El ‘pacto de las flores’ prepara el multimillonario antepenúltimo acto de anillo insular de carreteras: Los Realejos – Icod

Foro contra la Incineración

Era el tramo más urgente, donde más muertos ha habido, más desprendimientos… y además era el de más tráfico porque desde la Isla Baja pasando por Icod y demás pues es el paso obligado hacia el Valle de la Orotava y el área metropolitana pero, junto con la solución a la Vega Lagunera, lo han dejado inteligentemente para el final y dicen que desde el año que viene estarán en ello. ¿Quién se va a oponer ahora a eso cuando el caos va ser terrorífico, más aún, una vez se abra el túnel de Erjos?

Bueno, en realidad desde que Fernando Sabaté, ecosocialista de cabecera, diera el visto bueno a la obra de El Tanque – Icod en el pleno del Cabildo de Tenerife en nombre de Sí se Puede-Podemos o como se llame eso ya, brazo a media asta como denunciamos aquí en su día y después de toda una vida dando charlas y sublevando a las masas contra el impacto de esa obra y contra ese modelo de movilidad; la realidad es que como si de movimientos sectarios (sectas) se tratara nunca más colectivo ecologista alguno ha dicho ni esta boca es mía respecto a los desastres de estas obras y lo que representan en cuando a lo que es el fomento del coche privado frente al transporte público, etc. A día de hoy no pasa ni una sola guagua verde por los tramos inaugurados incluso hace ya más de una década, imagínense… ¡Qué terrible sería hacer autopistas para que después la gente vaya en guagua! Jamás lo permitirán.

Pero el PSOE, de la mano de Casimiro, de Román Rodríguez y de Podemos-Sí se Puede andan en la dinámica de que aquí lo que ha habido es falta de decisión a la hora de acometer obras y que por eso se va la luz y nos caen arriba todo tipo de desgracias y en fin… será verdad. Hasta el Covid-19 nos debe haber llegado por falta de autopistas y más puertos, supongo.

Pero no hablan de hospitales, eso no, ni de colegios para que no haya que apuntalarlos o adecuarlos para que los niños y niñas no pasen frío ni se asen de calor y créanme que sé perfectamente de lo que hablo. No, de eso no, hablan de lo de siempre: de puertos, autopistas y cualquier cosa donde se mueva pasta en cantidad, nada de boberías. Sólo en salarios para que unos individuos nos homologuen el circuito de alta velocidad previsto en Atogo (Granadilla) anuncian una “inversión” de más de millón y medio de euros no antes de la pandemia cuando parecía que éramos ya ricos otra vez. No, justo ahora que aún no se ve ni la luz ni siquiera el agujero del túnel. Ya el acceso está en marcha (3,2 millones de nada) y ahora falta buscar de cuarenta millones para arriba para acometer la obra dado que los italianos con los que nos tiramos las fotos -porque lo iban a hacer gratis- pues sencillamente nos estafaron a todos y a todas.

Hay que ver cómo se pone esta gente, esos que reparten los certificados de progresía por ahí, cuando uno les dice que en lo que a políticas se refiere, en muchos aspectos, a peor la mejoría. Muerden, ellos pueden ponerse como los mayores defensores del suelo rústico y a renglón seguido te dicen que el tráfico se soluciona no con carriles para guaguas ¡ni un metro han propuesto a día de hoy y llevan toda la vida en política! sino con otra autopista por detrás del aeropuerto de Los Rodeos -por medio del que fuera ‘granero de Canarias’- aprovechando que Pedro Molina ya no está para plantarles cara y ponerlos en su sitio. Sin anestesia ni nada, te lo largan y como les critiques en fin, entre los de Vox y los de la CoCa te colocan donde mejor les parezca porque para ecologistas y progresistas ellos por mucho que su principal objetivo vital y político siga siendo el de siempre: piche y hormigón en cantidades industriales.