CCOO afirma que la prioridad es que el alumnado no pierda el curso

Ni la continuidad de su formación, garantizando su salud y la de sus familias

EDDC.NET / Las Palmas de Gran Canaria

En estos momentos es muy difícil garantizar derechos fundamentales básicos como los de igualdad, equidad, participación... Es muy difícil atender adecuadamente al alumnado con necesidades educativas especiales, garantizar la atención a la diversidad y desarrollar las enseñanzas sin disponer de los recursos necesarios. Aún más complicado es enseñar en igualdad, pues la situación deja al descubierto y amplifica la brecha social y económica y aún más la digital.

Las familias están colaborando con el refuerzo educativo de sus hijas e hijos y en la organización del tiempo para continuar con la acción formativa posible que se les propone, mientras continúan encerradas en sus hogares sin poder disponer de momentos de esparcimiento. Unos, haciéndose a una nueva modalidad de empleo para ellos, el teletrabajo; otros, la mayoría, enfrentándose a despidos o a expedientes de regulación de empleo temporales (Ertes). Todo ello dificulta en gran medida la convivencia, lo que empeora el clima necesario en el lugar de estudio, provocando menos posibilidades de éxito para el alumnado.

El enfoque competencial de la enseñanza, presente en la normativa desde la LOE (2006), aleja la concepción del aprendizaje como la mera trasmisión de contenidos y la acumulación de calificaciones por parte del alumnado y minimiza, consecuentemente, el impacto que puede tener la “pérdida” de un par de meses de enseñanza frente a un período educativo largo, de diez años, aún más cuando la formación de las personas se realiza a lo largo de toda la vida. En estas circunstancias, la administración y la comunidad educativa deben mostrarse sensibles y considerar que lo que realmente importa es garantizar la salud del alumnado, sus familias, personal no docente y profesorado. Disfrutar de la lectura, del buen cine y de la convivencia familiar son hechos formativos de relevancia.

Cuando salgamos de esta situación, cuestión que se dará de forma progresiva, habrá que afrontar la finalización del curso escolar. Para algunos expertos, como Jaume Carbonell, ir más allá de lo estipulado en el calendario escolar 2019-20, que establece que las actividades ordinarias del curso finalizarán el 30 de junio de 2020, con un alumnado sometido al estrés derivado del aislamiento sería contraproducente.

En estas circunstancias Comisiones Obreras propone, desde la óptica de que el objetivo principal es la educación del alumnado a lo largo de toda su vida, que se garantice que ninguno pierda el curso.