A los cebolleros, hoy convertidos en ‘bichillos’

Diego A. Calcines (*)

Yo soy de Gáldar. Lo digo con gran satisfacción y orgullo. Aquí nací y aquí crecí. Inevitablemente siento Gáldar muy adentro, desde la cumbre hasta la costa. Sus bosques, sus parques, sus cultivos, sus playas y también las olas que rompen contra los acantilados. Todo eso es Gáldar. No sólo su gente, sino también el territorio que nos acoge; barrancos, flora y fauna. Nuestro patrimonio, el prehispánico y el que “llegó” después conformando nuestra cultura, nuestras señas de identidad. Esa idiosincrasia propia de los “cebolleros” hoy convertidos en “bichillos” y que siendo tan iguales, nos hacen diferentes al resto de los municipios de esta isla. 

No lo puedo evitar, me emociono al hablar de Gáldar. Se dibujan ante mí los rostros de los ancianos de mi niñez, aquellos hombres ataviados con boinas, con su chaqueta a medio lado colgando de un hombro y con su ropa manchada de platanera, que hacía innecesario el esfuerzo de preguntar de donde venían. Eran hombres y mujeres trabajadores que con gran esfuerzo sacaron adelante a su familia y que con su ejemplo, nos enseñaron el valor de la palabra dada.

Recuerdo, cómo no hacerlo, aquellos paseos interminables por la “calle larga”cogido de la mano de mi padre, mientras mi madre miraba uno a uno los escaparates de todas y cada una de las tiendas de nuestro municipio porque por aquel entonces, los hombres y mujeres de Gáldar rara vez acudían a Las Palmas a comprar, nuestro dinero se quedaba en Gáldar. Y por supuesto, no olvido aquella “plaza chica” donde cada tarde los niños acudíamos a jugar, ni aquella “plaza grande” donde nuestros mayores, vestidos con sus mejores trajes, se reunían sábados y domingos para hablar con el vecino, con el amigo de siempre. Sin las prisas de hoy en día.

Tampoco puedo olvidar aquella playa de Bocabarranco donde aprendí a nadar, donde mis amigos aprendían a surfear y cogían sus primeras olas y mi madre, nuestras madres, sentadas en la arena, nos hacían los bocadillos para que pudiéramos disfrutar jugando en el agua, un agua que por aquel entonces era tan limpia y cristalina como lo nuestra inocencia. Y qué decir de la calle Doramas. La que todos conocemos como la “calle del agua”, que verdaderamente es la calle más larga de Gáldar y concentraba negocios desde un extremo hasta el otro. Porque la Zona Comercial Abierta de Gáldar no era solamente la calle Capitán Quesada y aledaños, la Zona Comercial Abierta de Gáldar comenzaba en la calle Doramas y acababa en la calle Guaires. Gáldar era una ciudad comercial, una ciudad viva y cosmopolita. Un referente para toda la comarca.

Estos, son sólo parte de mis recuerdos y sé bien que todos y cada uno de nosotras y nosotros tiene una Gáldar propia en su interior, una Gáldar única y diferente a la del resto, pero no es menos cierto que entre todos conformamos una Gáldar común. Una Gáldar soñada y deseada por todos los hombres y mujeres de esta localidad. Una Gáldar que es posible, que está al alcance de nuestras posibilidades y que entre todos y todas tenemos la necesidad y la obligación de construir. Se lo debemos a nuestros padres, a nuestros jóvenes y a nosotros mismos. 

Construyamos entre todos y todas una Gáldar ejemplar, una Gáldar que satisfaga nuestras necesidades y que se convierta en un referente para el resto de municipios de nuestra isla, en un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas, porque compañeros y compañeras, en la política con voluntad, trabajo y honestidad, las cosas salen: ese es el único camino.

Podemos Gáldar nunca se ha presentado a las elecciones en esta localidad y por tanto, no tiene representación en las instituciones municipales. Sin embargo, llevamos cuatro años trabajando por este municipio. Sin medios económicos pero con el apoyo de nuestros compañeros de Podemos Canarias. Podemos en Gáldar ha hecho más por esta localidad que algunos partidos políticos con representación en el Ayuntamiento: Gracias a ellos y a nuestra constante entrega, nos hemos posicionado en la esfera pública de nuestro municipio y en la actualidad somos reconocidos por los ciudadanos, los diferentes partidos políticos y los medios de comunicación comarcales. Entre otras, me enorgullece decir que algunas de las actividades que hemos podido desarrollar son: os de una vez para siempre con los camellos en nuestra querida Gáldar y devolvamos de una vez y para siempre la tranquilidad a nuestras calles. Estamos obligados a proteger a nuestra gente, estamos obligados a poner todos los medios necesarios para evitar que eso siga ocurriendo, nuestra obligación como políticos es defender a nuestra juventud y no podemos seguir permitiendo que nos gobierne una clase política que pretende hacernos callar diciéndonos que eso es normal “porque ocurre en otros municipios”. 

Mire usted, escuche bien: “Que muchas personas tengan una enfermedad no significa que esa enfermedad sea buena y Podemos Gáldar le va a demostrar que lo que está sucediendo en este municipio es porque usted no ha hecho las cosas bien y sabe cómo se lo vamos a demostrar, haciendo nosotros bien, ¡ni más, ni menos! En materia de seguridad no se ahorra, los ahorros para enmascarar hipócritas superávits, a la larga salen demasiado caros. 

Hablar de Gáldar hoy es hablar de una Gáldar sin apenas zonas verdes, con playas contaminadas, y bancos de tierra que se convierten en solares improductivos. Aún hay barrios en Gáldar sin red de alcantarillado y zonas donde existiendo canalización de aguas residuales no hay estaciones de bombeo que las dirijan hasta la EDAR correspondiente. Vergonzoso. Seguimos arrastrando y hasta engordando muchos de los problemas que nuestro Ayuntamiento anuncia una y mil veces solucionar sin que llegue esa solución ni nada parecido. Bocabarrranco es un ejemplo de ello, pero tristemente, hay muchos más.

La ecoisla de señor Morales no llega hasta Gáldar y el Bloque Nacionalista Rural – Nueva Canarias sólo huele a cemento y a ladrillo. Basta ya de vertidos en nuestras playas, basta de escombreras y vertederos de residuos sólidos. Queremos una Gáldar verde que sea un ejemplo para el resto de municipios. Una Gáldar sin vertidos al mar, que defienda un ciclo circular del agua y proteja nuestros acuíferos para que, entre otras cosas, nuestros agricultores puedan disponer de agua de calidad a bajo precio para sus cultivos. Vamos a convertir Gáldar en un ejemplo de sostenibilidad porque es posible y se lo debemos al territorio que nos acoge y a nuestros ecosistemas marinos. 

Hablar de Gáldar hoy es reconocer y tener bien presente que Gáldar no acaba ni empieza en la calle Capitán Quesada y alrededores, Gáldar es mucho más que el casco municipal por más que en el centro urbano se concentre gran parte de la población de nuestro municipio. Quienes viven en Vamos a construir una Gáldar donde todos estemos orgullosos de vivir y nuestras necesidades y expectativas sean cubiertas en igualdad de condiciones y para ello, vamos a fomentar la participación ciudadana para que sean los residentes en barrios y zonas rurales quienes nos digan lo que más necesitan, lo que realmente les urge. Guaguas, consultorios médicos, policías de barrio, escuelas rurales, cajeros de banco en medianías, asistencia médica a domicilio, zonas de ocio y esparcimiento… Esas son sus necesidades y vamos a trabajar para que las tengan y que, además, sean servicios de calidad. Es cuestión de sentido común y de voluntad política.

(*) Candidato de Podemos al Ayuntamiento de Gáldar