La cara oculta del femicida y el femicidio V

Lic. Horacio Serfilippo (*)

Cuando escucho la serie de reclamos, que se hacen por una legislación más protectiva, hacia las mujeres respecto al maltrato por parte del hombre celebro que haya mujeres que se animen a pelear por su derecho a la vida, y sus derechos femeninos. Pero me sabe siempre a poco, es como que se quedan en lo que se ve, mientras que nadie se ocupa de lo invisible, que siempre resulta más peligroso.

Hay un concepto psicológico que habla de lo que late, no lo latente, sino aquello que late superficialmente, lo que sin estar en la superficie sino por debajo, está a milímetros de esta. Late, se hace sentir, pero no sabemos qué es, pero hace sentir su presencia y sus efectos.

Traslademos este concepto al problema de la violencia hacia la mujer. Esto que late es aplicable a algo que la mujer incorpora en su crianza, se instala en su persona y termina por normativizarse.

Es decir, siendo algo anormal, anómalo, se lo acepta hasta pensar que es algo normal.

Esta anomalía se hace presente, en la mayoría de los casos, en la crianza. Es posible que la niña pueda tener algún aspecto de su personalidad que sea débil, pero si los padres no se ocupan de compensar este aspecto, fortaleciendo otros, más vale que tendremos una niña con autoestima baja.

Sucede que es un cóctel lo que los niños reciben. Por un lado los padres, que a veces trasladan sus frustraciones y fracasos a sus hijos. Por el otro, un entorno social que muchas veces es agresivo, y aquí diferenciemos el entorno adulto, del infantil.

Muchas veces el adulto sin darse cuenta, o por pretender ser gracioso, hace o dice cosas que impactan peor en un niño que en un adulto. En realidad usan una forma de comunicación adecuada para otro adulto, que tiene más herramientas para procesar esa información. Un niño, no.

Por el otro lado están los otros niños, que suelen ser crueles con sus compañeros. Recordemos que los niños son más emocionales que racionales, por lo tanto no miden las consecuencias de lo que dicen o hacen. Aunque no se crea, aquí tenemos de manera muy primitiva, la raíz de los problemas que tendrá cuando sea adulto. Por eso considero que, en tanto no se atiendan estas cuestiones, el problema va a subsistir, más allá de los esfuerzos que las personas hagan por erradicar la violencia machista.

Cuando leo las cosas que los muchachos les dicen a las chicas en redes sociales, me refiero al nivel de violencia con que se manejan, me pregunto muchas veces cómo impactará esto en ellas.

Hace poco, en una red social, de la cual hablaré en el próximo artículo, una señorita decía que solo recibía agresiones e insultos de los otros, y preguntaba qué debía hacer, si quedarse o irse.

Una persona con esta configuración de personalidad, que su umbral de sensibilidad es tan bajo como para tener que preguntar, y plantearse, si se queda o no, es claramente presa adecuada para un violento.

Por eso, yo postulo que los cambios deben ser más tempranos en la evolución de las personas, mujeres en nuestro caso, pero puede ser aplicable a ambos géneros.

A mis consultantes les suelo explicar que todos tenemos como una especie de línea por la cual debemos transitar nuestra evolución, y que a veces podemos sufrir como empujones leves que nos corran de esa línea. Si venimos creciendo dentro de una evolución normal, no tendremos problemas de volver a nuestra línea. Pero si el empujón es muy grande y traumático, por ejemplo un abuso sexual, será muy difícil volver a esa línea, y lo que tendremos es una sinuosidad muy marcada.

Bien, una niña con autoestima débil, ante un empujón leve, será percibido como algo peor de lo que es, y muchas veces les será muy complicado volver al camino primordialmente trazado. En ese punto es que lo que late se está haciendo presente, generando actitudes y conductas de indefensión.

En la práctica, si tenemos una área de nuestro cuerpo, donde la piel es débil, y recibe alguna clase de erosión, puede pasar dos cosas, que se lastime o que se forme un callo. Y esto a nivel psicológico son dos consecuencias muy distintas. En el primero va a haber sufrimiento y angustia. En el segundo, adaptación que llevará al acostumbramiento, y con el tiempo ignorancia.

Cual de los dos es preferible? En terreno de tener que elegir, el segundo es preferible, aunque ninguno de los dos sea bueno. Lamentablemente vivimos en un mundo duro, y lo único que queda para enfrentarlo, es la rebeldía y la confrontación.

Con esto lo que quiero expresar es que si las mujeres, y el público en general quiere cambiar algo de manera más permanente, debe hacerlo desde un punto más de origen en las fases evolutivas de las personas, por que estos cambios no le atañen únicamente a las mujeres, sino a ambos géneros. Debe ser incorporado en la enseñanza dentro de las escuelas, sea como materia, sea dentro de la capacitación de los maestros, sea como curso previo para los padres para que se incorporen de manera activa y participativa en la educación de sus hijos. La triada educativa, padres, alumnos y escuela debe estar más activa y modernizada que nunca.

Y los psicólogos deben estar más proactivos y no sólo como auxilio en los colegios ante problemas de estudio o conducta.

Un hombre golpeador, psicópata, machista y femicida, no es así por que si. Hubo un padre, o una madre que se ocupó de criarlo de esa manera, o lo desatendió. Lo que en psicología llamamos actuar por acción o inacción. Y si a eso se le suma, que ese niño no tiene muchos recursos para evitar torcerse en su camino, hay dos posibilidades, o se convierte en alguien temeroso que sufre, o se le hace un callo y se convierte en eso que tanto malestar trae a la sociedad, un psicópata.

Lamentablemente conformar una sociedad sana requiere que cada uno salga de su caparazón y se involucre activamente. No se puede ser espectador. O se es parte de la solución o se es parte del problema. La inacción, la pasividad está en esta última instancia. Por el momento dejamos aquí, y si hay alguna posible actualización sobre este tema que tratamos, me haré un espacio para desarrollarlo. Si tienen alguna consulta o sugerencia el correo de contacto es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

(*) Psicólogo y articulista