26M, oportunidad para transformar Canarias

Román Rodríguez (*)

El 26 de mayo, las mujeres y hombres de Canarias tenemos una trascendental cita con las urnas, con la celebración en la misma jornada de elecciones locales, a los cabildos, al Parlamento de Canarias (lista insular y lista autonómica) y al Parlamento Europeo. Unos comicios que permitirán renovar instituciones muy cercanas a la ciudadanía y decisivas en la toma de decisiones sobre aspectos, como los servicios públicos o las infraestructuras, que inciden directamente en la calidad de vida. Y otras, como el Parlamento Europeo, en el que Canarias también se juega mucho, y en la que concurrimos en la candidatura Compromiso por Europa.

Los comicios se desarrollan un mes después de unas elecciones generales en las que el notable incremento de la participación (un 75,75% en el conjunto del Estado frente al 69,84% de 2016, es decir, seis puntos más; algo menor en Canarias, que pasa del 64,37% al 68,14%, unos 3,8 puntos más, por debajo del aumento estatal) y el voto útil han colaborado en la amplia victoria socialista. Y conseguido frenar a unas derechas, PP, Ciudadanos y Vox, que realizaron una campaña muy agresiva y plantearon propuestas que suponían un retroceso respecto al papel de las autonomías, los derechos laborales o el avance en la igualdad entre mujeres y hombres.

Una dureza argumental y una radicalización que casa poco con un electorado mucho más moderado y tolerante, más propenso al diálogo y al entendimiento, como bien expresaron los resultados del 28A, que castigaron especialmente al PP, reduciendo a la mitad sus votos y su representación.

La preocupación por la irrupción de la extrema derecha (agudizada por el precedente de las elecciones en Andalucía y su papel esencial en la configuración del nuevo gobierno autonómico) y su posible participación en el Ejecutivo estatal -Pablo Casado les llegó a ofrecer presencia en el Gobierno, si llegaba a ser presidente, en los últimos días de la campaña- concentró el voto progresista en el PSOE, mientras UP perdía más del 20% de sus papeletas de 2016. Y, asimismo, perjudicó a formaciones progresistas autonómicas.

Es el caso de Compromís, que ha cogobernado en la Comunidad de Valencia -en la que su dirigente Mónica Oltra ejerció como vicepresidenta- y dirigido la alcaldía de su capital, que el 28A se quedó con el 6,5% de los votos (172.751 sufragios) en las generales, un porcentaje muy similar al de Nueva Canarias en la circunscripción de Las Palmas. Ese mismo día, en los comicios autonómicos valencianos, Compromís lograba el 17,44% (443.640 papeletas) de los sufragios, casi triplicando sus resultados al Congreso.

Diferenciación

Ese ejemplo muestra que se produjo entre el electorado una clara diferenciación del voto entre dos ámbitos, el general y el autonómico. Hay que reseñar, asimismo, que en el debate se priorizó más hablar sobre Cataluña, el problema territorial y la división del eje izquierda/derecha, que de educación, sanidad, dependencia, financiación autonómica, propuestas sobre progresividad fiscal o en torno a la compleja situación que vive la Unión Europea, con el Brexit y el avance de partidos populistas euroescépticos.

Considero que estas polarizadas circunstancias afectaron también a Nueva Canarias, que no pudo renovar sus actas en el Congreso y en el Senado, pese al buen trabajo realizado y el reconocimiento de este por la ciudadanía. Buena parte del electorado que nos suele apoyar en locales, insulares y autonómicas, prefirió en esta ocasión un voto estatal para frenar a las derechas.

Ahora corresponde elegir en las urnas a las personas que dirigirán nuestros 88 ayuntamientos y siete cabildos. Así como a los hombres y mujeres que integrarán el Parlamento canario -esta vez con dos circunscripciones, la insular, de 61 escaños, y la novedosa archipelágica, con nueve- que procederá a la elección del nuevo presidente de Canarias.

Disponemos de una amplia experiencia, de adecuados equipos y de una buena gestión en los ámbitos municipal e insular, con varias alcaldías, presencia en gobiernos locales y la dirección del Cabildo Insular de Gran Canaria. Hemos realizado, asimismo, una rigurosa tarea en el Parlamento canario, liderando la oposición y ofreciendo alternativas frente a las políticas conservadoras y desarrollistas del Gobierno de Canarias. Con una defensa nítida de los servicios públicos, de la sostenibilidad y de la lucha contra la desigualdad.

Estamos empeñados en que Canarias supere el retroceso experimentado por sus servicios públicos a consecuencia de las políticas de austeridad y recortes, pero, también, de la mala gestión del Gobierno de Coalición Canaria.

Queremos una Canarias con más y mejor empleo y oportunidades para nuestros jóvenes, que comience a erradicar la pobreza y la exclusión social, proponiendo una Renta Básica de Ciudadanía. Una Comunidad que priorice la atención sanitaria y acabe con las impresentables listas de espera para una prueba diagnóstica o para una intervención quirúrgica. Y termine con el colapso en las urgencias. Una Canarias con una educación que forme adecuadamente a nuestra gente y la prepare para el empleo. Con un buena FP y fomento de los idiomas, así como de la escolarización en infantil cero-tres años. Estableciendo en la legislatura el 5% del PIB en materia educativa.

Sostenibilidad e igualdad

Una Canarias con una economía fuerte, diversificada y sostenible, generadora de riqueza y empleo. Con potentes servicios públicos. Que construya 10.000 viviendas públicas y promueva ayudas al alquiler para que nadie se quede sin un hogar en que vivir. Una Canarias que lidere las energías renovables e impulse una movilidad sostenible, con un transporte público más eficiente que responda a las necesidades de su gente. Que elimine los vertidos de aguas sin sanear al mar. Que haga frente al cambio climático.

Una Canarias que trabaje por la igualdad entre mujeres y hombres, que rompa injustas brechas salariales y luche con determinación y recursos contra la violencia machista. Una Canarias que reconozca el trabajo realizado por nuestros mayores, complementando las pensiones mínimas y trabajando por la sostenibilidad del sistema. Y que cumpla con la Ley de la Dependencia, acabando con sus vergonzosas listas de espera. Una sociedad inclusiva con las personas discapacitadas, sin barreras físicas ni mentales.

No considero una utopía alcanzar esos y otros objetivos transformadores. Tenemos personas cualificadas, experiencias de éxito en ayuntamientos, cabildos y Gobierno canario, unas instituciones con enorme capacidad de decisión sobre aspectos esenciales de la vida de los hombres y mujeres de esta tierra. Se puede y se debe cambiar la realidad de Canarias. El 26 de mayo es el momento de hacerlo.

(*) Candidato de NC a la Presidencia del gobierno de Canarias.