El ‘lunes negro’ que colapsó el sur de Tenerife

Foro contra la Incineración

Los que utilizamos habitualmente la TF-1, como única alternativa para acudir a nuestro trabajo cada mañana, no recordábamos colapso semejante al provocado por el Cabildo de Tenerife el  pasado 5 de junio. No es que no los haya habido por accidentes y demás y todos recordamos el que se produjo como consecuencia del choque de camiones que provocó la muerte de un joven empleado del servicio de mantenimiento de carreteras entre Abades y Tajao en abril de 2014. Pero fruto de la nefasta planificación de una obra jamás, ni en el sur ni mucho menos en el norte se había visto nada semejante.

Desde hace varios meses se estaba llevando a cabo la reposición del asfalto entre San Isidro y Fañabé sin que prácticamente te enteraras, sólo lo notabas en que desaparecían los agujeros y en que la raya blanca pasaba a amarilla por la mañana. Eso hasta que a algún iluminado, sin aviso previo de ningún tipo, decidió levantar no uno sino los dos carriles en la cuesta de Guaza, sentido Sur, y dejar casi un kilómetro convertido en un campo de minas sin asfaltar durante toda una jornada laboral, de seis a diez de la noche mínimo. Dicen que todo estaba planificado así y que era inevitable, pese a que jamás se ha visto cosa semejante en reparación de autopista en la isla de Tenerife desde que éstas existen, concretamente se está terminado de reponer el piche de la TF-5 entre Santa Cruz- Laguna y a ningún chiflado se le ha ocurrido dejar sin reponer el piche ni en un solo metro de un día para otro. Pero el Sur, por lo visto, es otra cosa y lo que allí ocurra  sólo afecta a los guiris que no sólo no están hasta sobrando en estos tiempos de desgracias ajenas sino que además no votan aquí, por lo que se ve.

Y claro -como suele ocurrir en estos casos- detrás de una desastrosa gestión, de la que nadie será responsable sin la más mínima duda tal y como funcionan las cosas en esta tierra nuestra, viene el desembarco no sólo de Carlos Alonso -y la guagua de periodistas que se llevó allí a las dos noches del caos- sino de la retahíla de mentiras con las que se suelen aderezar estos asuntos donde predomina un alto grado de incompetencia en deplorable combinación con esa costumbre de hacer valer el interés particular, en este caso de la empresa que ejecuta la obra, frente al interés general de la ciudadanía que, en el caso del Sur, no tiene derecho ni a un hospital público decente después de más de 30 años de promesas.

Mentiras sí, porque es falso lo que el Cabildo ha dicho referente a que la velocidad se había regulado a 80 km/h y que de ahí el problema. No, la velocidad el lunes del caos estaba regulada a 60 km/h, pero ni siquiera ese era el problema porque habitualmente en ese tramo no se va mucho más rápido a las ocho de la mañana. No, el problema es que había casi un kilómetro con los dos carriles levantados completamente, como si aquello fuera una pista de tierra y todavía a 60 km/h resultaba poco recomendable circular no sólo porque te cargabas el coche sino porque los que lo hicieron cuando el tráfico no se había bloqueado del todo lo que consiguieron fue que se levantara una gigantesca nube de un polvo negruzco (asfalto molido)  que provocó que saltaran avisos de ‘niebla en Guaza’ en alguna de las aplicaciones que sobre incidencias de tráfico utilizamos los usuarios, básicamente para defendernos de la nefasta gestión de la desinformación que practican nuestros responsables públicos en lo que a información vial se refiere. No era niebla, literalmente era asfalto en polvo.

La otra gran mentira se ha demostrado después, la de que aquello era la única forma humana de hacerlo porque la autopista estaba muy hecha polvo. Lo primero es que si estaba muy hecha polvo (que dice que tuvieron que rebajar hasta 20 cm y ya les digo yo que el corte que vimos todos no llegaba a diez) era simplemente porque ellos han permitido que el deterioro llegue a esos extremos, pero también es cierto que al menos a la vista la TF-5 sentido Norte y a la altura del polideportivo de la universidad estaba mucho peor, con unas grietas impresionantes, y ellos se han buscado la vida para repararlo sin molestar a nadie.

Pero no sólo eso, la prueba de que todo era mentira y sólo se trata de una cuestión de mala planificación y/o falta de medios adecuados es que el lunes siguiente, donde habían anunciado -esta vez sí- que ocurriría lo mismo, no se notó absolutamente nada sencillamente porque en esta  última semana sí han regulado el tráfico a 80 Km/h (lo cual en horas puntas ni se nota porque no vas nunca más rápido) y el tramo en el que habían trabajado por Las Chafiras era mucho más pequeño (quizás 200 o 300 metros) lo que les permitió dejar reparado uno de los carriles. Sí, claro que se podían hacer las cosas de otra manera, en primer lugar avisando  y en segundo lugar dejando reparado al menos uno de los carriles como sí que han hecho ahora sin provocar mayor trastorno.

No obstante la duda sigue siendo la misma, cosa que jamás podremos resolver ante la falta de oposición efectiva en ese Cabildo (lo de Podemos ya no es un espejismo sino un nubarrón oscuro como el que se formó en Guaza el otro día), y es la de por qué la TF-5 (autopista del norte) con igual deterioro se repara de una manera y la TF-1 se repara dejándola convertida durante todo una jornada laboral en un camino de cabras.

¿Los pliegos son los mismos? ¿Es que los usuarios somos de otra raza que Carlos Alonso pudiera considerar inferior? En fin, el problema de las comunicaciones en el Sur, que se iba a resolver como por arte de magia con el anillo insular, resulta que técnicamente está peor que nunca y vamos camino de un colapso generalizado que desde aquí ya hemos anunciado. Lo del ‘lunes negro’ es sólo el síntoma de una enfermedad que se llama mala planificación, la punta de iceberg que dejó a cientos de empresas colgadas, a miles de niños sin colegio durante un par de horas, al aeropuerto bloqueado sin taxis ni guaguas, a TITSA sin servicio… En fin, las cosas de un Cabildo que en su día fue una institución respetable y hoy en día pareciera una jaula de grillos.