Todo no está bien

Pedro González Cánovas (*)

Partiendo de la premisa independentista que “con las carencias que tenemos, cualquier cosa está bien”, se han cometido muchos errores. No con ello pretendo a echar en cara a nadie acciones pasadas o proyectos que tengan en marcha: yo tampoco soy ningún iluminado.

Lo cierto es que en política se arrastran los lastres del pasado durante mucho tiempo. El auditorio no mide solo por la exposición actual, olvidando que fallos tienes a las espaldas, por lo que hay que madurar hasta el extremo de “no cagarla hoy, para que el mañana sea menos difícil”.

Desde luego, en el ámbito independentista, no damos impresión de tener una herramienta definitiva de carácter inmediato, por lo que tantos de nosotros asumimos que aún quedan generaciones por tomar el relevo. Los que pensamos así hemos de reflexionar mucho antes de “quemar las naves”, antes de ponerle fácil a la otra corriente política presente que nos enfrente con la mayoría social. Esta no es una lucha personal, es la lucha de un Pueblo, aunque éste tenga aún que despertar y manifestarse como tal.

Desde mi punto de vista hemos progresado en el buen camino. A parte de lo que eso pueda significar para otros que puedan estar leyendo esto, yo me refiero a la instalación en el ámbito político de una fuerza independentista como no se recordaba. Una organización referente para la izquierda Canaria como en la que se ha convertido Alternativa Nacionalista Canaria.

Dicen que grupos de empresarios relativamente cercanos, o independentistas, pretenden montar otro de sus inventos “interclasistas” donde la derecha o los neoliberales del Archipiélago encuentren refugio: ojalá no vuelvan a perder el tiempo articulando organizaciones que acaben siendo abducidas por el colonialismo, como pasó con aquel histórico PNC o las organizaciones que conformaban CC. Si les sale bien esta vez y perdura, ya tendremos tiempo de hablar.

Pero hoy he venido a ordenar estas letras en frases y estas frases en unos humildes párrafos para hacer un llamado a la cordura y la razón. Para pedir coherencia y responsabilidad. Para intentar que todo patriota –o matriota− de esta tierra tome consciencia de que el futuro se construye hoy y no vale todo. Para no salirnos del tiesto y que desde el futuro llegue a considerar como la gente seria que sabíamos lo que hacíamos y no seamos mañana un lastre en el camino de la liberación social y nacional del archipiélago.

Nuestra historia merece gente con cabeza que sepa hilar desde ya hasta el final episodios llenos de verdadero orgullo. Hasta el momento en que los independentistas podamos mirar atrás orgullosos y señalar como única vergüenza a quién se opone al progreso y va de la mano del colonialismo rancio y el explotador social; hasta ese momento, cordura, por favor. Porque los otros también serán recordados, pero como un auténtico mal rechazable.

Todo lo que se hace no vale. Ni por un instante perdamos la cabeza. Seamos dignos de la historia de esta tierra e íntegros en nuestra maltratada sociedad. Queda mucho por caminar y le guste a quién le guste, no hay atajos en el camino de la libertad y sí mil escollos que superar.

(*) Militante de Alternativa Nacionalista Canaria