El malogrado punto limpio de El Chorrillo se trasladó a La Campana y su entorno sin orden ni control y allí siguen las consecuencias

Foro contra la Incineración

Cuando a finales del siglo pasado se planificó un punto limpio junto a la parte alta del polígono mal llamado ‘industrial’ de La Campana (mayoritariamente eso son almacenes de cosas) la decisión tenía su lógica. Vamos, que aquello tenía sentido porque el entorno genera muchos residuos que ni se puede ni se debe introducir en los contenedores habituales y por una vez en la vida se planificó una cosa bien, no como el de Jagua de la misma época y que está perdido en un sitio que nadie conoce en un barranco cercano a la Dársena de Pesca. Pero el caso es que como mismo se construyó, y se dotó de todo tipo de contenedores y demás, pues entre 2006 y 2008 se demolió y en su lugar ha quedado un gran agujero de donde también salió piedra para el puerto de Granadilla. 

Y uno no sabe, esa es la verdad porque aunque se denunció decenas de veces desde ‘noincineraciontenerife’ nadie dio nunca explicaciones al respecto, cómo le caerá o cómo se justificará ante la Unión Europea ese dispendio de los recursos públicos por la nefasta planificación de los trillizos de siempre, con la CoCa al frente evidentemente. Es más, acaso sería mucho más complicado de explicar cómo se ha permitido que en el entorno de esa zona proliferen indiscriminadamente lugares donde ya es habitual el depósito de todo, desde amianto hasta aceites industriales, neumáticos, enseres de todo tipo y hasta montañas de justificantes de facturas de empresas del propio polígono. 

Así, tal cual, cuando no grandes manojos de tubos fluorescentes, escombros… qué sé yo, lo que debería ir al punto limpio y lo que ni siquiera te admitirían en un punto limpio por tóxico y peligroso. Que no es que vayamos a hacer el listado aquí de esos sitios (ya lo hemos hecho), entre otras cosas porque en algunos de ellos se desarrolla una actividad de recuperación totalmente fuera de control pero que, sin duda, a algunas familias les dará medio de comer el tema en medio de tanta desidia por parte de las administraciones con un plan de residuos paralizado desde 2009. 

Porque digo yo, ¿alguien ha escuchado durante toda esta legislatura a Escolástico o a los ecosocialistas que comparten gobierno con él en El Rosario reclamar al Cabildo la urgencia de un punto limpio en el municipio? ¿Es normal que la obsesión de esta gente haya sido la de camelarse a Carlos Alonso, haciéndolo pregonero y demás, para que se hiciera cargo del polígono de La Campana sin que nadie se comprometa a entregar eso en condiciones? Vamos, que de nuestros impuestos van a salir nada menos que 13 millones de euros no para mantenerlo, no, sino para reconstruirlo por completo porque los propietarios privados han abandonado la urbanización por décadas sin que nadie les exigiera el más mínimo control o las más mínimas condiciones de seguridad para los usuarios. Tremendo éxito compadre, entre todos les pagaremos un polígono nuevo con la consiguiente revalorización con una simbólica aportación por parte de los dueños y señores de no más del 5%. ¡Ojalá las contribuciones especiales que se le imponen a las casas de familia por ahí se acercaran a ese “pírrico” porcentaje!

De todas formas, se pongan como se pongan los ecosocialistas y demás, la cuestión es que después de cuatro años lo de la basura y los residuos ¡que no tiene nada que ver con la urbanización sino con las ordenanzas municipales! sigue exactamente igual y nada hace indicar que el hecho de arreglar los agujeros de la carretera, auténtico campo de minas, vaya a acabar con ese desastre. Los Verdes y los ecosocialistas de Sí se Puede ni regalándole mantas esperanceras a Carlos Alonso y llevándoselo para arriba de pregonero y de lo que hiciera falta, ni siquiera apoyando la Ley del Territorio de Clavijo por la que los colectivos ecologistas se echaron a la calle, han conseguido poner orden el desaguisado de la no-gestión de los residuos en ese entorno. Las imágenes de este viernes santos creo que lo dejan bastante claro y no tienen nada que envidiar a las que hacíamos hace una década o incluso más atrás, el mismo desastre de siempre.