El enigma Melchior: ¿debe o no seguir al frente de Puertos de Tenerife? (y VII)

Sherlock Holmes de Anaga (*)

Durante los años de desempeño de mi profesión he escrito muchos artículos, algunos de más interés que otros y definitivamente, algunos en los que he depositado una mayor dosis de entusiasmo que en otros.

Recientemente me ha despertado la curiosidad la polémica suscitada con una figura pública que, a pesar de ser un habitual en los medios de comunicación, últimamente ha sido objeto de más atención y escritos que de costumbre.

Hablo del ex presidente del Cabildo Insular y actual presidente de la Autoridad Portuaria de esta provincia: Ricardo Melchior. Hoy, figura controvertida.

He estado atento a lo publicado durante los últimos meses sobre Melchior y no me ha costado concluir que las recurrentes menciones se efectúan en medios de diferente índole - digitales, escritos, audiovisuales,...- con matices muy dispares en cada una de ellos y dejando muy clara la opinión a crear. Quiero decir, en lo referente a Ricardo Melchior encuentro muy pocas noticias, entendiendo por noticias, novedades o asuntos de interés. Lo que se publica sobre él parecen reportajes personales en unos casos, hablando bien o muy bien y en otro tipo de medios diferentes, también reportajes, hablando mal o muy mal.

Un impulso irrefrenable me ha llevado a tratar de desembrollar esta dicotomía. ¿Es bueno o es malo Ricardo Melchior?

No quiero sustentar mi opinión en lo que me dicten más artículos que, claramente te invitan a formar parte de un bando o de otro. En principio, no me creo ni unos, claramente pagados por el protagonista, ni otros, que pudieran ser consecuencia del rencor subjetivo de alguien.

Quiero llegar al fondo del asunto, con datos contrastados y saber si Ricardo Melchior es un buen gestor, persona honrada y amable de la que los tinerfeños podemos estar orgullosos por representarnos en instituciones vitales para el desarrollo de nuestra isla o, por el contrario, es una personal vil, chanchullera que trata despiadadamente a sus empleados, practica el mobbing y que aprovecha los recursos públicos para su propio interés y el de sus amigos y amantes.

Google me recuerda que Ricardo Melchior ha cumplido 71 años, de los cuales 31 los ha dedicado a diversos cargos políticos en Tenerife: 12 años vicepresidente del Cabildo, 13 de presidente, 4 de senador y poco más de 2 años hasta hoy, como presidente de la Autoridad Portuaria.

Otras páginas de internet me conducen a numerosas referencias del pasado: menciones a la gestión del Presidente del Cabildo, logros y éxitos y otros escritos que se perfilan como críticas desatadas. Es decir, lo mismo que se viene publicando durante los últimos meses. Hay de todo, bueno y malo.

Bien, tengo un comienzo. Descartando los logros conseguidos, centro mi atención en encontrar coincidencias en las críticas. Quiero saber si lo que se critica hoy, ya se ha criticado antes.

Carecen de interés en esta ocasión los posados y los titulares que se refieren a  encuentros e inauguraciones, así como  las menciones a éxitos en la gestión. Como los lectores fácilmente adivinan, es parte del juego mediático.  Con absoluta certeza, hablamos de reportajes y artículos  pagados por la Institución que toca promocionar en cada momento de la vida profesional de nuestro protagonista. No se tienen en cuenta por tanto, en este estudio, del mismo modo que no consideraría la publicidad.

Me centro, sin embargo, en las críticas a la persona vertidas en la etapa profesional anterior y en las críticas reveladas en la presente.  Esas no se pagan.  Estarán, en todo caso, motivadas por el despecho de algún muerto en el camino del famoso político. 

Pero me sirve.  No siempre será el mismo afectado el que se exprese, por lo que la suma de sus críticas y sobre todo, la coincidencia entre ellas, nos describirán con precisión a nuestro personaje.

Reviso material desde 2003 hasta la actualidad y encuentro historias, en algunos casos alarmantes, con nombres y apellidos de personajes públicos, trabajadores del Cabildo, que recuerdan mucho a comentarios que he leído recientemente, referidos a la etapa actual de Melchior. 

La que fue Consejera de Turismo y Paisaje del Cabildo Insular de Tenerife durante los años 1993-2003…. El reportaje continúa añadiendo que  el rechazo de la consejera por su presidente era tal, que ambos pasaron sin hablarse varios meses de los que trabajaron juntos.

El segundo caso que deseo compartir, es similar al anterior.  También mujer, también  colaboradora estrecha del entonces Presidente del Cabildo de Tenerife, en esta ocasión como  Consejera de Cultura y Patrimonio Histórico en la corporación insular…y escribe que hoy pude ver en un periódico de Tenerife a un señor con muchas canas y mucha responsabilidad, exigiendo cual niño inmaduro algo así como, si no me dan lo que quiero me enfado y me voy. En clara referencia a las declaraciones realizadas por  Melchior acerca de la gestión del Parque Nacional del Teide, en las que amenazaba con retirarse si el Cabildo no lograba su gestión.

Esta misma señora, conocida por haber desempeñado numerosos cargos públicos de responsabilidad, años más tarde relata en una emisora de radio lo que le había tocado sufrir durante sus días de consejera insular de Cultura, bajo el mando del presidente cabildicio, Melchior, que la relación profesional con este señor, había resultado una decepción total…..¿Qué haces? ¿Denuncias por mobbing siendo consejera?, se lamenta la afectada.

De mi próxima referencia se acordarán.  En junio de 2011 falleció la ex-acaldesa de Gúimar y Consejera de Carreteras y Vivienda en el Cabildo. Otra vez mujer, otra vez consejera de la Corporación Insular durante la presidencia de Ricardo.

La fallecida, antes de de su muerte, escribió  un documento  dirigido al presidente de la institución. La carta fue publicada por el periódico El Día y por ABC y relata intentos de prevaricación a la hora de contratar obras que fueron ejecutadas con dudosa legalidad y sin expedientes y denuncia un trato terrible como trabajadora.....  Yo le acuso, señor presidente, de maltratar psicológicamente a personas honorables, a consejeros, funcionarios absolutamente honestos que se dejan su pellejo en la corporación.

… Obras ejecutadas de dudosa legalidad, sin expedientes… ¿Me va a negar que me ofreció nombrarme vicepresidenta si yo dejaba Carreteras, porque era una persona molesta para usted en las mesas de contratación? Yo le acuso, señor Melchior, de mostrar una inmensa cólera cuando desconvoqué una mesa de contratación, a la vista de una baja temeraria de la empresa adjudicataria. Usted me amenazó con quitarme mis competencias si no convocaba de nuevo la mesa en una hora. Y esa mesa olía mal, señor Melchior; muy mal. …Yo le acuso de creerse un dios, pero sólo es un diosecillo de barro, con las patas quebradas, precisamente quebradas por la falta de lealtad, que es la virtud que, al parecer, usted más admira. Con usted yo he aprendido a ver la cara negra de la política, la podredumbre de la gestión....Yo le acuso, señor presidente, de vulnerar mis derechos personales y políticos…

Tres mujeres de reconocida valía critican amén de la gestión, las actitudes de psicópata y el maltrato psicológico y despótico, en el plano personal.  Tres narraciones que, por su fuerza no requieren de explicación, ni comentario adicional.

Quiero resaltar que lo anteriormente expuesto son manifestaciones de aquellas que no han temido expresar sus experiencias en voz alta.  Sin embargo, otros testimonios velados revelan más desencuentros y más afectados por el trato personal cruel de Melchior, durante su etapa presidencial en la corporación insular.  De éstos no puedo dar nombres, pero confío en la veracidad de sus historias debido a la profusión de detalles y especialmente a la coincidencia de argumentos con lo aquí contado.

En definitiva, unos eligieron el camino de la expresión pública y por tanto, de la confrontación.  Otros, sigilosamente se echaron hacia un lado, por no batallar. Hoy lo cuentan, en voz baja.  Cada uno elige su camino. Todos respetables. Ninguno censurable.

Recopila  a continuación anécdotas de diferente índole, las que narran una forma de actuar despótica, tiránica, que algunos vienen a tildar de megalomanía o complejo de Dios.

En primer lugar, rescato algunas frases de la carta escrita por la ex alcaldesa de Gúimar y Consejera de Carreteras y Vivienda en el Cabildo, su carta póstuma de 2011.

(…) Sr Presidente,  (…) le pido mis competencias y se rechaza mi petición; es más, usted se atreve a decirme que hace lo que le da la gana, que para eso es el presidente.

A continuación, en 2012, hallo unas líneas publicadas en prensa, que reprochan a Ricardo que pisotee los derechos políticos de los ciudadanos. El artículo dice lo siguiente:

El presidente del Cabildo de Tenerife: Melchior dice que llevará a la Fiscalía a quien auspicie las prospecciones.  El arranque fascista y populista de Ricardo Melchior…

Otro medio dedica un editorial a propósito de lo anterior: “Eso es pura dictadura; puro totalitarismo y puro fascismo. ¿Es que este hombre ha perdido la cabeza política? (….) ¿Qué es eso de que va a llevar ante la Fiscalía a quienes crean en las prospecciones y lo expresen libremente? …¿Añora el señor Melchior las dictaduras que hubo en España y en otros países europeos?”

Es evidente que estas declaraciones enfurecieron, en su momento a más de uno.  Para prueba esta mención, titulada El ‘Führer’ de Tenerife: “Yo ya he expresado públicamente que estoy en contra de las prospecciones de Repsol, pero independientemente de que se esté a favor o en contra... pero quien coño se cree este Ricardo Melchior que es para pasarse los derechos civiles de los ciudadanos por la entrepierna. Pero donde diablos se cree que está”. 

Una referencia más a una actitud dictatorial publicada por un diario de la isla,  el 6 noviembre de 2014: “Ricardo Melchior, siendo presidente del Cabildo de Tenerife, intentó que echaran al delegado del diario ABC en Canarias, Bernardo Sagastume, por haber sido uno de los dos medios –el otro fue “El Día”— que publicaron la famosa carta de la fallecida consejera del PP Vicenta “Tita” Díaz, titulada “Yo acuso”, en la que se denunciaban graves irregularidades en el Cabildo….Melchior utilizó la estrategia de político viejo y franquista: pedir la cabeza del Bautista. Y lo hizo sin contemplaciones y de una manera deleznable”.

Completo esta última historia con una similar ocurrida hace tan solo dos meses.  Es el caso de un periodista que fue cesado de su puesto en una cadena televisiva local, el día posterior  al que en la tertulia del programa nocturno en el que participaba, acusara a Ricardo Melchior de supuesta prevaricación y otras prácticas ilegales en la gestión de la Autoridad Portuaria.  Suponemos que la llamada del político que protagoniza este artículo al responsable de la cadena televisiva, llegaría de inmediato. Como de inmediato fue el cese del tertuliano.

Lo que hasta ahora pudo ser una suposición o simplemente, una historia más sin pruebas fehacientes de su credibilidad, se convierte ahora, tras conocer los antecedentes, tras saber el modus operandi de Melchior, en una certeza. 

Todo lo anterior nos lleva a pensar que el actual presidente de la Autoridad Portuaria utiliza sus contactos, para jugar a ser Dios con la vida de las personas que no actúan conforme a su criterio.

Ahora, con todo, he decidido centrarme en las denuncias de actuaciones ilegales en la gestión de las instituciones.

Incluyo a continuación frases sueltas publicadas en diferentes medios y en referencia a diversos asuntos:

-        Ricardo Melchior se gastó en el año 2010, en plena crisis económica, 33.284.216 millones de las antiguas pesetas en circo altos cargos y 35 personas de confianza.

-        2011.- El Cabildo ha enviado a la Fiscalía Anticorrupción la gestión en Carreteras en los últimos años, ante la sospecha de irregularidades en la gestión y más concretamente en la contratación pública.

-        El 11 marzo de 2103:  Melchior dejará el Cabildo, y esperemos que también la política …Creo que pocos van a echar de menos a un tipo que ejerció la tiranía como nadie, famoso por los puñetazos en la mesa en su despacho cuando sus asesores le desdecían… el que en una carta la fallecida Vicenta Díaz, que fue consejera de Carreteras y Vivienda, lo acusó de haber sido un maltratador psicológico con ella y muchos de sus compañeros y donde vierte un posible intento de prevaricación contra Melchior a la hora de contratar una serie de obras públicas.

-        (…) Ricardo Melchior, (…) en 2015 dimitiría de su cargo dejando al organismo insular con una deuda de 450 millones de euros.

-        El 21 de septiembre de 2016, una conocida agencia de noticias comenta: “el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha enfatizado su voluntad de transparencia y de exigencia de responsabilidades en el presunto desfalco de 127.000 euros en el Recinto Ferial, lo que le diferencia de su antecesor en el cargo, Ricardo Melchior, ha subrayado…. Carlos Alonso recordó que en su día, cuando se descubrió otro presunto desfalco en Simpromi por casi 800.000 euros, Melchior defendió “que él hubiera protegido” al entonces responsable financiero, Andrés Pedreira, que lo habría resuelto de otra manera, “hablando con él”.

(…) Carlos Alonso indicó que el Cabildo está en un proceso continuo de mejora de los controles en todas las sociedades, que ahora se auditan todos los años y no aleatoriamente como ocurría en el pasado, y esos controles van a seguir reforzándose.

Para resumir, son referencias a la ilegalidad en las contrataciones, e irregularidades en la gestión.  Por otro lado, varios medios insisten en que el citado político ha tenido y tiene varios frentes abiertos con colectivos de relevancia en la isla, los cuales le han llevado a protagonizar multiplicidad de  noticias en los medios de comunicación. Colectivos como por ejemplo, los bomberos o  los taxistas.

Menciono un texto referido a su relación con el Consorcio de Bomberos. Cito textualmente lo publicado en un medio digital el 14 febrero de 2015:

(…) Desde la protesta de 2005 hasta su retirada de la Presidencia del Cabildo, en septiembre de 2013, las relaciones entre Melchior y los bomberos no han sido buenas. Los efectivos del Consorcio no sólo no lograron sus objetivos de más plantilla, sino que ésta se ha visto mermada progresivamente. Más recientemente, otro colectivo de trabajadores de la isla, los taxistas de Santa Cruz de Tenerife, han protagonizado varias manifestaciones frente al edificio de la Autoridad Portuaria y han circulado virtualmente, en busca de firmas y apoyos, cartas de denuncia a la gestión del presidente del ente portuario de la provincia.  De este conflicto se han hecho eco varios medios de comunicación.  Por no extenderme, transcribo lo publicado el 21 de diciembre pasado en un conocido diario escrito: “Alrededor de 200 taxistas -según los organizadores- se manifestaron ayer en la capital contra la decisión de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife de privatizar la gestión del servicio del taxi en el interior del muelle”.

Y por último, para completar los argumentos de este capítulo, incluyo parte de un texto publicado en un medio digital este mismo año, el 17 de enero, en relación a la gestión de Ricardo Melchior, antes y ahora: “Carlos Alonso y su gente, menos las que fueron esclavos de Melchior, no se pudieron imaginar lo que se encontraron debajo de las alfombras y en gavetas ocultas en la corporación insular.

(…) La llegada de Ricardo Melchior al puerto de Santa Cruz de Tenerife ha sido como la invasión de los hunos de Atila a Occidente. El que fuera y es el ‘Abuelo de Tenerife’ ha conseguido en poco tiempo destruirlo todo, convertir la Autoridad Portuaria en un cenagal y ha instaurado un régimen de terror, donde el capricho es ley y donde los que son honestos, transparentes, no sirven, deben ser aniquilados y donde los favoritos, los protegidos, los que no tienen ni moral ni nada que les evite caer en la tentación, son los reyes, son los que mueven ahora esa institución.”

Inicio este articulo con un último apunte sobre la dudosa legalidad de las actuaciones de este señor en el desempeño de su actividad política al frente del ente portuario de la provincia.  Reproduzco para ello, dos párrafos que forman parte de un artículo publicado el 29 de enero pasado, denunciando la contratación ilegal, por parte de Ricardo Melchior de una persona, supuesta amiga, en la Autoridad Portuaria.

“Who’s that girl?’ (…) Desde el inicio de su mandato paga mensualmente 2.500 € a una persona por unos servicios no definidos. Esta persona ha estado cobrando durante dos años de la Autoridad Portuaria, en total 64.000 euros, a pesar de que la Ley de contratación no permite pagar servicios a un mismo proveedor por valor superior a 18.000 euros al año y en cualquier caso, nunca por periodos de tiempo superiores a un año”.

Dos artículos más nos recuerdan que la Inspección de Trabajo ha comenzado una investigación para analizar las prácticas de contratación denunciadas y la Institución ha recibido en estos meses varias visitas de inspectores para la recolección de datos, según se publica. El mismo medio nos informa de que la Fiscal Anticorrupción ha tomado declaración al acusado Melchior, por presuntas acciones ilícitas al frente de la Autoridad Portuaria.

Apunto de finalizar, quiero compartir que mis dudas iniciales sobre la veracidad de las recientes publicaciones que denostaban la calidad humana y  profesionalidad de Melchior, han resultado estar fundadas. 

Este humilde detective no ha tenido ni el placer, ni la desdicha de hasta la fecha, de dialogar con Melchior, ni de compartir con él despachos para debatir asuntos de interés público.  Por tanto, mi opinión acerca de este señor, al inicio de este reportaje, se sustentaba únicamente en los comentarios y publicaciones al respecto de su persona,  al alcance de cualquier ciudadano.

Aclaro e insisto, por si alguien se lo pregunta: con esta serie de artículos no pago deudas, no favorezco a amigos y tampoco acallo ilegalidades y actitudes crueles,  por dinero. La honestidad es lo primero. Escribo lo que pienso y pienso lo que concluyo tras una investigación realizada de la manera más objetiva posible.

Me sentiré satisfecho si he podido ayudar a aclarar las dudas suscitadas sobre esa persona.  Tras varias semanas de estudio, hoy me siento obligado a formar finalmente parte de un bando.  Claramente, pertenezco al bando que critica la gestión y critica a la persona de Ricardo Melchior, apeado ahora de sus tratamiento de Excelentísimo de antaño y actual, de Señor Don.  No me merece más respeto que la mención a él con nombre y apellidos: Ricardo Melchior, tal cual. No caeré en el insulto fácil, ni en el uso de los motes comunes con los que a él se suelen referir, sin embargo. Demasiados testimonios, con los mismos argumentos y en personas dispares y allegadas al sujeto del estudio, otorgan la credibilidad que en un principio trataba de verificar.

No saben cuánto lamento esta conclusión. Preferiría cien veces haber determinado que un político bueno y honrado ha estado gobernando tantos años esta tierra de todos: primero como presidente del Cabildo y posteriormente como presidente de la Autoridad Portuaria.  Lástima. Los tinerfeños no merecemos este engaño. 

Ricardo, igual te llevas un disgusto, pero tengo que decirte que ni eres Dios, ni creo que te le parezcas. Has prolongado demasiado el engaño y las fechorías por las que te han denunciado, acabará delatándote.

Has cumplido ya 71 años.  Tu edad y antecedentes aconsejan que no sigas rigiendo los destinos de nuestra isla desde edificio público alguno.  Ha llegado la hora de retirarse y más vale que te apresures antes de que los numerosos pecados por los que te acusan los que han compartido contigo despachos y escenario político te pasen factura y arruinen esa carrera política que con tanto esmero y dinero, te has empeñado en maquillar ante la opinión pública, durante los últimos 31 años.

(*) Detective frustrado pero insistente