estos dos fenómenos.

Y hay un último concepto muy importante, Paradigma, cuya definición originariamente era patrón, refiriéndose a que cierta idea era la columna vertebral desde la cual se interpretaba la realidad.

Hay un cuento muy ilustrativo que se llama planolandia, en donde habitan figuras geométricas de solo dos dimensiones, esa es su realidad. El pensar en una figura de tres dimensiones implica una ruptura del paradigma que los rige, pero a su vez deben poder ver y entender dichas figuras tridimensionales.

Cito todos estos conceptos porque es la única manera de comprender lo que está generando la pandemia del covid-19. Y hablo en presente porque aún no terminó, y no tiene miras de solucionarse rápidamente. Y si no entendemos, razonamos y analizamos profundamente estos eventos, no estaremos preparados para los que vengan. Es cierto que algunos dirán que cada día surgen nuevas posibles soluciones, yo mismo las escucho. Que hay una vacuna, que se experimenta con células que generan anticuerpos, etc. Todas estas posibilidades están en fase experimental, lo cual nos determina que la situación de caos y por ende la incertidumbre aún existe, y que por ahora estamos en el camino de conseguir una estabilidad. Para llegar a la fase de homeostasis, es decir de equilibrio sistémico, aún falta, y eso será cuando ya no tengamos temor a contagiarnos. Que se vea al covid-19 como si fuera una simple gripe.

La pandemia arrasó de manera brutal y global con todos los conceptos antes citados, haciendo que se sostenga la entropía, y generando un nuevo paradigma, que de no entenderlo y aceptarlo, la homeostasis no se producirá.

Tiempo y magnitud se volvieron variables inestables, cuyo resultado es la incertidumbre.

Estos artículos tienen por finalidad ayudar a que se comprenda que dentro de este nuevo paradigma ya no hay lugar para un estado paternalista, y las personas debemos comenzar a tomar las riendas de nuestra vida y nuestras propias decisiones. Pero para eso es necesario saber, comprender e interiorizar con que clase de realidad estamos lidiando, y la gravedad de tomar una decisión equivocada, o de delegar a otros las acciones que son nuestra responsabilidad.

A menos que se prefiera volver a los conceptos de Darwin sobre la supervivencia del más apto, y aceptar que esta pandemia aparece para que la selección natural se produzca y dé como resultado un salto en la evolución de las especies.

Sería lamentable que estemos evolucionando hacia la involución.

El análisis irá de mayor a menor, desde el rol del estado, siguiendo por el gobierno en lo particular, los políticos en lo singular, los tres poderes, los ministerios (preferentemente salud, educación y trabajo), y como afecta la pandemia en los aspectos biológicos, afectivos, de las sensaciones, las imágenes, las cogniciones, las conductas y lo social.

Hablemos en este artículo del Estado.

El Estado es aquello que ya está establecido en un país, más allá del gobierno que esté en ese momento. Se podría decir que es la estructura del edificio y si se quiere sus paredes, el gobierno sería el mobiliario que lo completa.

Bien, el rol del estado fracasó en muchísimos países, pues se olvidó del pueblo.

Acordarse del pueblo no significa que les dé solamente estabilidad económica, seguridad social y de salud. Hay algo mucho más profundo, sacarlos de la ignorancia y que confíen.

El que a la gente se le brinde una educación, no quiere decir nada si no se les enseña a pensar, razonar y reflexionar. De qué sirve que una persona sepa sobre hechos históricos, sobre geografía, matemáticas, si no pueden comprender lo que leen.

Si uno consulta las pruebas Pisa que se han hecho sobre diferentes materias, verán que en comprensión de texto hay muchos países que han caído en calidad. Entonces no podemos pretender que entiendan la importancia de seguir las recomendaciones que dan los profesionales de la salud. Pero a esto se suma además el grado de confiabilidad que inspira el estado. Y esto va más allá de la responsabilidad de cada gobierno, porque el estado se completa con el pueblo, y es nuestra responsabilidad exigir los cambios necesarios, pero para esto debemos salir de la ignorancia. Es el perro que persigue su propia cola.

Cada persona que no está capacitada para el puesto estatal al que accede, lo único que hace es minar más la confianza de la gente.

Si un empleado estatal decide ser poco cortés con la persona a la que atiende, solo por el hecho de que él también fue mal atendido anteriormente, lo único que consigue es que se perpetúe dicha mala atención. El maltrato genera mal ambiente, descontento, y desconfianza.

Por eso no debe extrañar que cuando surge una pandemia como la que estamos viviendo, haya personas que descrean de la misma, o haya grupos que se nieguen a usar barbijo o tapabocas, o que piensen que todo es una maniobra del gobierno para conseguir vaya a saber que cosas. Por supuesto estas situaciones existen de antes, solo que se hacen visibles a partir de estos problemas.

Siempre uso el ejemplo de la linterna iluminando un sector con su cono de luz, dejando el resto en plena oscuridad. El cono de luz es la realidad que se nos hace visible, mientras que lo que queda en la oscuridad es aquello de lo que nada sabemos. Al producirse un incidente tan grande y global como el de la pandemia, todo aquello que estaba en la oscuridad se nos hace visible, muy visible, demarcando cada detalle. Aquí es donde se comienza uno a enterar el nivel de ignorancia, desconfianza, y desinterés que nos rodea…Continuará…

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