¿Debe preocuparse Coalición Canaria?

Paulino Rivero Baute (*)

José Ramón León, de Somos Icodenses -partido que se presentó a las elecciones municipales de 2015 en alianza con Nueva Canarias- es desde el pasado jueves el nuevo alcalde de Icod de los Vinos, uno de los municipios de referencia en el norte de Tenerife. Como así se ha destacado estos días en todos los medios de comunicación, que han seguido el proceso con la mirada puesta en el ámbito local y en las posibles repercusiones que pueda tener en la escena estatal, León accede a la Alcaldía tras triunfar la moción de censura presentada por todos los grupos de la oposición contra el hasta ese día alcalde, Francisco Javier González, de Coalición Canaria.

Evidentemente, del resultado de la votación de la moción de censura se deduce que en Icod de los Vinos el pulso político, seguido con interés por los principales partidos en las Islas, lo ha ganado el PP, el PSOE, Ciudadanos y Somos Icodendes-Nueva Canarias, y lo ha perdido Coalición Canaria. En el actual contexto político -general- lo ocurrido con esta moción de censura debe animar a Coalición Canaria a leer e interpretar lo ocurrido sin renunciar a un análisis insular, autonómico y estatal, para a partir de ahí evaluar las posibles repercusiones que podría tener a corto y medio plazo.

Los movimientos tácticos llevados a cabo por CC en lo que llevamos de legislatura la han colocado -como nunca antes en sus 24 años de existencia- en una situación de desamparo y desprotección, sin el paraguas con el que siempre ha contado a raíz de los diferentes acuerdos alcanzados con alguno de los dos grandes partidos estatales -PP o PSOE. La expulsión de los socialistas del gobierno de Canarias y la moción de censura de Granadilla han abonado un espacio de desconfianza en las relaciones de socialistas y populares con los nacionalistas de CC.

La posición de Coalición Canaria es vulnerable. La ruptura con los socialistas canarios y el portazo que cerró la posible incorporación del PP al gobierno dejan a CC en una situación comprometida con casi dos años de legislatura por delante. En otros momentos, a lo largo de estos últimos 24 años, CC ha gobernado en solitario pero siempre con un acuerdo cerrado de apoyo del PP o del PSOE. Ahora no se da esa garantía. Por primera vez Coalición Canaria ha dado un salto sin redes de protección.

El apoyo del PP a la moción de censura en Icod es un triunfo del presidente de los populares y refuerza el liderazgo de Asier Antona ante los militantes de su partido en Canarias. Antona sufrió un importante desgaste en el proceso negociador llevado a cabo para la incorporación de su partido al gobierno de Canarias; probablemente, su abierta disposición a entrar en el gobierno canario obedeció en mayor medida a los intereses del PP estatal que a la hoja de ruta que a él le conviene para consolidarse como un candidato con aspiraciones en las elecciones de 2019. El apoyo del PP a la censura de Icod refuerza la autonomía de su organización en el ámbito canario y le hace crecer como dirigente ante los suyos.

La gran incógnita que sobrevoló la moción de censura de la Ciudad del Drago ha sido el grado de implicación que asumiría Rajoy y el PP estatal, teniendo en cuenta el apoyo que CC presta en el Congreso de lo Diputados. En este orden de cosas, debe preocupar a CC que pese a las declaraciones de su portavoz parlamentaria en Madrid, la señora Oramas, afirmando que Icod era un asunto de Estado, o las de la portavoz del gobierno de Canarias, Rosa Dávila, señalando que de prosperar la censura se produciría una quiebra en la confianza y lealtad  entre su partido y los populares, Rajoy y los suyos hayan seguido adelante en Icod.

Es evidente que la dirección estatal del PP no se ha tomado la molestia de frenar la participación de los suyos en la moción contra el hasta el pasado jueves alcalde de CC en esa ciudad. Ningún miembro cualificado de la dirección de los populares desautorizó públicamente la decisión de sus compañeros en Icod de los Vinos, que contaba con el apoyo explícito de Asier Antona y de sus compañeros en la dirección regional. Ni pública ni privadamente hay constancia de que la dirección del PP haya hecho algún movimiento para frenar la censura. Esta vez ha sido diferente y eso debe invitar a CC a una reflexión sobre su vulnerabilidad. Esta vez el PP no ha actuado con contundencia para no disgustar a quienes le prestan apoyo en Madrid. Es más, siendo Isabel García Luís además de portavoz popular en Icod senadora en las Cortes españolas el éxito o fracaso de la censura dependía del grado de implicación de los dirigentes de Génova. Esta vez el PP no ha querido escuchar a Coalición.

¿Es Icod un caso aislado o se abre la posibilidad de otras iniciativas que debiliten la posición de CC en el ámbito insular y municipal?, ¿considera el PP que el apoyo de Oramas en Madrid está suficientemente compensado con el trato a Canarias en los presupuestos del Estado y que los populares de las Islas pueden actuar con libertad y sin ataduras respecto a CC para hacer política en las instituciones canarias?, ¿ha influido en la inhibición de la dirección nacional de los populares la presión de Nueva Canarias?.

CC sale debilitada de este envite. Quedan con más triunfos para seguir jugando Nueva Canarias y PP,  Román Rodríguez y Asier Antona, además lógicamente de los socialistas en las Islas. No es descabellado imaginar que esta moción ha sido el primero de un número indeterminado de movimientos que pueden sacudir en mayor o menor medida el tablero de la política canaria.

(*) Ex presidente del gobierno de Canarias