Decisiones difíciles de explicar

Paulino Rivero (*)

El próximo día 20 de diciembre están convocadas elecciones generales en España. Sin duda, el ambiente que rodea la llamada a las urnas es el más complejo que hemos tenido desde la restitución de la democracia, tanto desde el punto de vista político como del económico, social o territorial.

La crisis económica que ha hecho estragos en el bienestar de las personas, la corrupción de partidos, organizaciones empresariales y sindicales, el desafío soberanista en Cataluña, el deterioro institucional o la irrupción de nuevas opciones políticas como Podemos y C’s nos colocan ante un resultado electoral lleno de incertidumbres.

Si volvemos la vista atrás podemos comprobar que en las distintas legislaturas los gobiernos que ha tenido España han pivotado –excepto cuando se han producido mayorías absolutas– sobre un partido mayoritario –UCD, PSOE o PP– y el apoyo de fuerzas territoriales-nacionalistas: PNV, CiU y CC. El mapa del que se parte en esta convocatoria electoral es otro. Por primera vez desde el año 1977 para gobernar serán necesarias otras fórmulas, otros acuerdos.

En Canarias, los partidos territoriales-canarios-nacionalistas, Coalición Canaria y Nueva Canarias, afrontan unas elecciones plagadas de dificultades.

Por una parte, porque los decepcionados de los grandes partidos estatales –PP y PSOE– tienen un mayor abanico de opciones, con la irrupción de Podemos y Ciudadanos. Por otra, porque al votante nacionalista constitucionalista, que entiende que es posible defender los intereses singulares de nuestra tierra dentro de un proyecto estatal y europeo común, la posición rupturista del nacionalismo catalán y el escándalo derivado de la financiación de Convergencia puede estar desmovilizándolo y desmotivándolo.

En este orden de cosas, los movimientos estratégicos que está llevando a cabo el nacionalismo canario de cara a la cita del 20 de diciembre siembran muchas dudas entre nuestros tradicionales votantes: es difícil explicar la falta de acuerdo entre CC y NC para sumar fuerzas en la defensa de Canarias en el Parlamento de España.

Resulta difícil explicar –y que los demás lo podamos entender– el acuerdo de NC con el PSOE para concurrir juntos a las elecciones. Genera mucha confusión la posición complaciente de CC con el PP, que ha gobernado cuatro años dando la espalda al archipiélago.

El votante nacionalista se mueve en una enorme confusión, a quienes en otras ocasiones han votado por fuerzas territoriales no les resulta fácil entender los movimientos que se han producido y se están produciendo en el ámbito del nacionalismo canario.  

(*) Ex presidente del gobierno canario