Frente a la memoria manipulada de César Manrique

Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción

Si César Manrique levantase la cabeza sin duda pondría el grito en el cielo al ver el paripé en el centenario de su nacimiento. Las celebraciones por este motivo organizadas por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Lanzarote se están convirtiendo en la excusa perfecta para que políticos, de modo oportunista, falten a su memoria e intenten vender lo contrario a lo que el artista defendía. Y nosotros nos preguntamos, ¿tan poco se ha informado el señor Fernando Clavijo y Pedro San Ginés sobre quién era y por qué luchó César Manrique? Imaginamos que es falta de información porque de lo contrario sería de una insolencia y cinismo imperdonable. Por ello aquí se la recordamos.

Manrique fue una persona que se opuso tajantemente al modelo turístico depredador que se estaba implantando en Canarias en general y en Lanzarote en particular. A ello dedicó las últimas décadas de su vida y una gran cantidad de declaraciones en libros y conferencias. Las fotos y vídeos del artista parando palas mecánicas junto a vecinos y vecinas para impedir la construcción de hoteles son famosas, ¿o es que ustedes no las han visto? Sin duda alguna, si Manrique estuviese vivo sería un personaje muy incómodo a estos políticos que aprovechando su ausencia y su obra hoy lo vanaglorian. “Incómodo” por decirlo suave, porque ¿qué creen que haría Manrique con la Ley del Suelo y todo su desbarajuste previo de trámites legislativos que procuraban ir sorteando las Directrices de Ordenación del Territorio, la Moratoria Turística y las normas de ordenación del territorio, conservación de la naturaleza y evaluación ambiental de rango superior que finalmente quedaron sepultadas bajo esta “novedosa” ley? ¿Y con la Ley de las Islas Verdes, el Catálogo de Especies protegidas, la Ley de Aguas y todas las leyes de ordenación del territorio desde la Ley 12/1987, sin olvidarnos evidentemente de los planes insulares y planeamientos municipales? ¿Y con el uso torticero que se hace al aplicar leyes que en su letra no son a priori perjudiciales pero que en su puesta en práctica suponen barbaridades, como la Ley de Costas de 1988? ¿Qué creen que diría Manrique con respecto a los 16 millones de turistas que han venido a nuestras islas y a la justificación de más y más infraestructuras y mega-proyectos?

Estas cuestiones las presentamos como preguntas retóricas porque la respuesta a todas ellas es clara, ya lo dijo el mismo Manrique en 1985: «La legislación existente para frenar la destrucción sistemática de la isla es caduca y reaccionaria. A todo esto hay que añadir la postura incomprensible del Gobierno de Canarias, que apoya y defiende toda esta especulación que se cierne sobre la isla alegando que ésta es la única salida a su maltrecha economía. Lo que el Gobierno no quiere ver es que, si arruina el territorio insular, masacrando su geografía, destruyendo su sistema vulcanológico y aniquilando las expectativas de vida, en un futuro muy próximo la existencia de los habitantes de Lanzarote peligrará, porque no se puede basar la supervivencia de un pueblo en el exterminio de toda su riqueza natural». Vaya señor Clavijo, tiene usted razón al decir que el legado de Manrique “se mantiene vivo” y que “está más de actualidad de nunca”. ¡Claro!, ante las atrocidades medioambientales y el sinfín de casos de corrupción vinculados a la destrucción de nuestro territorio ¿cómo no estarlo?

De la misma forma, indigna contemplar el aprovechamiento electoral que hace Coalición Canaria y el presidente del Cabildo de Lanzarote en estos actos de celebración del aniversario del artista, cuando dicha institución ha trasladado en multitud de ocasiones mensajes de descrédito hacia la Fundación César Manrique por su sintonía con la causa ecologista. Y es que es de sobra conocido el hecho de que el Cabildo de Lanzarote ha elaborado y difundido campañas arbitrarias y antidemocráticas con la finalidad de desacreditar la legítima labor de análisis y crítica que esta Fundación ha realizado contra determinadas decisiones del Cabildo Insular en materia de territorio y paisaje. Si estos políticos creen que en campaña electoral se nos resetea la memoria están muy equivocados. Estos acontecimientos los tenemos bien presentes y cobran más relevancia si cabe cuando asistimos a burdos actos de reconocimiento como el del pasado 24 de abril en los Jameos del Agua.

A todos estos políticos les recordamos una vez más que Manrique participó de los inicios del movimiento ecologista en Canarias que ya en esas décadas, con menos millones de turistas y menos construcciones, empezaba a denunciar y enfrentar con acciones directas la turistificación de nuestra economía y la degradación de nuestra naturaleza. Si en nuestros días él estuviese vivo estaría en las manifestaciones y campañas en defensa del territorio, acompañando las luchas ecologistas que el ejecutivo canario desprestigia continuamente. Es de una hipocresía mayúscula y de una falta de vergüenza escandalosa que políticos como los mencionados hagan actos y dediquen palabras en “honor” a su memoria. Sin duda, Manrique tiene que estar revolviéndose en su tumba y, si levantase la cabeza y viese en qué se ha convertido su querida Lanzarote y Canarias, no dudaría en segundo en salir a la calle a protestar.