Una moción de censura que se avecina puede conseguir acabar con la Junta Directiva del club de buceo Atlántida Sub

Es alucinante que nadie conozca los libros de contabilidad del club desde hace años 

EDDC.NET / Santa Cruz de Tenerife 

Siempre han estado tranquilos. ¿Quién o quienes se atreverían a cambiar el estado de cosas, aunque fuera un tranque como un día de fiesta? ¿Quién a no ser que se diera un lotazo de aire comprimido podría desbancar a los que han dominado al club de buceo decano de la isla de Tenerife?.

Pues si, está pasando. Y no hace falta ir a Leroy Merlín. La mayoría social de este club de buceo, que por lo que parece se ha salvado de muchas, quiere cambio, quiere que el paisaje terrestre y el marino sea distinto, que no se parezca nada a lo que hasta el momento ha ejercido el reinado sobre todos los compresores.

Ya dicen los sabios que todo cambio es complicado y que hay que luchar contra la inercia, pero si no se cambia, todo se puede cronificar y si se cronifica, no se puede arreglar. Y es que hay que arreglar a este club. Por muchas razones que en su momento daremos con total lujo de detalles. Y eso precisa un cambio y solamente se puede conseguir con una bendita moción de censura, no como la de Rajoy o esa que siempre planea pero que no cuaja en estas benditas islas, siempre rodeadas de mar, como un destino del que no se puede escapar uno.

Curiosamente hay que bucear en el club, nunca mejor dicho, para darse cuenta que es un microcosmos de otro macrocosmos que se nutre de lo que lleva pegado como un pulpo a la tierra nuestra y por lo que se ve al mar, desde hace 35 años. Y la gente que quiere cambio, ha dicho basta. No es normal que  no se sepan las facturas y los saldos bancarios del club desde hace años. Es alucinante. Por mucho que te caiga bien el presidente, que parece que es un tío con el pelo chungo, aunque vaya de chachi, no es posible esto, no es posible.

Si, todo en nuestro nombre, exclaman los comandos de libertad que buscan dar este golpe a las malas praxis, a las malas historias, de un club de buceo, tan simple como esto, que debe liberar a Willy. No se olviden, aquella orca tan enrollada. Por lo que se ve, las que ahora andan sueltas, si se las deja, se comen a toda la junta directiva. Es un decir, camaradas.