Qué era y en qué han convertido la pista de Las Hiedras

Foro contra la Incineración

La pista de Las Hiedras, en el entorno de la Cruz del Carmen en Anaga, tiene algo más de cuatro kilómetros y medio y la zona en la que ha intervenido el Cabildo, según ellos para adaptarla a la diversidad funcional, afecta por el momento a unos 800 metros, justamente en el tramo acaso más llano y más rico en biodiversidad, al menos hasta que llegó el hormigón y la sinrazón.

Y cuando hablamos de biodiversidad en el entorno de la Cruz del Carmen pues casualmente estamos hablando de la mayor biodiversidad de Europa de la que se suponía iban a disfrutar los colectivos llamados de diversidad funcional y que, a fecha de hoy cuando la obra debió inaugurarse hace casi medio año, no disfruta absolutamente nadie básicamente porque buena parte de ella ha desaparecido. Desde luego que de la que resultaba más espectacular en primavera no queda absolutamente nada.

Y es que mejorar el firme de la pista de Las Hiedras para que fuera accesible a todo el mundo, más del 60% de la pista cuenta (contaba) con una tierra batida natural verdaderamente extraordinaria que hacía las delicias del mundo del atletismo tinerfeño, pues básicamente no tiene ni por qué afectar ni por qué representar en absoluto una amenaza para los valores naturales de este espacio. Otra cosa es que se haya hecho todo lo contrario, la agresión al entorno es intolerable porque en primer lugar es una gran farsa, otra más, que nada tiene que ver con la accesibilidad porque en muchos aspectos las personas con movilidad reducida tiene más riesgos ahora que antes, al menos en el tramo en el que se ha actuado que no presentaba mayores problemas a falta de algún método sencillo para que se pudieran guiar los invidentes y hoy en día aquello es un peligro por razones varias.

La gravedad de la intervención, lo verdaderamente irreversible, es la zanja que se abrió sobre el pequeño pero riquísimo pie de monte que se había formado por décadas al borde de la ladera, en la zona del pequeño cantil de entre cinco o seis metros de altura del margen en el que justamente han situado la acera de hormigón. De esa zanja salieron decenas de toneladas de tierra, de una riqueza biológica más que extraordinaria y desde luego única, que ahora se ha utilizado de relleno para la pista -buena parte también ha bajado y seguirá bajando ladera abajo rumbo al mar- y que, por tanto, en el futuro y en el presente estaremos pisoteando entre todos. 

Que sí, es verdad, para una importante cantidad de personas, incluido lógicamente el tripartito CC-PSOE-Podemos que ha hecho piña en el Cabildo en defensa de este agresivo proyecto, todo esto que estamos contando no tiene importancia alguna, porque según ellos en tres años estará todo como antes y sólo es cuestión de esperar.  Pero ya les digo yo que una cosa que ha tardado cincuenta o sesenta años en formarse pues en tres años, en el caso de que no se retire ese muro, como reclamaba casi desesperadamente una bióloga en el encuentro de Las Mercedes, lo que habrá será lo que sea menos lo que fue o es hoy en día la pista de Las Hiedras en la parte no hormigonada. ¿Se trataba de que la gente de diversidad funcional disfrutara de algo parecido a lo que disfruta el resto de la gente o de alguna otra cosa que desconocemos?