Demencia senil. Una enfermedad imposible? II

Lic. Horacio Serfilippo (*)

Años atrás, antes de graduarme como psicólogo, escuché muchas veces decir que los dementes seniles y los que padecen Alzheimer, tienen una salud de hierro. Lo decían como si la calidad de su salud física estuviera directamente en relación a su estado neurológico. Esa creencia no tiene nada que ver con la realidad.

De hecho, el estado neurológico puede llevar a complicaciones en la salud del enfermo. A medida que la enfermedad avanza la persona cada vez se ve más impedida de poder manifestar si tiene dolores o como se siente. Además como muchas veces se queja de dolores, los cuales son creaciones de su mente, hace que sea más difícil discernir sobre qué es verdadero y qué no.

Comencemos con el área de los aspectos biológicos.

Seguramente la persona traerá un bagaje de medicación previa a su enfermedad. Lo casi normal es que nos encontremos con que toman medicación para la presión y para el colesterol. Y en torno a estos estará el resto, o no. Salvo indicación médica, seguirá con lo mismo, y algún agregado para la demencia.

El problema reviste en que, mientras esté dominando sus facultades tomará solo su medicación, pero va a llegar un momento en que comience a tener problemas para recordar tomar sus comprimidos, esa será la primera fase. Luego va a confundir las dosis, y por ahí termine repitiendo la toma. Esto nos llevará a que debamos comenzar a manejarle la medicación, organizándole las tomas y dosis. Luego, ya será algo más complicado, pues no querrá tomarlas. A veces aludiendo a que queremos envenenarlo, otras directamente se negara por que si. Pues bien, tenemos que armarnos de paciencia, y buscar imaginativamente la manera para que ingiera los medicamentos. Es posible que sea una obviedad, pero nunca hay que renunciar a dárselos, se los digo por que se les cruzará por la mente en algún momento. Lo otro es que tampoco hay que buscar el camino fácil para que tome su medicación, para eso ya habrá tiempo, pero tal vez ahora no sea el momento adecuado. Busquen siempre razonar con la persona, agoten todas las posibilidades para que entienda que es por su bien. Recuerden que uds. son el único nexo del enfermo con la realidad y depende de uds. no favorecer la aceleración de la enfermedad. Por eso no deben bajar los brazos y dar batalla. (si es que son los únicos que cuidan al enfermo, pues estos escritos se orientan para ayudar a cuando se trata de un único cuidador. Si son varios quienes cuidan, más adelante explicaré cómo deben organizarse)

Lo que va a suceder es que va a llegar un momento en que va a ser imposible hacerle tomar la medicación, y esta situación los va a comenzar a afectar emocionalmente de manera negativa, por lo cual el mejor recurso, y último, es enmascararle la toma. Para ello deberán pulverizar la medicación y mezclarla con la comida, o con dulce. O tal vez con una bebida. Cuando encuentren cual es la mejor manera para que  la ingiera, verán como se descomprime la tensión.

Tal vez piensen que los llevo a una conducta masoquista, pero no es así. Si uds. están cuidando una persona demente, debo entender que como parientes cercanos que entiendo deben ser, están allí por elección. Si esto es como yo pienso, la pregunta es: si estoy aquí, para que es? Es para darle dignidad a quien quiero y le tengo cariño, o para facilitarme las cosas de manera egoísta? Si es lo último, ya les digo que están en el lugar menos indicado. Cuando uno acepta cuidar un enfermo de esta clase, está renunciando a muchas cosas, entre ellas a pensar mucho en si mismo. Lamentablemente la prioridad ya no la tienen. Lo cual no quiere decir que se abandonen. Lo que quiero decir es que si aceptan estar y vivir en una situación incómoda, deben reorganizar sus prioridades, y estar conscientes que esto es así, y lo será por mucho tiempo. Al menos mientras aquel a quien cuidan tenga consciencia.

Por otra parte, van a encontrar que muchos momentos de convivencia con la persona enferma les va a dar muchas satisfacciones, pues cuando hay cariño como nexo, no hay nada más conmovedor que ver en los ojos de aquel el sentimiento que nos expresan.

Hablemos de la comida.

Escuchaba en la radio a una persona que tenía a la madre en una residencia para gente mayor, y que padecía demencia senil. Ella decía que su madre comía poco por que esta enfermedad hace que se la tomen con la comida.

Este comentario es típico de alguien absolutamente desconectado con la realidad de esta enfermedad y de quienes la padecen.

De un niño que no quiere comer, se podría decir eso? Pues no creo. Una persona con demencia es lo mismo. Es como un niño. Se pondrá difícil para comer, pero se alimentan, se los aseguro.

Mientras están bien, comerán como estamos acostumbrados a verlo. Pero va a llegar un momento en que abruptamente, van a comenzar a hacer cosas raras con la comida. Como revolverla y no comer. O sacar una porción y colocarla en la mesa o sobre una servilleta. Estos son los preanuncios de que paulatinamente deberemos tomar el comando de su alimentación.

Aquí lo que puedo sugerir es que no dejen de prepararle la comida que le guste a quien cuidan, eso será infalible. Lo mejor en estos casos es que prueben la comida antes. Si es de vuestro gusto, seguramente también le gustará a él.

Antes de terminar esta segunda parte del artículo deseo aclarar que, llegado un momento, van a tener que hacer que el tiempo les rinda para poder cumplir con todo, lo cual optimizarlo es fundamental, y para eso deben enfocarse en aquellas cosas que no tengan que ver con el trato personal con aquel a quien cuidan. Es posible que deban requerir, a veces, comprar comida pre elaborada, si es que el enfermo la come y puede. O tal vez deban resignar de preparar comida en el momento, y tener comida congelada para hacer más fácil la tarea. Esto es perfectamente normal, y no pasa nada. En el terreno del cuidado de un enfermo se debe priorizar lo importante por sobre todas las cosas. Seguimos en el próximo artículo. Ante cualquier comentario o consulta, mi correo es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo." target="_blank">

(*) Psicólogo y articulista