Adecuado reparto de los fondos europeos

Casimiro Curbelo Curbelo (*)

Mucho se ha hablado en estos días del importante incremento que registrará la llegada de fondos europeos a las Islas. En concreto, hasta el año 2020 se invertirán 2.400 millones, 800 millones más sobre lo inicialmente previsto. En esta decisión parece tener mucho que ver el reconocimiento de Canarias como región ultraperiférica. El anuncio resulta aún más llamativo al coincidir con un descenso en el presupuesto global de la UE y se concreta en las dotaciones del Fondo Social Europeo (FSE) y Fondo de Desarrollo Regional (Feder).                           

Ahora, lógicamente la atención se centra en saber cómo se llevará a cabo el reparto. En varias ocasiones hemos expresado que a las islas no capitalinas se les debe otorgar una especial atención. Y es que su carácter doblemente ultraperiférico determina la necesidad de que se invierta en infraestructuras y empleo. Estamos pues ante otra oportunidad única para avanzar hacia una Canarias cohesionada y evitar un desarrollo a diferentes velocidades sobre el que hemos alertado en varias ocasiones.

Desde La Gomera hace tiempo que tenemos claras las prioridades y hacia donde deben dirigirse los fondos: infraestructuras hidráulicas, reforestación, carreteras, mejora del complejo ambiental, central hidroeléctrica, acciones turísticas y sociales hasta sumar 301 millones. Hablamos de iniciativas centradas en los recursos y medio ambiente como es el encauzamiento de los barrancos de La Villa, La Hondura y Vallehermoso. Afrontar el trasvase de caudales entre los embalses del sur y del norte, o lo que es lo mismo, de las zonas más húmedas a las más necesitadas. No menos importante es la reforestación de  enclaves protegidos y espacios naturales contra la erosión, tales como el propio Parque Nacional de Garajonay.

Hemos hecho los deberes y por eso contamos con una lista de actuaciones y presupuestos concretos. Entre ellas la construcción de una central hidroeléctrica o la mejora del trazado de las carreteras que enlazan el norte de la Isla con el aeropuerto. Para la gestión del agua solicitamos fondos a fin de adecuar las presas públicas a la normativa.

Apostamos también por la electrificación de sondeos e instalación de red de suministro y tubería de impulsión hasta los Almácigos y estación transformadora en el Barranco de La Negra y la ejecución de emisarios submarinos para el correcto vertido de aguas depuradas. Históricamente los fondos europeos han sido básicos a la hora de promover la construcción del complejo ambiental. Así queremos que siga ocurriendo con la ejecución de una planta de tratamiento y otra de compostaje. Consideramos importante que Bruselas se implique en la inversión para la detección temprana de incendios con la creación de una red de dispositivos, un sistema de seguimiento e integración con los sistemas de información y emergencia.

El turismo, que tantas alegrías no está dando, debe tener un tratamiento especial y para ello solicitamos que se avance en la ordenación del frente litoral de Valle Gran Rey y de Playa de Santiago, con el fin de regenerar ambas playas y mejorar las avenidas marítimas. Pero además en ambos enclaves apostamos por la mejora de sus puertos. Infraestructuras a las que se le debe otorgar una importancia primordial como medio para facilitar las conexiones.

Defendemos que las islas periféricas tengan una consideración especial dentro de los fondos sociales que cuentan con una asignación de 162 millones, a los que podremos acceder desde 2016. Los objetivos de este programa se ajustan perfectamente a las necesidades que hoy presenta nuestra Isla: promover la sostenibilidad y la calidad en el empleo así como favorecer la movilidad laboral, incentivar la inclusión social y luchar contra la pobreza y mejorar las competencias profesionales mediante la cualificación. Pero no menos importante nos parece establecer ayudas a los estudiantes cuyas familias deben hacer frente a los gastos derivados de la doble insularidad, a los que se han unido ahora los recortes en Educación.

Sabiendo que casi la mitad de los fondos europeos se dirigen a compensar la lejanía y las limitaciones que implica ser una isla, nadie dudará de que  La Gomera sufre por partida doble estas desventajas. Por ello, es justo que también se nos tenga doblemente en cuenta.

(*) Presidente del Cabildo de La Gomera y diputado autonómico