Canario, emigra y vende tu casa que la necesitamos pal turismo

Jorge ‘Mencey Macro’ Dorta (*)

Canario apoya al turismo, emigra y vende tu casa para que podamos ponerla en alquiler vacacional o, si decides quedarte, vete al garaje para que el extranjero esté más cómodo en tu casa.

Hace algo así como ocho años estaba viajando en el ferry entre Gran Canaria y Tenerife y escuche una conversación que me puso los pelos de punta. Un canario de mediana edad se puso a hablar con unos turistas jóvenes. Por el acento yo diría que eran rusos o yugoslavos. No recuerdo exactamente la conversación pero si recuerdo que el canario les dijo, de una forma totalmente pesimista y resignada, que el pensaba que los canarios se iban a extinguir como pueblo. La cara de los rusos era un poema, no se creían que alguien pudiera decir aquello con tal nivel de resignación, no se creían que alguien pudiera aceptar pasivamente su propia extinción.

No es la primera vez que a un pueblo se le expulsa de su propio territorio por razones económicas. Por ejemplo en el siglo XVIII la población gaélica nativa de las tierras altas de escocia fue expulsada de sus tierras en una verdadera campaña de limpieza étnica y obligados a emigrar a los suburbios de las ciudades o al extranjero. Se expulso a la población para dedicar las tierras a la ganadería, concretamente a la cría de ovejas.

En Canarias está pasando algo parecido. Los jóvenes canarios se ven forzados a emigrar mientras no paran de llegar españoles y extranjeros a Canarias. En islas como Lanzarote y Fuerteventura los canarios ya son minoría y encontrar una vivienda de alquiler es tarea cuasi imposible, lo mismo que en Gran Canaria o Tenerife. Las viviendas  se dedican ahora al alquiler vacacional, lo que hace que suban los precios de alquiler mientras que los sueldos son de miseria para el afortunado nativo que encuentra trabajo.

Alguno dirá que siempre se necesitarán canarios para servir a los amos. Alguien tiene que servir las copas, hacer las camas y limpiar las piscinas. Pero eso era antes, ahora te puedes traer sudamericanos que son más obedientes, no se creen con derechos como el canario y se les puede manejar mejor.

El tema del alquiler vacacional es controvertido. Por un lado es lo que está salvando a muchas familias y creando algo de riqueza. Por otro lado está creando unos problemas gravísimos en el mercado de alquiler. Además muchas de las propiedades puestas en alquiler vacacional no son de familias canarias sino de inversores extranjeros que las han comprado. También hay que tener en cuenta que el turista "hotelero" casi todo su gasto lo hace en el propio hotel mientras que el turista que viene en alquiler vacacional gasta en el comercio local, en el supermercado, etc.. y eso se nota.

Déjame hacerte una reflexión. Quizás deberíamos replantearnos eso de que Canarias tiene que vivir de la caridad del resto del Estado y empezar a entender que nos están robando delante de la cara. Si el alquiler vacacional, es tan solo una pequeña parte del turismo en Canarias, concretamente el 9,19% del turismo en Canarias y está creando esa riqueza, imagínate si la riqueza que genera el turismo ‘hotelero’ y ‘extrahotelero’ (mas del 90% del turismo) repercutiera en Canarias.

En Canarias se gobierna para los intereses del turismo sacrificando los intereses del nativo. De esta forma se crea lo que ellos llaman ‘la mejor fiscalidad de Europa’ y yo llamo la mayor robo, captura de rentas y redistribución de la riqueza (pero de pobres a ricos) de toda Europa. ¿Crees realmente que Canarias necesita incentivos fiscales al turismo? Pues se los damos. No siquiera ponemos una mísera tasa turística ecológica. Aquí el turismo está en manos extranjeras y se lo llevan calentito sin pagar impuestos. Como dijera el profesor Domingo Hernandez Peña, el turismo en Canarias es una actividad equivocada, o, cuando poco, desactualizada o anticuada. Los principales equívocos son dos: la idea de que con más turistas hay más progreso, y la estrategia de la intermediación en manos foráneas, que es un verdadero peligro, sobre todo cuando quien intermedia es quien transporta.

No puede haber más progreso con más turistas (o solamente habrá pequeños avances) si lo que se intensifica es nada más que el negocio del transporte, por un lado, y el de la hotelería, por otro, y no el consumo general (el mismo consumo de los residentes) con la participación plena de todo el comercio, de toda la industria y de todos los servicios de toda la economía del archipiélago. En resumen, Canarias es un país rico que pasa hambre porque el valor añadido del turismo lo disfrutan otros sin ni siquiera pagar impuestos por ello.

En realidad el canario no vive del turismo, del turismo viven otros, más del 70% de los hoteles son de extranjeros, los aviones que traen a los turistas son de extranjeros, lo que consumen los turistas en los hoteles se importa del extranjero. El canario no vive del turismo sino de la construcción (cuando no se traen gallegos) y del mantenimiento (cuando no se traen españoles o sudamericanos).

Como hemos dicho no es la primera vez que se fuerza a un pueblo a emigrar de su tierra, ni la primera vez que se fuerza a un pueblo a vender su tierra. Los Estados Unidos metieron a los indios en reservas al tiempo que les cortaban las posibilidades de desarrollo económico y de esta forma los obligaron a vender sus tierras. Algo parecido ha ocurrido en Canarias, nos desglobalizaron, cortaron nuestras posibilidades de desarrollo y nos han convertido en una colonia turística y un mercado cautivo donde la única salida es vender nuestro suelo,.... y lo vendemos alegremente. Canarias tiene un enorme cartel que dice ‘se vende o se alquila’.

Si conoces la historia verás que no es la primera vez que pasa, no es la primera vez que un pueblo vende su tierra. Los palestinos vendieron alegremente su tierra a los israelitas que después de la II Guerra Mundial se asentaron en lo que hoy es Israel y Palestina. Estaban contentos y felices por venderles el suelo (unos eriales) a los israelitas, al igual que los canarios con los ‘guiris’, incluso presumían de ello, y cuando llego el momento de la partición y la creación del estado de Israel, los israelitas dijeron, espera un momento, modifica las fronteras porque toda esta tierra también es mía y aquí tengo los títulos de propiedad que lo demuestran.

Pero los canarios somos increíbles. Hemos ido todavía más allá que los palestinos,... no solo les hemos vendido la tierra sino que además les hemos dado beneficios fiscales para hacerlo. Si, ya se que no es tan evidente pero en términos netos eso es para lo que sirve básicamente la RIC, para que compren nuestra tierra con cargo a los impuestos que se ahorran. Así, mientras países como Nueva Zelanda o Suiza prohíben a los extranjeros comprar tierras e inmuebles, en Canarias somos más listos que nadie, y les financiamos la compra de nuestra tierra con incentivos fiscales.

El canario grita que es europeo y español, y no se da cuenta que la plena integración en la Unión Europea - junto con las políticas españolas que crean un mercado cautivo sin igualdad de oportunidades y que castra artificialmente nuestras posibilidades de desarrollo - lo está condenando a la extinción. España perdió las colonias americanas cuando en los territorios del Nuevo Mundo creció la capacidad de iniciativa local - cuando el bien y el mal dejaron de ser monopolio de la metrópolis. Por eso la iniciativa en Canarias hay que castrarla, ponerles todo impedimento para que pueda prosperar. Que los canarios puedan sobrevivir (y ya ni eso) pero no prosperar. De esta forma nuestra enorme capacidad de iniciativa que hemos históricamente demostrado en América fue suplantada por una especie de conformismo subtropical bajo unas leyes asfixiantes.

El problema no es el alquiler vacacional ni los problemas del mercado de alquiler. Eso es tan solo la punta del iceberg, el síntoma de una enfermedad mucho más profunda... y esa enfermedad es el modelo de desarrollo que hemos tenido desde el año 72, un desarrollo basado no en el comercio y la innovación sino en la especulación del suelo y en la creación de privilegios para unos pocos a costa de sacrificar los derechos, oportunidades e intereses de la mayoría. 

Mientras no le metamos mano a eso nada cambiará, porque un problema estratégico no se puede solucionar parcheándolo con medidas ‘operativas’ de la misma forma que un cáncer no se puede curar con aspirina para el dolor de cabeza. Mientras busquemos solo parchear las cosas y no cambiarlas realmente, nada cambiará, y si nada cambia aquel canario que escuche hace ocho años en el ferry entre Gran Canaria y Tenerife tendrá razón y terminaremos desapareciendo como pueblo para enriquecimiento de los extranjeros. Desgraciadamente ese es el camino en el que estamos y lo más sorprendente es que aceptamos resignados y pasivos, ese sino, para asombro de cualquiera que lo vea de fuera.

(*) Articulista y economista soberanista