La urbanización que llevó a Plasencia a cerrar el acceso a El Archete, en Candelaria, podría ser ilegal

Foro contra la Incineración

El litigio que Antonio Plasencia, hoy en prisión por cafradas varias, tenía con el propietario de uno de los restaurantes más conocidos de Candelaria, El Archete, le llevó en noviembre de 2010 a tomar una medida expeditiva contra el restaurante -y la vivienda del propietario- dejándole sin acceso por la fuerza de una retroexcavadora que abrió unos socavones inmensos para dejarlos sin aparcamiento para clientes y sin el propio acceso. Así, sin más, se dice que no fue ni un empleado sino un familiar directo del constructor el que, una vez obtuvieron resolución judicial favorable, se puso a los mandos para darle un escarmiento al que se atrevió a cuestionar su autoridad en lo que a la propiedad del suelo se refiere en ese Valle de Güímar.

En fin, de eso hace ahora una década y la verdad es que uno nunca entendió qué hacía Plasencia construyendo una urbanización de adosados pegada al barranco, a la autopista y, entre otras cosas también, sobre el supuesto trazado del tren del sur que se haga o no se haga cuenta con un Plan Territorial Especial aprobado que implica que ahí no se mueve ni una piedra. Pero sea por eso o por cualquier otra cuestión resulta que ahora venimos a enterarnos que dicha urbanización pudiera ser ilegal y Fiscalía anda soltándole el aliento al cogote de algún técnico municipal, al concejal y al propio hijo de Antonio Plasencia, según informa Mírame TV.

Sea como sea hay que ver las cosas sorprendentes que pueden pasar aquí donde un juez le permite a esos personajes bloquear el acceso a un restaurante, que en aquella época estaba preparando las cenas de Navidad ya contratadas, y a una vivienda a cuenta de una urbanización que estaba llevando a cabo Antonio Plasencia por medio de la familia o lo que sea y que ahora la Fiscalía presume pudiera estar plagada de chanchullos que en absoluto son nada nuevos en ese Valle de Güímar. Tremendo pero real como la vida misma.