El Zulia y su forma de ver los procesos gerenciales ante la demagogia y los salvajes que devastan hoy toda la Nación

Bladimir Díaz Borges (*)

En los breves periplos que he hecho por diversos países me ha parecido digno de elogio mencionar en estos espacios la industria de las especies de empanadas, tequeños, mandocas y pasteles o pastelitos, con base principalmente en Maracaibo/Venezuela. Podríamos decir que son parte de la denominada industria de comida rápida. Pero que por la forma y la dinámica intuimos que ha repercutido en los ámbitos allende a nuestra  frontera.

Para tratar de caracterizar debemos describirla de la manera siguiente Es una industria que con pocos ingredientes ofrece una extensa variedad de propuestas. Al punto que podemos encontrarnos con expendios cuyos epónimo es “los mil sabores”, pues la variedad es casi incontable: carne molida, carne “esmechada”, lomo negro, cangrejo, camarón y pare de contar…

La capacidad y calidad pasa por la creación de marcas reconocidas en el tiempo con denominaciones de origen, con insumos traídos de toda la herradura  fluvial del Lago. Emblemáticas siguen siendo las mercaderías del distrito Colón: plátanos, quesos, naranjas, guineos, entre otros muchos. Los quesos perijaneros, y los cultivos de  la Costa Oriental del Lago.  Cada local de expendio se vanagloria de traer directo, sin intermediarios sus insumos.

La industria de comida rápida en Maracaibo ha desarrollado una competencia que es capaz de brindar atención al cliente desde la cantidad de piezas servidas en un instante hasta la cantidad de  salsas de origen alemán, italiano, indú o de cualquier parte del mundo que sea agradable al paladar y en boca de sus comensales.

Esa misma industria y sus proveedores que siguen alimentando a casi toda Venezuela en medio de la hecatombe y holocausto al que estamos siendo sometidos ante la mirada sádica e inmisericorde de la demagógica izquierda internacional. El Zulia y su forma de ver los procesos gerenciales, su filosofía de gestión sigue traspasando fronteras; más que intuición es la certeza que esa es la forma de afrontar y confrontar la demagogia y los salvajes que devastan hoy toda la Nación.

(*) Articulista