Aparentar o ser

Algo muy grave está pasando, cuando se está valorando socialmente mucho más  el parecer, que el ser. Vivimos en tiempos de crisis moral y ética, de valores. Los valores sociales desaparecen y el radicalismo por la vieja Europa avanza con aportaciones políticas propias de la era medieval.

Ahora le acaba de tocar a Alemania, antes fue Francia, Italia, España, Inglaterra, donde los mensajes apocalípticos de descomposición social, echan la culpa a las personas que han tenido que emigrar de sus países de origen, por causas muy diferentes, guerras, sequias, hambruna, etc.

Países que muchos de ellos han sido antes saqueados por potencias extranjeras, dejándolos prácticamente en la miseria y luego poniendo un gobierno de conveniencia para que se las apañen como puedan, a la hora de su descolonización. Pero la inversión porcentual de las riquezas extraídas de esos países ha brillado por su ausencia y así no solo se les ha despojado de sus legítimas pertenencias, sino que se les ha dejado en la miseria absoluta abandonados a sus suerte. No se les han hecho viviendas dignas, ni potabilizadoras, ni industria, ni educación, ni sanidad y en muchos casos ni tan siquiera un régimen democrático.

Parece ser que los gobiernos Europeos han estado más centrados en eso que llaman la unión económica, centrados en ganar elecciones y ocupar puestos de poder muy bien remunerados, y el trabajo sucio se lo han dejado a las ONG, donde muchos gobiernos y empresarios tiranos, pueden lavar su sucia imagen dando un puñado de dinero, siempre con reportaciones mediáticas para seguir alimentando las ceremonias de la confusión, con esa absurda imagen irreal que desean proyectar a la sociedad.

Las ONG  no pueden  seguir siendo la tintorería de la inmoralidad manifiesta, de la ética descompuesta, no pueden seguir siendo el único espacio de solidaridad, al menos de la manera que lo han hecho hasta ahora, porque está claro que el problema persiste y crece, aunque sus proyectos sean buenos y las personas que los impulsan aún mejores, esa no es la solución.

La actividad política debe tener como fin siempre, el beneficio social. Cuando el médico no busca sanar, sino poder o prestigio, se produce corrupción. Igual en política, economía, etc. Las democracias empiezan a corromperse cuando no gobierna realmente el pueblo, sino que este es engañado y manipulado cada vez que hay elecciones, con falsas promesas y además en vez de potenciarse los beneficios sociales, se disminuyen, mientras sus señorías se llevan unas buenas tajadas de sus nóminas suculentas, cuando no de sus múltiples negocios familiares y particulares o corruptelas con complicidades empresariales que les reportan unos dineros que en ocasiones salen de las arcas institucionales, pues son provenientes de los incrementos presupuestarios de obras públicas, que se manipulan y terminan costando el triple y el cuádruple, según sean el número de los miembros de las tramas.

Los políticos dan la apariencia de dialogar, muchos de ellos cuando van a ser fotografiados o están en un medio audiovisual, lo hacen bolígrafo en mano, cual periodista tomando notas con mucho interés, pero No, están haciendo dibujitos o jugando al Candy Gruh en plena sesión parlamentaria y presidiendo la misma. Hablan pero no se escuchan, solo esperan su turno de palabra para rebatir al adversario que ha hablo antes, se lo toman como un partido de futbol o cualquier otra competición, ganar es lo que importa, ya sea un debate o una moción o una investigación, lo que sea, hay que tirar abajo el trabajo del adversario que ha orado antes, y si es con sarcasmo e ironía mejor, hala todos a reír luego durante el almuerzo común y comentar eso de “ Los has dejado planchados “ jajajajajajaja, el pueblo a esperarse y joderse.

Hablar y no escucharse es el fracaso de la ética política actual. Cada uno defiende sus intereses partidistas y en ocasiones hasta personales y eso es de una clase política de muy baja calidad,  muy poco ética. Una sociedad ética se construye desde dos ámbitos: los políticos y los ciudadanos. La sociedad civil tiene los políticos que se merece y los políticos fomentan las sociedades que les interesa tener. Es un círculo vicioso, el cual no interesa variar una vez se alcanza el poder, si funciona la falacia y el tu peor que yo,

¿Para qué cambiar de estrategia? Ande yo caliente y ríase la gente.

Con este panorama yo creo que estamos involucionando adecuadamente, se está retrocediendo en vez de avanzar y cada vez somos más infelices, más tontos y menos inteligentes, no sabemos aprovechar la dicha de vivir, solo sobrevivimos, tanto ricos como pobres, aunque algunos tengan de todo y otros no tengan nada, la infelicidad es la misma, estamos comenzando a sentirnos desgraciados todos.

Algo pasa: cuando la gente va en coche al gimnasio para pedalear en una bicicleta estática. Cuando vemos por la TV "gente pobre" con uniforme, golpeando a "gente pobre" con hambre, para beneficiar a "gente rica" sin uniforme ni hambre. Cuando hoy en día vale más un vestido caro que un diploma, una cadena falsa que un ramo de flores. Cuando vale más parecer... que SER.